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Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión Especial N° 43
  • Celebrada el
  • Legislatura Extraordinaria periodo 1965 -1966
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Intervención
IRREGULARIDADES COMETIDAS EN LAS ARMADURIAS DE RECEPTORES DE TELEVISION.- INFORME DE LA COMISION ESPECIAL INVESTIGADORA.- PROYECTOS DE ACUERDO

Autores

El señor PALESTRO.-

Señorita Presidenta, creo que todos los presentes hemos escuchado atentamente la intervención del Honorable señor Jerez, porque se ha referido a una serie de problemas que afectan directamente a la clase trabajadora, especialmente a los sectores más modestos y humildes del país. Nos ha hecho una enumeración larga de actividades y de artículos sujetos a control, a una labor moralizadora, como él la llama. Lamentablemente, el control jamás ha dado resultado, porque los especuladores mientras más ganan, más desean para aumentar los fondos de sus cuentas bancarias. Por otra parte, debo manifestar que no se ha tocado un problema que, a mi juicio, es de enorme importancia, porque afecta, sin distinción, a todos los sectores de la opinión pública. Me refiero al control que debe establecerse respecto de los servicios funerarios, que ojalá tratemos en alguna oportunidad o en esta sesión destinada a debatir el problema de los televisores.

En Chile, prácticamente, se está especulando con la muerte. El obrero o empleado, el comerciante o industria, el hombre adinerado o modesto conoce las condiciones en que se entregan los servicios funerarios. Actualmente, uno de segunda categoría significa a los deudos endeudarse en mil o mil quinientos escudos. Todo el mundo sabe, especialmente los sectores más modestos, que cuando muere el dueño de casa, aparte de lo que significa la desaparición del jefe de hogar, sus parientes deben pagar, durante 6, 8, 10 ó 12 meses, las cuotas a estos verdaderos buitres del dolor ajeno, a quienes forzosamente hay que recurrir.

Hago presente la necesidad de controlar estos servicios porque, justamente, en la mañana de hoy, con boleta de compraventa en mano, una persona ha venido a denunciar que, para poder sepultar los restos de un miembro de su familia, pagó Eº 600 por un modesto cajón.

Esto está demostrando cómo es necesario someter a control no tan sólo el largo enunciado de artículos hechos por el Honorable señor Jerez, sino que muchos otros, con lo que se solucionarían múltiples problemas que afectan a diversos sectores y se evitarían dificultades a éste o a cualquier Gobierno.

A este respecto, deseo citar, por ejemplo el caso específico del precio de los repuestos, en lo que vale la pena mencionar expresamente a la firma Avayú. Sobre esto no hablo por hablar ni "por boca de ganso", como se dice vulgarmente, porque es un problema que conocí y palpé. En efecto, cuando en mi calidad de Alcalde de la comuna de San Miguel pedí propuestas públicas para el suministro de repuestos, nos encontramos con el hecho de que ninguna de las seis u ocho firmas que se presentaban coincidían en su cotización. Había diferencia de precios que fluctuaban entre dos, tres, cuatro y cinco veces. Incluso había firmas que, aprovechándose de la normal falencia del municipio, por dar un mayor plazo, recargaban tres o cuatro veces el precio al contado que cotizaban otras. Esto lo puede ratificar o rectificar el Honorable señor Pareto, que conoce este problema que tanto incide en el alza de las tarifas de la locomoción colectiva. Es posible que los dueños de microbuses, por tener cooperativas obtengan precios más bajos y puedan defenderse de estos "pulpos" que venden los repuestos.

Creo, señorita Presidenta, que podríamos aprovechar el clima de amplia comprensión y serenidad con que se ha desarrollado este debate, en el que hemos estado escuchando y comparando las impresiones de cada sector de la Honorable Cámara, para buscar una solución a este problema. Creo necesario que pidamos en especial a la Dirección de Industrias y Comercio que cumpla efectivamente su función, y sin esperar componendas políticas ni presiones de ninguna especie, ponga mano firme y se aboque a controlar esto que, en el caso de las funerarias, constituye un abuso, una burla, además, de una especulación con la desgracia ajena, porque obliga a los familiares de quien fallece a endeudarse por meses y años para poder sepultarlos.

Este control es muy importante, porque la especulación en estos diversos artículos y servicios afecta seriamente el bolsillo de los sectores sociales más humildes. En el caso de los repuestos, es necesario que so someta a control los precios que cobra no solamente la firma Avayú, sino quince o más casas comerciales, ya que existe una verdadera anarquía y es preciso ir a una nivelación, a precios igualitarios fijados por el Gobierno, con el objeto de que no se abuse ni especule, especialmente con artículos que tanto afectan la situación económica de todos los sectores, como también la tranquilidad social del país.

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