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  • Legislatura Extraordinaria periodo 1966 -1967
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Intervención
CAMBIOS DE MIEMBROS DE COMISIONES

Autores

La señora LAZO.-

Señor Presidente, ésta no es la única ocasión en que la Cámara de Diputados se reúne para tratar un conflicto gremial; tampoco es la única en que se reúne para tratar la huelga de los empleados del Banco de Chile.

Los que hemos seguido de cerca las alternativas de este movimiento hemos llegado a una conclusión que yo, con franqueza, deseo dar a conocer esta tarde en nombre del Comité. Socialista, para ir deslindando responsabilidades y para que la opinión pública sepa quiénes son, a veces, los culpables de que se agudicen los problemas y aumente la angustia en los hogares de los trabajadores, ya sean éstos de manos engrasadas o, como en el caso presente, de cuello y corbata.

Este conflicto se ha prolongado por un lapso de más de 30 días y, sin embargo, no hay todavía un asomo de solución. Es más, parecería que existe el ánimo de provocar un "lock out", una quiebra de la organización sindical y, sobre todo, una quiebra en el espíritu de los empleados de todas las categorías del Banco de Chile, quienes han librado esta batalla con la mayor entereza y a los cuales rindo un homenaje por la manera abnegada y viril con que ha defendido a sus dirigentes.

Nosotros sabemos perfectamente bien cuánto gana y cómo administra sus ganancias el Banco de Chile. Y sabemos también qué es lo que piden los empleados del Banco de Chile, qué pide el personal subalterno, qué pide el personal que trabaja en los edificios, qué piden los empleados que trabajan en la cocina. Nosotros sabemos por qué se han movido estos empleados y por qué han salido a la calle a gritar sus problemas.

Sin embargo, parecería que hubiera una complicidad y la esperanza de que esta gente se estrelle, por un lado, contra la indiferencia y, por el otro, contra la tozudez. ¿Y de quiénes ha sido la indiferencia y de quiénes ha sido la tozudez? A mi modo de ver, la tozudez ha sido de los sectores reaccionarios, de esos señores de horca y cuchillo que todavía se consideran dueños de la vida de la gente que trabaja para ellos. Por eso, los directivos del Banco de Chile, los señores que tienen que ver con los altos manejos económicos y financieros de esa institución, han pedido para solucionar el conflicto o para empezar a conversar de solución, que los empleados les entreguen "en bandeja" la cabeza de sus dirigentes.

Esta maniobra, que parecería dirigida contra los empleados del Banco de Chile, mucho más va contra el propio Gobierno de la Democracia Cristiana. Porque mientras el Ministrodel Trabajo y Previsión Social ha dicho, hace pocos días, en una cadena obligatoria de emisoras, que' está en su puesto para respaldar el interés 'de los trabajadores y que los apoya en sus conflictos, mientras el Presidente de la República afirma, aquí y en el extranjero, que en Chile hay una auténtica democracia y una auténtica libertad, sin embargo -yo no sé si consciente o inconscientemente- se está sirviendo los intereses de la derecha plutocrática, que lo único que desea es destruir las organizaciones sindicales, acabar con la virilidad, con la entereza de los trabajadores y, sobre todo, con lo mejor que tienen los empleados en estos momentos, su unidad y su valor. ¿Se habrá dado cuenta de esto el señor Ministrodel Trabajo y Previsión Social, que fue abogado de estos empleados y que incluso metió en la cabeza de muchos de ellos algunas ideas que quiero repetir esta tarde? En una ocasión, por escrito, dijo que por encima de todo debiera estar la dignidad de los trabajadores y la organización sindical. Por eso, yo me pregunto: ¿no se ha dado cuenta el señor Ministro de que el Banco, en este momento, está utilizando, no al Gobierno propiamente, pero sí al representante del Gobierno, al señor Hernán Arze, que no ha tomado ni una sola medida contra el Banco y, por el contrario, ha hecho proposiciones tan enojosas que ni la comisión formada por democratacristianos del propio Banco pudo aceptar? Yo no sé si soy infidente esta tarde al decir que un dirigente sindical democratacristiano que a mí me merece respeto por ser dirigente, afirmó que una de las razones por las cuales la solución se estaba poniendo difícil, y las cosas se veían más turbias, consistía en que precisamente el señor Arze no era democratacristiano, o sea, no reconocía filas en un partido y, por lo tanto, no tenía la obligación de responder a una disciplina.

Yo no sé qué ocurre, pero hay un hecho que todos conocemos: se ha prolongado la huelga del Banco de Chile, como se han prolongado otras huelgas, hasta la desesperación, hasta lo indecible. ¿Y quiénes son los únicos que han ganado? Ha ganado el Banco, porque hasta el momento nadie le ha quebrado la mano a los grandes directivos bancarios. Se quiere dejar en la opinión pública la impresión de que no manda en realidad el Gobierno, sino que mandan los que manejan los dineros de la Nación. Yo no sé si ésa es la intención. Pero sé que, a pesar de no estar presentes ahora hay Diputados democratacristianos que desean una solución para este conflicto. Y sería desleal si no dijera esta tarde que me consta que el DiputadoSota, por ejemplo, ha hecho muchos esfuerzos para resolver esta huelga porque encuentra razón a los empleados y considera justo lo que están solicitando.

Asimismo, en una entrevista que tuvimos con el señor Ministro del Interior el DiputadoCademártori, el Diputado Morales . ..

Un señor DIPUTADO.-

¿Don Carlos Morales ?

La señora LAZO.-

...don Carlos Morales y la Diputada que habla, incluso el Ministro del Interior estimó que muchos de nuestros planteamientos eran justos.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor BALLESTEROS (Presidente).-

Honorable señora Lazo!

La señora LAZO.-

Entonces, si el Ministro del Interior estima justo el movimiento de los empleados; si el Ministro del Trabajo y Previsión Social declara, por una cadena radial, que no hay movimientos huelguísticos injustos, me pregunto: ¿van a salir con la razón, al final, Los directivos del Banco, que ganan cientos de miles de escudos y a los que nadie les ha dicho que van a quedar en la indigencia si acaso solucionan los problemas económicos de los empleados?

Por otra parte, desde el punto de vista político, si mañana se quebrara este movimiento, si se destruyera la unidad de los empleados del Banco de Chile, si se descabezara la organización sindical, ¿quién ganaría? ¿Ganaría el Gobierno del Presidente Frei? ¿Quién ganaría? Ganaría la tozudez, esa tozudez reaccionaria que lo único que quiere es, precisamente, desprestigiar al Gobierno con su maniobra. No sé si todos somos tontos, si somos ciegos o sí nos hacemos los tontos y los ciegos; pero para mí es claro que, si a un particular dueño de una pequeña industria se le hicieran exigencias exageradas, ninguno de nosotros estaría abogando porque aumentara los salarios de sus trabajadores, porque sería una manera de asfixiar esa industria y de cercenar una posibilidad desde el punto de vista económico. Pero, en este caso, todos sabemos perfectamente cuánto gana esa institución ban-caria; por eso consideramos que sería bastante bueno que el Presidente de la República, y el señor Ministrode Trabajo y Previsión Social cambiaran de actitud con respecto a este conflicto.

Varios Diputados hemos firmado un proyecto de acuerdo en el que pedimos al señor Presidente de la Cámara se sirva realizar gestiones que permitan la solución de esta huelga. Y se lo pedimos basándonos en la convivencia que se crea aquí, en la Cámara de Diputados, entre los parlamentarios, y en el respeto que se debe a la organización sindical. No es posible que en un régimen de libertad, de democracia, las huelgas terminen por inanición y los movimientos sindicales se' descabecen para que, al final, sobre la cabeza de los caídos venga a cantar él gallo su "quiquiriquí", un gallo que debió ser sepultado hace mucho tiempo en nuestro país: la Derecha, que en última instancia se ríe a carcajadas de las inocentadas de quienes consideran que conservan la autoridad y el respeto que tienen de sí mismos en la medida que atajan a los débiles y dejan manga ancha a los poderosos. Sin embargo, tenemos confianza en lo que se ha prometido y en lo que es posible hacer, y porque tenemos esa fe estamos aquí esta noche.

Es indudable, sí, que vamos a acompañar a los empleados del Banco Chile en esta lucha, como lo hemos hecho, hasta las últimas consecuencias, porque tenemos entendido que tienen la razón y, sobre todo, porque en Chile se está sentando un precedente.

Hace pocos días, no más, en Colchagua, una huelga campesina, una larga huelga campesina, se solucionó sobre bases que a muchos de nosotros no nos satisficieron. Sin embargo, hemos sabido, por la prensa, que ahora se está despidiendo a los trabajadores agrícolas. ¿En qué quedamos al fin-, como dice la canción. "¿Me quieres o no me quieres?"

¿Somos o no somos? No entiendo las cosas de una manera y de otra.

No podemos tener dos caras. Hay que tener una sola cara, y hay que ponerla al sol cuando llega el momento de tomar una decisión.

O somos capaces de respaldar el movimiento sindical y de defender a la gente cuando tiene la razón; o, sencillamente, a nosotros no nos interesan las organizaciones sindicales y preferimos las organizaciones amañadas. Y digamos, entonces, que no estamos luchando por una auténtica libertad, sino abriendo el camino al fa-cismo o al nacismo. Hablemos las cosas claras, porque es conveniente hacerlo. Aquí están los que defienden al pueblo y a los organismos sindicales; y, al otro lado, al frente, está el pasado de Chile, ese pasado con negreros, con gente que hacía trabajar 16 horas a sus obreros; ese pasado que avergüenza a muchos chilenos. Es conveniente, pues, decir las cosas con cierta claridad en este momento.

El movimiento de los empleados del

Banco de Chile es sólo un botón de muestra de lo que está ocurriendo o puede ocurrir en el país. Estamos esperando todavía que alguna gente de buena fe y de buena voluntad cumpla realmente con el deber que dicen tener que cumplir.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

La señora LAZO.-

Me parece, señor Presidente, que no podemos seguir jugando "al gato con el ratón". Han visto los Honorables colegas que el gato coge de la cola al ratón luego le permite arrancar un poquito, lo dejar que se canse y, por último, cuando ya lo tiene cansado se lo come.. Creo que, al final, este gato se comerá tantos ratones, que no tendrá agilidad para, moverse, y cuando llegue la hora de reaccionar, no será capaz de hacerlo.

Nosotros no acusamos a nadie. Mas que hacer críticas, formulamos un último llamado a los Honorables colegas para que piensen en estas cosas. Lo digo porque no está en juego solamente el interés de más de dos mil empleados, sino también el de la clase trabajadora chilena.

Señor Presidente, queramos que se respete a las organizaciones sindicales. Personalmente, yo rindo, en esta ocasión, un homenaje a los dirigentes de los empleados del Banco de Chile y a sus bases, quienes, sin tener experiencia alguna, han tenido virilidad para defender su movimiento sindical. ..

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