Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Senado
- Sesión Ordinaria N° 16
- Celebrada el 12 de mayo de 2009
- Legislatura Ordinaria número 357
Índice
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El señor
Es un privilegio, sin duda, dedicar estas palabras a un connotado emprendedor, a don Jesús.
Desde muy pequeño se caracterizó por estar siempre atento a los acontecimientos del medio que lo rodeaban, y no solo dispuesto a los cambios, sino, además, a una constante búsqueda de ellos.
Administró desde muy temprana edad diversos y variados escenarios que se le fueron presentando a lo largo de su vida, transformándolos en verdaderas oportunidades de desarrollo de sus innatas capacidades.
Don Jesús Diez se caracterizaba por poseer una sólida voluntad y una actitud inquebrantable para transformar sus iniciativas en obras; dejar su marca y hacer la diferencia.
Desde La Rioja, España , llegó a Chile a los tres meses de vida. Sus padres deciden radicarse en la Región del Libertador Bernardo O'Higgins, en donde comenzaría a forjar una singular personalidad y un ejemplar espíritu que alcanza luego, prácticamente, a la mayoría de las Regiones de nuestra larga y angosta nación.
Un espíritu atrayente, una personalidad multifacética. Hombre visionario, con notable mezcla de innovación y de una marcada sensibilidad social que determinarían su sello personal, demostrado por variadas acciones, tanto en el plano público como privado.
Durante su juventud, la situación económica de sus padres le impedía continuar con sus estudios en el Instituto O'Higgins de Rancagua, y lo obligó a emprender variadas y disímiles labores. Experiencia que le permitió forjar, sin duda, un temple y una perseverancia dignas solo de un emprendedor como él. Es así que en 1997, al recibir el premio ICARE al Empresario del Año, reconoció que su principal formación la constituían la escuela de la vida y las enseñanzas de su padre, un noble labrador de la Villa de Ventrosa, en la Rioja, España .
Sus inicios en el mundo empresarial fueron junto a su padre, cuando lo ayudaba en "La Bola de Oro", un local lleno de anécdotas, en donde se comercializaban artículos usados. Posteriormente, trabajó en el campo y a los 16 años de edad se independizó e instaló su propia relojería.
Pero su temprana osadía pudo más. Precursor por definición, fue a través de una góndola, llamada "La Pollera", que comenzó a recorrer el trayecto entre San Francisco de Mostazal y Rancagua . Iniciando entonces un camino muy trascendente en el rubro que más lo caracterizó: el transporte de pasajeros.
El peculiar nombre de su primera máquina se debía a que los pasajeros frecuentemente se subían con gallinas y pollos, viajando de los campos a la ciudad. Más de alguno recuerda que don Jesús se encargaba personalmente de escobillar y sacudir la ropa de los pasajeros de su microbús, con motivo del polvo y plumas que se acumulaban durante esos pintorescos viajes.
En 1955 se casa con doña Hortensia González , quien fuera su compañera por más de 50 años. Forma una hermosa familia, compuesta de cuatro hijos, a quienes, a temprana edad, los proyecta en el rubro del transporte, ya que él, de iniciativas creadoras, tenía el sueño de poseer un bus por cada uno de sus hijos. Hay una anécdota sobre este punto: don Jesús decía: "No sé si me faltaron hijos, o me sobraron buses".
Su pasión por el transporte y su coraje de emprendedor lo llevaron en 1957 a fundar Jedimar ( Jesús Diez Martínez) ; y luego de ocho años, realiza la compra más audaz y la que lo consagraría en el rubro del transporte: adquiere Tur Bus.
La imagen de dicha compañía en ese minuto pasaba por un difícil momento, y don Jesús logra convertirla en un icono del transporte en nuestro país, consiguiendo, con el pasar del tiempo y el recuerdo de su querida "Pollera", transformar a Tur Bus en una empresa a la altura de los tiempos.
Tur Bus recorre más de 120 millones de kilómetros al año y moviliza a más de 12 millones de pasajeros. Entre todas las empresas del grupo se mueven más de 20 millones de personas, y posee una flota superior a los mil 500 buses.
Posteriormente, se suman a su giro otras firmas independientes, como Cóndor Bus, Jac , Buses Bío Bío, Buses al Sur, Tas Choapa , Flota Barrios e Inter Sur.
Su definido espíritu emprendedor le exigía conocer el manejo del negocio a cabalidad, por lo que se desempeñó como auxiliar, cobrador, chofer, mecánico y gerente, demostrando no solo su talento multifacético, sino, además, una enorme energía para lograr los objetivos propuestos.
Sencillo, consciente de que la capacidad y la nobleza de los hombres es producto de sus obras, se involucraba con cada uno de sus trabajadores. Creía en ellos, y permitía no solo que descubrieran sus sueños, sino, también, que los pudieran realizar.
Su inversión en las actividades empresariales resaltaban a la vista. Años más tarde, decide extender su acción a nuevos negocios junto a su familia y a don Gonzalo Martino , como socio, en los sectores lácteo, aeronáutico, de alimentos y de autos, entre otros.
En el sector lácteo comienza con la compañía Lechera del Sur, la que, posteriormente, fue vendida a la suiza Nestlé .
A inicio de los años noventa crea Soprocar, que luego se transformaría en Parmalat Chile, en donde también participaron otros socios. En 1999 esta empresa fue vendida a la compañía italiana.
Por el mismo período y también en sociedad con Martino incursionaron en el rubro aeronáutico. Primero, a través de la aerolínea Avant Airlines , a la que luego incorporaron National. Se retiraron en 2001, liquidando todos los activos y, naturalmente, pagando la totalidad de sus deudas. "Don Jesús Diez Martínez y su hijo son personas de excepción, tanto en su capacidad empresarial como en la honorabilidad para hacer negocios", señalaba Gonzalo Martino .
La familia Diez participa, asimismo, en la compañía de alimentos Coppelia; en la empresa de servicios como leasing y factoring Contémpora; en el concesionario de Audi y Volkswagen, Klassic Car; en empresas Tikal y en Coipsa.
Pero no todo estuvo radicado en la actividad empresarial. Enfrentó otro tipo de desafíos: el del servicio público, como Alcalde de San Francisco de Mostazal entre los años 1969 y 1970, rol que le permite gozar de la cercanía con la gente y con la, a veces difícil, realidad de su comunidad, la cual en los comienzos de su vida le tocó vivenciar en forma muy profunda.
Durante el tiempo en que fue alcalde se destacó por su considerable empatía, que derivó a una sobrecogedora generosidad, demostrada, entre otras cosas, por la donación de terrenos en beneficio de San Francisco de Mostazal. Es así como donó los terrenos para la posta rural y la construcción del Estadio Municipal en el sector de La Punta y para el Comité de Allegados y actual Villa Manuel González .
También se destacó por su pasión por los automóviles antiguos, llegando a ser uno de los fundadores del Club de Automóviles Antiguos de Chile (CAACH), interés que fue traspasado a su hijo Jesús, con quien atesoró más de 100 autos de colección. Una vez a la semana, desde 1966, se reunía con su Club de Toby, cuyo tema principal era esta afición.
Fiel colaborador del directorio de la Sociedad Benéfica de La Rioja. Su sangre española lo hacía viajar frecuentemente a Europa y participar de las celebraciones que podía, e incluso facilitaba sus buses para los traslados, cada vez que le era factible.
Hombre de enorme trayectoria empresarial y un gran ejemplo de vida para las nuevas generaciones de nuestro país, ya que su fuerza lo llevaría a una constante superación, a través de la creación de sus negocios y de la generosidad en el servicio público.
Retirado de los negocios, don Jesús junto a la señora Hortensia deciden radicarse en un campo cercano a Codegua y disfrutar los últimos años de su vida, pensando -como él solía comentar- que lo importante no había sido lo que hizo, sino cómo lo hizo, ya que, como lo aprendió de su padre, compartir con sus colaboradores y su familia era tan importante como competir.
Señora Hortensia e hijos: Marisol , Purísima, Jesús y Rafael ; yernos, nietos y nueras, reciban la expresión de nuestros sentimientos y el homenaje que esta Alta Corporación y los Senadores de la Alianza ofrecen a un gran señor del transporte, a un gran chileno de corazón: don Jesús Diez Martínez .
He dicho.