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Antecedentes
  • Senado
  • Sesión Ordinaria N° 10
  • Celebrada el
  • Legislatura Ordinaria año 1971
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Intervención
ANALISIS DE ACONTECIMIENTOS OCURRIDOS ULTIMAMENTE EN EL PAIS.

Autores

La señora CAMPUSANO.-

Pasados es tos días de gran inquietud nacional, he querido, con la serenidad que da la calma, decir algunas palabras sobre el fondo de los hechos que han ocurrido últimamente en el país.

Chile ha entrado a vivir una etapa difícil de su vida. Así lo entendemos, por los gravísimos acontecimientos que se han desarrollado y que han tenido como epicentro, en estos últimos días, el repudiable asesinato de un ex Vicepresidente de la República, el señor Edmundo Pérez, y de tres funcionarios de Investigaciones.

A esta altura, todo el mundo está informado de la manera como se realiza ron tan horrendos crímenes, y en esta Sala hemos podido oír diversas interpretaciones y explicaciones de los mismos.

Chile se encuentra, según ya hemos dicho, enfrentado a una sistemática, permanente y bien preparada provocación reaccionaria, la que, al igual que aquella con que se intentó arrebatar el triunfo perfectamente claro de la Unidad Popular en las últimas elecciones presidencia les, tiene como elemento característico la brutalidad, que no se detiene ante el crimen ni ante nada. Este elemento, extraño en absoluto a las prácticas chilenas, parece indicar que la inspiración de quienes actúan tras los autores materiales tiene que ver con sistemas comunes en otros, países.

El Partido Comunista expuso su opinión e interpretación de los hechos, de inmediato y muy claramente, en la decía- ración que el día 11 leyó el compañero- Senador Jorge Montes en esta Sala. De tal manera que para nosotros los comunistas, al igual que para toda la Unidad Popular y la mayoría de los trabajadores, es evidente que el objetivo perseguido por quienes están tras los asesinos directos "consiste en alterar la marcha institucional de nuestro país e impedir que se lleven adelante los cambios sociales destinados a sacarlo del atraso". Y si los asesinos ahora fueron reclutados entre elementos que alguna vez tuvieron que ver con la ultraizquierda, es porque ello facilita a los verdaderos autores el encubrimiento de los reales orígenes y de los fines antipopulares de la conjura. "Se ha escogido a estos victimarios e incluso la víctima" - dice la declaración del Partido Comunista a que aludí y que vale la pena recordar una vez más "para sacar dividendos políticos con vistas a la sedición, aprovechando la desorientación que se crearía en el seno de la Democracia Cristiana."

Y no podrán negar los Honorables señores Senadores que me escuchan, que en un primer momento, y también más allá, no se contentaron los reaccionarios creyendo ver que tan nefastos planes empezaban a cumplirse. Y por eso, sintiéndose animados, se permitieron una vez más, sin conocimiento de causa, denostar al marxismo, injuriar a los marxistas e incluso, entre éstos, al compañero Presidente de la República. Mientras ello se hacía, pudimos ver, no obstante sus apesadumbradas declaraciones, no pocos rostros desbordantes de satisfacción.

¿A quién sino a los que se oponen a los cambios en profundidad podía favorecer "toda esta oscura maniobra? Felizmente, los hechos empiezan a aclararse. La caída de los asesinos directos y la captura de sus acompañantes permitirá profundizar en los hechos y llegar, siguiendo la hebra - no les quepa duda-, hasta los autores intelectuales de este plan destinado a crear trastornos políticos, a fin de hallar una coyuntura capaz de frenar el proceso revolucionario que vive Chile.

Pero no es a esto a lo que quiero referir me. Nosotros condenamos por principio el crimen, trátese de quien se trate. Nuestros métodos son otros, conocidos por todos los chilenos, para bien o para mal - como quieran interpretarlo- , en este agudo proceso de lucha de clases que estamos viviendo. Sin embargo, aquí ha habido gente que algunas veces, con hermosas palabras - siempre insuficientes para encubrir la mala fe-, se ha permitido continuar o hacer revivir la gastada cantinela del anticomunismo. Sí. Aprovechar este crimen para meter también en el baile al Partido Comunista, pretendiendo aparecer como los defensores del orden, e incluso, según lo afirmó el Honorable señor Bulnes en la sesión del día 11 del presente, como devotos ejemplares del régimen de derecho y del sistema democrático. Y sucede que quienes así se expresan no están libres de polvo y paja. Sí, señores Sena dores. Los chilenos algo sabemos de historia y no tenemos mala memoria. En este país la Derecha cometió muchas tropelías y arbitrariedades. ¿Recuerdan Sus Seño rías quiénes fueron los autores de esa monstruosidad que se conoció como ley de Defensa Permanente de la Democracia? Es cierto que aquí la palabra democracia está ligada a una gran barbaridad; no a un crimen, sino a muchos. Rememoremos las masacres de la Derecha en contra de los trabajadores desde 1907, en la Escuela Santa María, y muchas otras; las cárceles, las torturas, y, por último, el hambre, la ignorancia, la enfermedad y la miseria que han afectado a grandes sectores de nuestra población. Claro está que para la Derecha no se trata de crímenes. Esa es su libertad, su democracia. Pero sucede que la propiedad privada condiciona una manera de pensar. Por eso, jamás habrá entendimiento entre la clase obrera y los representantes de la Derecha.

Hay quienes, por cuidar tanto su higiene mental, incluso descartan a culturas enteras. Con ello quiero decir que, a mi juicio, el problema reside en nuestras distintas conciencias sociales. En particular en la época en que vivimos, la época de la transición del capitalismo al socialismo, la conciencia social tiene una estructura extraordinariamente compleja e incluye diversos elementos. La conciencia social es la unidad de psicología e ideología social. La primera es el primer grado de conciencia social, la ideología, su grado superior. En la sociedad de clases, la ideología es el elemento central y determinante de la con ciencia social. Es el reflejo teóricamente sistematizado y generalizado de los intereses de clase en forma de puntos de vista, ideas, conceptos políticos, jurídicos, éticos, artísticos y filosóficos.

Por eso, cuando hablamos sobre ideología burguesa y proletaria, subrayando su contraposición total, definimos la ideología como sistema de puntos de vista de la burguesía o del proletariado.

Y como la burguesía tiende al capitalismo, y el proletariado al socialismo, dos regímenes basados en principios económicos y políticos excluyentes, que se desarrollan según leyes opuestas y que tienen diferente género de vida, entre ellos no puede haber ningún compromiso.

En consecuencia, las distintas apreciaciones existentes en la Derecha respecto de nosotros tienen una base muy sólida: la expresión de intereses económicos y políticos contrapuestos. Posiblemente esta explicación afecte mucho a la higiene mental de algunos Senadores representantes de la Derecha, pero nos vemos en la obligación de darla, porque es conveniente que todos sepan objetivamente lo que está pasando en nuestro país.

Chile no escapa a la tendencia general del desarrollo social. También aquí, si la burguesía con su ideología, en un comienzo reflejó objetivamente las tareas candentes del progreso histórico, jugando por lo tanto un papel progresista y resolviendo correctamente una serie de problemas planteados a nuestra sociedad, en verdad, una vez que conquistó la suma del poder político comenzó a manifestarse la contra posición radical de sus intereses con los de las masas trabajadoras. Y a medida que se profundizaban estas contradicciones entre sus intereses y los de los trabajadores, se hizo más y más reaccionaria y su ideología fue incapaz de reflejar en forma más o menos objetiva las relaciones sociales. Es decir, expresando los intereses eco nómicos y políticos de una clase que ya jugó su papel en nuestra sociedad, que ya nada puede ofrecer, sus representantes pretenden presentar el proceso de transición que está viviendo Chile en forma tergiversada, como un fenómeno antinatural que llevaría desde el progreso al caos, desde la democracia hasta el totalitarismo, desde la libertad hasta el abuso del poder.

En la preconización de estas ideas se manifiesta el carácter estrechamente egoísta de la Derecha. Por eso, ésta se es fuerza en sujetar a la mayoría de los chilenos en el círculo de su concepción del mundo, y en apartarlos de la lucha revolucionaria, para recuperar, con lo mismo, sus posiciones dominantes. En la difusión de estas ideas que tergiversan la esencia del fenómeno que vivimos, se deja sentir no sólo el carácter clasista estrecho de sus ideas, sino también su carácter profundamente anticientífico.-

La verdad es que la Derecha de nuestro país, como todas las clases explotado ras condenadas históricamente a desaparecer, teme al futuro. Su espíritu e ideología están penetrados de nostalgia por el pasado que se les escapa, de desconfianza por el presente, y de miedo mortal por el futuro. Por eso teme a la verdad. Por eso tergiversa y miente.

El odio que a cada paso muestra la Derecha hacia el comunismo tiene una explicación científica, de la que posiblemente la mayoría de sus miembros no tiene conciencia. Pero estamos acostumbrados a él como a todas sus manifestaciones, porque desde que existen la teoría revolucionaria y el movimiento revolucionario, aquí como en todos los países, la burguesía busca afiebradamente argumentos contra el marxismo y los marxistas. En reemplazo de unas teorías y argumentos, aparecen otros. Pero, en general, tienen existencia breve r los derriba la vida misma. Por eso, es tan justa la apreciación de Uichev, político y dirigente que en el pleno del Comité Central de la Unión Soviética, el 19 de junio de 1963, dijo que la ideología de la burguesía reaccionaria es un peculiar cementerio de hipótesis y teorías destruidas por la vida, y olvidadas.

Si consideramos lo anterior, ¿qué de raro hay en que cuando los representantes de la Derecha hablan de la democracia chilena, del grado que ha alcanzado con relación a otros países, se presenten como sus autores? Estos señores se echan al bolsillo todo su pasado, que no es precisamente limpio. Ignoran la larga trayectoria que tiene el movimiento obrero chileno, sus luchas, sus víctimas, las matanzas y represiones de que son autores precisamente ellos, la Derecha. Ha sido la lucha de los trabajadores la que ha permitido alguna perfección, aunque muy insuficiente toda vía, de las instituciones de este país.

¿Acaso no son ellos, los representantes de la Derecha, quienes aquí mismo se oponen a cuanta iniciativa tiende al perfeccionamiento de nuestra democracia?

Definitivamente, nada hay que nos una con la Derecha. Lo que para ella es bueno no lo puede ser para los trabajadores, y viceversa.

Nuestro país está viviendo una etapa histórica que se caracteriza por la peculiaridad.

Los trabajadores chilenos aprendieron a utilizar las libertades democráticas y la legalidad burguesa, para el fortalecimiento y desarrollo de su movimiento, para conquistar el Gobierno, que hoy pone en práctica un programa que beneficia a la gran mayoría de los chilenos.

En esta tarea, que es principalmente de creación, el Partido Comunista, junto al Socialista, al Radical, al API, a la Social Democracia, al MAPU, desempeña un de terminado papel. Para cualquier persona que tenga mediana información del acontecer de nuestro país, hoy está perfecta mente claro que el Partido Comunista no es una secta de fanáticos y de locos, sino una organización seria, patriótica, que lucha decididamente por los intereses de los trabajadores de acuerdo a su nunca negada ideología. Y así ha sido desde su fundación, naturalmente que cometiendo algunos errores" pero siempre afinando su línea política en beneficio del país.

Por lo tanto, los fines de los comunistas son claros. No son de ahora. Nacimos a la vida política de Chile enarbolándolos. Refiriéndose a esto, el fundador del Partido Comunista, el compañero Luis Emilio Recabarren, escribía en 1916:

"Queremos una vida donde no se explote nuestro trabajo. Queremos una vida sin tiranos. Queremos una vida sin criminales, sin viciosos, sin ladrones, sin prostitutas; una vida sin verdugos, sin cárceles, sin opresores; una vida sin ignorantes. Y todo esto, que nadie puede calificar de malo, todo lo iremos realizando - aun contra la voluntad más poderosa- a medida que las obreras y obreros aumenten su fuerza organizada y su inteligencia."

Cincuenta y cinco años han bastado para abrirnos camino. Las obreras y los obreros, los trabajadores, se han ido organizando y haciéndose más inteligentes. Hoy tienen un Gobierno, y continuamos avanzando. La puesta en práctica del programa de la Unidad Popular va arrebatando poco a poco el poder a la Derecha. Por eso, les duele la reforma agraria y la estatificación de los bancos y de industrias. Es comprensible. Pero no nos explicamos cómo en algunas intervenciones de estos últimos días de parlamentarios democratacristianos se ponen en duda el patriotismo y los fines de los comunistas. A veces da la impresión de que algunos parlamentarios caen en la trampita de la Derecha consistente en arrastrar a la Democracia Cristiana - que ha proclama do, y pensamos que honestamente, estar por los cambios- a posiciones que objetivamente sólo pueden frenar dichas transformaciones y favorecer a los enemigos, del pueblo chileno.

Este Gobierno, encabezado por el compañero Salvador Allende, ha demostrado una honestidad a toda prueba. Se ha hecho y se está haciendo lo que se prometió, guste o no guste; se está cumpliendo el programa por el que se pronunció la mayoría de los chilenos.

La Democracia Cristiana tenía, para ponerlo en práctica si triunfaba en las elecciones presidenciales, un programa que en muchos aspectos coincidía con las transformaciones que nosotros propiciamos. La Democracia Cristiana se define por los cambios, se define como fuerza antiderechista y antimperialista. Creemos que éste es el momento para mostrarlo, ya que estamos viviendo un período de grandes definiciones.

No nos explicamos, por ejemplo, por qué, cuando el Honorable señor Benjamín Prado en su intervención del día 11 se refirió al crimen y a la violencia, puso como fecha clave para el inicio de estos sucesos.

El 4 de septiembre de 1970. Queremos recordar que ya en el período presidencial del señor Eduardo Frei, en que se toca ron en alguna medida los intereses de la Derecha, también hubo violencia y las fuerzas retardatarias del país hablaron de caos recurriendo al asesinato, como en el caso del ingeniero señor Mery y otros.

No olvidemos que hoy día estos intereses se sienten aún más afectados, y su reacción, por lo tanto, se deja sentir con más fuerza. Si otros Gobiernos no tuvieron las dificultades que hoy se intenta poner al de la Unidad Popular, es porque nunca antes se había producido un enfrentamiento tan claro por el Poder. Ya Jo dijimos: por fin el pueblo de Chile, su clase obrera, empieza a vivir el proceso extraordinario del traspaso del Poder de una clase a otra. Por eso, todos los enemigos recurren y recurrirán a muchos argumentos y a muchas acciones. Antes, ello no se hizo. El pueblo sabe que este Gobierno es suyo y que está y estará junto a él en cualquier circunstancia.

Que los enemigos del progreso, de los cambios, sepan de una vez que el pueblo les saldrá al paso y los derrotará.

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