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Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión ordinaria N° 7
  • Celebrada el
  • Legislatura Extraordinaria periodo 1970 -1971
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Intervención
INCIDENTE EN LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCION VIAJE DE DIRIGENTES DEL "MIR". ALCANCE A OBSERVACIONES FORMULADAS EN LA PRESENTE SESION.- OFICIO

Autores

El señor INSUNZA.-

¿Si me excusan los compañeros del Partido Radical, para usar un breve tiempo?

El señor CLAVEL.-

Claro. Cómo no.

El señor INSUNZA.-

Señor Presidente, quiero en el ánimo de ser muy breve, para permitir al compañero del Partido Radical hacer uso del resto de nuestro tiempo precisar dos o tres cuestiones, en relación con la última aparición en escena del Diputado señor Lavandero, a propósito de los incidentes en Concepción. Y yo quiero separar aquí dos problemas muy claramente.

En primer lugar, en lo que se refiere a la contratación del avión particular en que viajé a Concepción, para abordar allí el grave problema suscitado por los incidentes que tuvieron lugar en la Universidad de esa ciudad, el señor Lavandero comenzó sosteniendo que el viaje había sido pagado por LAN. Se le ha demostrado hasta la saciedad, incluso documentalmente, con un argumento que no entiende ni me explico cómo no alcanza a captar, que el viaje fue cancelado por mí. Naturalmente, los fondos no salieron de mi bolsillo, porque todo el mundo sabe que los parlamentarios comunistas no recibimos en forma directa la dieta parlamentaria, sino un sueldo que nos asigna el partido, lo que tenemos a orgullo. Y los fondos, en definitiva, pagados por mí, provinieron de los Partidos Socialista y Comunista, que solventaron los gastos de viaje.

El hecho de que se haya resuelto la urgente contratación del avión con la ayuda de dos compañeros directivos de LAN, no quita ni pone rey. La factura de TAXPA fue enviada con el recargo del 8% legal, recargo que no podría haber sido hecho en la eventualidad de que el viaje hubiera sido contratado por LAN.

Si el señor Lavandero paga sus impuestos, tendrá que terminar por entender, aunque sea a la larga, que ésta es prueba concluyente de que el viaje fue pagado por un particular, en este caso, por mí. De manera que seguir tratando de poner este problema en el centro y levantar dudas por él, no constituye más que mañosería.

En cuanto a los otros aspectos tocados por el Diputado Lavandero, yo quiero plantear ante la Cámara que, obviamente por sectores interesados, cuyo origen, probablemente, se determine de manera fehaciente algún día, se está tratando de levantar aquí, a propósito de esto, una campaña de insidias, reflejada hoy día en el diario "La Tarde", donde se colocan en mi boca, entre comillas, como si constituyeran declaraciones textuales, frases como ésta. Dice el diario "La Tarde" que yo habría dicho que "el Partido Comunista no tenía por qué entregar al culpable del asesinato de Ríos"; y que yo habría agregado que "ello era un crimen político y que no tenía ribetes policiales".

Este tipo de expresiones periodísticas yo las considero una canallada. Y creo que la Cámara aceptará enviar estos antecedentes al conocimiento no de los tribunales, pero sí del Colegio de Periodistas, para que tome medidas respecto de esta forma de actuar deleznable...

El señor ARNELLO.-

Ayer se opusieron diarios de Izquierda; pero...

El señor INSUNZA.-

... en que se critica por algo en los que se hace y se impulsa en los diarios en que se tiene influencia, para tratar de salir bien parado de un entuerto, del cual no saben cómo salir.

¿Cuál es efectivamente la verdad en relación con esto? Fue expuesta, en forma suficientemente clara, ya ayer, en el propio diario "Las Ultimas Noticias", que el señor Lavandero cita aquí parcialmente, o a quien lo hacen citarlo parcialmente, sobre la base del mamotreto especialmente preparado. Yo allí expresé, primero, que nunca había sostenido, como efectivamente se puede comprobar en la versión que no es textual, naturalmente, y que corresponde a una versión periodística del periodista Darío Rojas un concepto tal como el de "que no entregaríamos al culpable". Yo le recordaba al periodista Darío Rojas y quiero repetirlo aquí, en la Cámara, para que quede constancia en el Acta que, como él recordará seguramente, y así aparece en la versión original, yo "le expliqué que los antecedentes que yo tenía del doloroso incidente de Concepción indicaban que se habían intercambiado disparos en múltiples direcciones, que como resultado de ellos pudo haber caído cualquiera. Mal pudo haber hablado, en tales condiciones de un culpable que no ha sido identificado por nosotros ni por nadie dadas las circunstancias en que se produjeron los hechos."

Hay una investigación judicial a cargo de un Ministro de Corte, en la cual se llegará a conclusiones sobre esto; pero ni el señor Lavandero ni el señor Amello tienen derecho a hacer suposiciones sobre la base de una deformación que el propio diario "Las Ultimas Noticias" reconoce como un error y sobre la cual el diario "La Tarde", hoy día, insiste, transformándola en un hecho establecido, lo que demuestra que lo que hay detrás de todo esto es una maniobra interesada, a la cual quiero referirme en seguida.

Pero, antes de eso, quiero puntualizar el hecho de que la declaración que hice de que las conversaciones que habíamos sostenido con el MIR no se referían al asunto policial, sino a los problemas políticos que surgían de la muerte lamentable de Amoldo Ríos, fue tergiversada también, para hacernos aparecer planteando que nosotros entendíamos que éste era un problema que debería resolverse sólo a nivel político y sobre el cual la justicia no tenía atinencia, pese a que cayó un muchacho universitario. Eso no corresponde a nuestras opiniones y también ha sido aclarado suficientemente, más cuanto se ha pretendido hacer por distintos sectores una interpretación antojadiza, para especular en torno de este hecho.

De modo tal que las declaraciones del señor Lavandero se reducen, en último término, a pretender levantar una acusación contra el parlamentario que habla, por el hecho de que viajó a Concepción con los dirigentes del MIR en un avión, sabiendo que eran dirigentes de este movimiento. Ante una pregunta del periodista acerca de si yo no sabía que los dirigentes del MIR estaban en la ilegalidad, yo le contesté, obviamente, porque no creo ser tan imbécil, que sabía que ellos estaban en una situación política discutible; pero que, tratándose de una situación política, no me correspondía a mí, y sostengo firmemente esta opinión, hacer nada por entregarlos a la policía. Todo lo contrario, ya que se trataba de encontrar una solución a un problema, que se ha pretendido y se pretende utilizar por los sectores más reaccionarios de este país, con afanes que no son claros hasta este momento y que, probablemente, la historia va a aclarar. Nuestra obligación, como dirigentes políticos, era la de buscar todas las formas posibles para que el incidente político de Concepción fuera superado como tal, y pudiéramos llegar a un nivel de relaciones entre las fuerzas que apoyan al movimiento popular, que impidiera que divergencias internas facilitaran el juego sucio de muchos, que todavía están esperando la creación de un complot que permita el derrocamiento del gobierno popular para defender sus intereses de clase. De hecho, lo que se ha pretendido hacer es echar tierra sobre un proceso, que sí es importante para el destino democrático de este país, contra los implicados en el asesinato del General Schneider, que tratan de explotar cualquier suceso para ocultar sus situaciones, o tratan de ponerse en términos de igualdad con una acción política responsable, en la que, naturalmente, puede haber hechos dolorosos y errores de la Izquierda de este país, pero que no se pueden comparar con las actividades de facinerosos que complotan contra la legalidad democrática, contra, la elección popular del compañero Allende, que culminaron sus andanzas con el crimen que significó el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército.

Naturalmente, ahora que ha caído el Senador Morales Adriasola y que su participación está perfectamente clara, el interés por ocultar y paralizar este proceso, por tratar de mitigar su influencia pública, precisamente para poner una sombra sobre los trajines oscuros que todavía se siguen haciendo, tiene que terminar por unir el señor Amello y al señor Lavandero. Y nadie podrá extrañarse, en esta Cámara, de que actúen sobre la base de recetas idénticas que, incluso, por las citas que hacen, naturalmente tienen un solo cuño, una sola mano, como parece...

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor INSUNZA.-

El artículo 17,...

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor INSUNZA.-

...el artículo 17 citan ambos...

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor INSUNZA.-

Yo entiendo que el señor Amello pueda haber tenido cierta preocupación y algún conocimiento, como para encontrar el artículo 17. Pero el señor Lavandero, si me excusa, ha traído aquí "recados" y los ha leído mal, y todavía a tropezones, lo que, naturalmente, es un indicio que la Cámara debe tener en cuenta...

El señor LAVANDERO.-

No "eche tierra" al asunto. Vaya al "hueso".

El señor INSUNZA.-

Nosotros estamos...Ese es el "hueso". El "hueso" es, precisamente, el interés de los reaccionarios por sacarle el cuerpo al problema fundamental....

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor INSUNZA.-

Y, naturalmente, señor Lavandero, su desesperación se entiende y sus gritos se justifican, sobre la base de que usted no quiere que aquí se conozca la verdad "verdadera"...

El señor LAVANDERO.-

¡Explique! ¡Explique! Entre a explicar...

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor INSUNZA.-

¿A explicar qué, señor Lavandero? Menos a usted, que no tiene derecho a pedir explicaciones a nadie; salvo las explicaciones que usted va a tener que dar, en alguna oportunidad, ante esta Cámara. Y no hay necesidad de explicar absolutamente nada más.

Sostenemos la legitimidad de lo que el Partido Comunista ha hecho, en cuanto a esforzarse por resolver el problema político producido en Concepción, evitar que este hecho sirva de pasto a los reaccionarios para conseguir que en el seno de las fuerzas que apoyan a la Unidad Popular y al Gobierno, haya una relación distinta. Se trata de que haya una relación de colaboración que signifique fortalecer a las fuerzas del cambio de nuestro país.

Yo quiero decir, y vuelvo a repetir, que las actitudes del señor Lavandero nosotros no las confundimos con las actitudes del conjunto de la Democracia Cristiana.

Aquí, el señor Lavandero se une con Amello, ex naci. Y, naturalmente, en estas condiciones, sabemos hacer el distingo entre la actitud de quien pretende cruzarse en el camino revolucionario del pueblo y aquellos que expresan su deseo de avanzar por el camino del progreso.

Excúsenme, compañeros del Partido Radical, que haya tenido que usar un tiempo demasiado largo.

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