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Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión Ordinaria N° 25
  • Celebrada el
  • Legislatura Ordinaria año 1967
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Intervención
CONCLUSIONES DE LA CONVENCION NACIONAL DEL PARTIDO RADICAL SOBRE LA SITUACION DEL AGRO CHILENO

Autores

El señor FUENTEALBA.-

Señorita Presidenta, la Convención Nacional del Partido Radical realizada recientemente aprobó las conclusiones de la Comisión respectiva, adoptadas después de considerar detenidamente el estado actual del agro chileno.

El Partido Radical reafirma una vez más, mediante esas conclusiones, que la agricultura es una de las actividades básicas de nuestra vida nacional, en atención a que: a) suministra los alimentos necesarios a la población y produce numerosas materias primas industriales; b) es auténtica creadora de riquezas, al incorporar por medio del trabajo los elementos que la naturaleza ha puesto en manos del hombre y dar formación a productos de gran importancia para la vida humana y el progreso de la sociedad; c) constituye el medio físico en que vive, trabaja y se desarrolla un gran porcentaje de la población nacional, que, al conseguir un "standard" de vida compatible con su dignidad y sus necesidades, contribuiría en forma determinante al crecimiento económico general del país.

Por esta razones, el Partido Radical mantiene la vigencia de aquellos acuerdos de convenciones anteriores sobre agricultura y pone especial acento en la necesidad de preocuparse, conjuntamente con el plimiento de las leyes vigentes, de las siguientes materias:

Producción agropecuaria.- Considerando el desequilibrio actual que existe entre el crecimiento demográfico y la producción agropecuaria, es necesario: a) mejorar la productividad del sector agrícola otorgándole créditos de fomento, utilizando mejores técnicas, insumos adecuados, eficiente distribución, conveniente comercialización, etcétera; b) incorporar nuevas tierras a la producción; c) aumentar el área regada, construyendo obras de embalses, alumbrando aguas subterráneas, mejorando los sistemas de riego, con un nuevo trazado y revestimiento de los canales, y d) defender la agricultura y la ganadería de las enfermedades y plagas de origen nacional y extranjero.

Comunidad, Campesina.- Frente al desafío de las doctrinas económicas actuales que obligan a sacar al campesino de las condiciones de la vida atrasada en que se debate, el Partido Radical sostiene la necesidad de:

1.- Reagrupar los minifundios;

2.- Acelerar los programas de vivienda campesina de tal forma que abarquen a todas las familias que viven en el campo;

3.- Fijar programas de construcción y pavimentación de redes de caminos para facilitar la movilización y el transporte hacia todos los lugares;

4.- Intensificar la electrificación rural;

5.- Establecer industrias complementarias de trabajo artesanal agrícola para absorber el subempleo y la cesantía estacional ;

6.- Fomentar toda ayuda mutua y toda actividad cooperativa;

7.- Asegurar y mejorar la previsión del campesinado;

8.- Mejorar la atención sanitaria de la comunidad, y

Cooperativa.- En vista de la complejidad del proceso productivo agropecuario se hace imprescindible la organización de los productores en sus distintos tipos. El Partido Radical ha destacado siempre la organización cooperativa por ser eminentemente social y democrática y contribuir- a la racionalización de la producción, permitiendo al productor mejores márgenes de utilidad sin aumentar los precios al consumidor.

Ganadería.- En atención a que el país está en condiciones de producir en éste rubro lo necesario para satisfacer sus necesidades, y en presencia de la disminución de la masa ganadera nacional, el Partido Radical declara:

a) Que es indispensable poner responsablemente en marcha y acelerar en seguida la ejecución del Programa Nacional de Desarrollo Ganadero, actualizando sus metas y plan de inversiones, y

b) Determinar la capacidad potencial, por provincias, de las diversas especies ganaderas, para actuar en concordancia con los planes nacionales.

Silvicultura.- : Considerando la importancia de la producción forestal (madera y derivados) y la responsabilidad de conservar, incrementar los recursos renovables y embellecer el paisaje, el Partido Radical estima que debe existir un programa integral de desarrollo forestal, abarcando todas las provincias susceptibles de realizar plantaciones.

Considerar también la importancia que tiene en la agricultura:

a) La mecanización agrícola;

b) Una amplia, justa y equitativa política crediticia;

c) Una política de precios y comercialización, y

d) Una activa investigación agropecuaria.

Educación agrícola.- -El complejo proceso productivo agrícola, la explosión demográfica, el déficit alimenticio cada día' mayor, la reducida superficie agrícola laborable y la impostergable necesidad de elevar la productividad del sector agropecuario, señalan la importancia de la educación agrícola en sus diversos grados.

Por esas razones, los trabajadores, técnicos y profesionales juegan un papel de primordial importancia en la ejecución, control y dirección del proceso de producción agropecuario. En la actualidad, hay escasez extraordinaria de personal debidamente calificado en todos los niveles.

Las anteriores consideraciones permiten al Partido Radical reafirmar la urgente necesidad de contar con un sistema de educación agrícola, de fácil acceso, de metas claras, gratuita, laica e impartida exclusivamente por el Estado.

Reforma agraria.- Sobre esta materia la Convención del Partido Radical acordó reafirmar una vez más lo que ha expresado en convenciones anteriores, en el sentido de realizar una reforma agraria con el objeto de cambiar los sistemas que actualmente rigen nuestra agricultura.

En razón de que el Presidente de la República ha firmado recientemente la ley despachada por él Congreso, es necesario aprovechar esta ocasión para hacer algunas consideraciones especiales al respecto.

Es conveniente, entonces, expresar que la necesidad de aumentar la producción agrícola a fin de abastecer totalmente el consumo interno y ahorrar las divisas que anualmente se gastan para importar alimentos y materias primas que puedan ser producidas en el país; la necesidad de dar acceso a la propiedad de la tierra al mayor número posible de campesinos, a fin de incorporarlos a la plenitud de la vida ciudadana; la necesidad de aumentar el nivel de vida y cultural de toda la gente que vive en el campo, no es cosa nueva. No sólo los organismos nacionales han consignado en sus estudios y cuadros el atraso en que se encuentra nuestra agricultura, sino que los internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), han reconocido en sus estudios esta triste realidad. Por este motivo, no podía postergarse por más tiempo la dictación de normas que, junto con cambiar el sistema de tenencia de la tierra, contemplara una verdadera transformación en nuestra agricultura chilena.

El Partido Radical ha tenido siempre una clara conciencia de la necesidad de efectuar esta transformación.

En el Gobierno del Presidente Alessandri se dictó una ley de reforma agraria que no contuvo todas las aspiraciones que el Partido Radical tenía sobre esta materia, debido a la resistencia de los partidos que formaron la combinación política que la impulsó.

Con eso queda demostrado que la Derecha chilena no acepta el establecimiento de cambios en nuestra economía, para lograr la transformación de los sistemas por otros más de acuerdo con la época y que signifiquen métodos que permitan una mejor distribución de los bienes nacionales. La Derecha se resiste a cambiar la estructura actual basada en doctrinas económicas caducas, porque, precisamente, esos cambios significan la terminación del estado de privilegio que se traduce en beneficio de los menos con perjuicio de las mayorías.

El Partido Radical no hizo caso del esfuerzo desplegado por la Derecha para confundir y alarmar a la opinión pública, expresando que esta ley lesionaría a los medianos y pequeños propietarios, porque no es así. De haber sido ellos amenazados, el Partido Radical no habría aceptado este intento, porque tiene el deber de velar por los intereses de estos sectores a quienes representa.

Como la ley de reforma agraria dictada recientemente ha sido el único intento serio que el señor Frei ha realizado para el establecimiento de cambios en las normas económicas, el Partido Radical colaboró en la dictación de esta ley.

No obstante, por medio de sus parlamentarios hizo presentes los defectos que le mereció su articulado, ya que no se consideró preferentemente la entrega de la tierra a los medianos y pequeños agricultores, sector importante de elementos valiosos que no necesitan ser instruidos en asentamientos especiales y están en situación de hacerse cargo de una superficie de tierra de inmediato, ni se contempló un plan para reagrupar los minifundios y que obligue a hacerlo preferentemente.

No se estableció tampoco un plan de expropiaciones en cada provincia, que determine cuáles son los predios que van a .ser expropiados dentro de plazos definidos, a fin de que los agricultores dueños de predios, no sujetos a expropiación inmediata puedan seguirlos trabajando con confianza y continuar incrementando con su trabajo normal la producción del país.

El Gobierno cuenta ahora con una herramienta de trascendental importancia y estimamos que si se sigue manejando como hasta aquí se ha hecho, sin la debida responsabilidad y seriedad será la economía de la nación la que recibirá el deterioro, por cuanto la disminución de una producción agrícola ya menguada será la consecuencia de esta experiencia que está viviendo el país.

El Partido Radical estima que, para que esta reforma produzca un rendimiento satisfactorio, es necesario que tanto las expropiaciones como los asentamientos y las entregas de las unidades agrícolas familiares se hagan de acuerdo con un programa en que se tomen en cuenta los recursos que se disponen en el Presupuesto de la Nación todos los años, para la división de la tierra, las obras de carácter general, las habitaciones, el riego, los caminos, el capital necesario para que los campesinos puedan empezar su trabajo, etcétera.

Estos programas deben comprender también los recursos técnicos necesarios, para proporcionar trabajo al número de profesionales de que hoy día dispone el país, dejando de mano el empleo de personas que sin tener los estudios ni la experiencia necesaria esán interviniendo en la dirección de los asentamientos.

El Partido Radical cree que los campesinos tienen que ser dirigidos en forma responsable y mediante cierta disciplina en la nueva experiencia que empiezan a vivir; además, los funcionarios a cargo de estos programas deben ser los primeros en dar el ejemplo de responsabilidad, de sobriedad en los gastos y de eficiencia en el desempeño de sus labores.

Es necesario, además, hacer presente que la transformación que está efectuándose en la agricultura debe realizarse dejando de mano todo sectarismo y partidismo político; todos los asentados deben ser tratados en la misma forma, sin miramiento alguno a su ideología.

Es indispensable recordar que vivimos en un país democrático y que todos los chilenos tienen el derecho de pertenecer al partido político que estimen conveniente; no por eso dejan de merecer la consideración y el respeto de sus compañeros y de los funcionarios.

Si esta gran tarea a que se encuentra abocado el país se realiza con una conciencia bien clara sobre los derechos, libertades y deberes que cada uno tiene, la reforma agraria se transformará en una obra de beneficios para nuestra economía, y el Partido Radical aprobará el desarrollo de esta reforma por medio de su directiva, parlamentarios y representantes.

Si la Democracia Cristiana pretende aprovechar los recursos económicos que se pondrán a su disposición para el cumplimiento de esta ley, que son de todos los chilenos, con el propósito de obtener un dividendo político, el Partido Radical será el primero en repudiar tal actitud y en señalar a los campesinos y al país la irresponsabilidad con que se aplica una ley tan importante.

Hasta aquí las consideraciones de la última Convención del Partido Radical respecto de esta materia.

¿Cuánto tiempo me queda, señor Presidente ?

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