Labor Parlamentaria

Participaciones

  • Alto contraste

Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha

Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión Ordinaria N° 27
  • Celebrada el
  • Legislatura Extraordinaria periodo 1966 -1967
Índice

Cargando mapa del documento

cargando árbol del navegación del documento

Homenaje
HOMENAJE A DON HOMERO CALLEJAS ZAMORA, RECIENTEMENTE FALLECIDO. NOTAS DE CONDOLENCIA.

Autores

El señor BARRIONUEVO (de pie).-

Señor Presidente, en la provincia de Atacama, a 14 kilómetros de Huasco y a 38 kilómetros de Vallenar, se encuentra el pueblo de Freirina. En este lugar, el día 16 de noviembre pasado murió uno de sus hijos ilustres, don Homero Callejas Zamora.

Por regla general, como estos pueblos olvidados no tienen una gravitación nacional, no obstante que Freirina es una rica región minera y agrícola, nadie conoce la existencia de estos hombres que, mediante su esfuerzo tesonero y su trabajo creador, logran cambiar la estructura económica y social de una región. Tal es el caso de Homero Callejas Zamora, quien, durante su fructífera existencia, fundó cuatro plantas elaboradoras de minerales de cobre y convirtió tierras improductivas en zonas que actualmente están dando excelentes productos agrícolas, como es el caso del fundo Los Guindos y de las grandes plantaciones de olivos, que han dado a esa región un gran auge económico y un promisorio porvenir agrícola.

Este hombre extraordinario, que ha dejado una huella indeleble por su laboriosidad, falleció víctima de una enfermedad incurable en el mes de noviembre recién pasado.

Todo el pueblo de Freirina lo acompañó hasta su última morada. Según se lo había, pedido a su hermana, sus restos fueron depositados modestamente en la tierra, para estar más cerca de sus amigos, los pobres, con quienes compartió su larga y esforzada existencia.

Muchas cosas podría decir de este hombre selecto, que amó a su tierra por sobre todas las cosas y con cuya muerte, como expresó el minero Angel Godoy en el cementerio, haciendo un resumen de su vida, "había desaparecido un verdadero amigo de los mineros".

El diario "Las Noticias de Copiapó", dijo: "Un pionero de la minería atacamena, ha muerto". Sí, señor Presidente; fue un baluarte de la minería de Atacama. Porque Homero Callejas pertenecía a una familia de auténticos y esforzados mineros, cuya dedicación a las actividades vinculadas con la extracción de minerales de cobre y oro, dio origen a cuatro plantas concentradoras de cobre y a dos de oro y a múltiples otras faenas mineras. Toda la familia de este minero -sus padres fueron don Paulino Callejas y doña Margarita Zamora, todos hijos de Freirina- también trabajó en las pampas salitreras. Cuando se produjo la crisis del salitre en el año 1926, ella volvió a su tierra natal, para trabajar una vieja mina llamada "Capote Aurífero", que es dio un gran fortuna y constituyó una fuente inagotable de trabajo, contribuyendo en gran medida, al mejoramiento social y económico de la región.

La fortuna y el éxito no envanecieron a esta familia de trabajadores. Por el contrario, sus miembros se quedaron en su tierra, serenos, silenciosos, creando nuevas fuentes de riqueza y organizando nuevas faenas mineras.

Conjuntamente con agotarse la mina "Capote Aurífero", sobrevino la baja del oro. Sin embargo, los industriales mineros Callejas oyeron decir que en Petorca, en la provincia de Aconcagua, había un mineral abandonado, llamado "El Bronce de Petorca". Hasta ese lugar llegaron Homero Callejas y su familia, que, con gran esfuerzo, visión y trabajo, instalaron allí una planta concentradora de oro. Agotado el mineral de Petorca instalaron las plantas de Farellón Sánchez en 1942, Astillas en 1954, El Morado en 1956, Quebradita en 1959 y Cerro Blanco en 1962.

La prosperidad y la fortuna no hicieron perder jamás la modestia a Homero Callejas. Por el contrario, como él había conocido la pobreza y la adversidad, supo comprender a los demás, y jamás se apartó de aquéllos que lo habían acompañado en sus labores, tanto mieras como agrícolas. Esta fue una de las razones que lo movieron a pedir, como postrer deseo, ser enterrado en la tierra, cerca de aquéllos con quienes había compartido sus éxitos e infortunios.

Señor Presidente, para terminar, quisiera solicitar que se envíen sendas notas de condolencia a la familia Callejas y, especialmente, a su señora esposa, doña Elba Molina de Callejas e hijas.

Muchas gracias, señor Presidente.

Top