Labor Parlamentaria

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Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha

Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión Ordinaria N° 31
  • Celebrada el
  • Legislatura Extraordinaria periodo 1965 -1966
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Intervención
LABOR DESARROLLADA POR LA SOCIEDAD TEÓFILO GROB DE LA CIUDAD DE LA UNION, PROVINCIA DE VALDIVIA. NOTAS DE SALUDO.

Autores

El señor GARAY.-

Señor Presidente, hace pocas semanas, se ha celebrado, en el pueblo de La Unión, uno de esos acontecimientos que no pueden pasar inadvertidos, sino que, al contrario, deben destacarse, dándolos a conocer al país desde esta alta tribuna, como un ejemplo de lo que puede la perseverancia y el trabajo de honrados ciudadanos. La Unión es una hermosa y próspera ciudad de la provincia de Valdivia, que se caracteriza por el tesón de sus hijos, la producción de sus campos feraces y la belleza de sus paisajes.

Fue allá por el año 1858, exactamente el 23 de febrero de ese año, cuando desembarcó en Corral uno de los muchos inmigrantes alemanes que la visión de Pérez Rosales trajera al sur de Chile: se trataba de don Friedrich Grob Besler, recio germano que, procedente, como muchos de ellos, de la región de la poderosa ciudad de Hamburgo, traía en su mente el propósito de contribuir a tejer la prosperidad de su nueva Patria, a la que debía entregar por propia decisión, su afecto y su cariño, al igual que su impulso generoso y creador.

Radicado, desde entonces, en Valdivia, en 1864 decide emigrar a La Unión, atraído, tal vez, tanto por los cautivantes lomajes que rodean la ciudad, cuanto por el embrujo de sus hermosos ríos, Llollelhue y Radimadi, que le hablaban de un futuro promisorio. Así fue, en efecto.

Con lo que en Valdivia su esfuerzo le había permitido ahorrar, ese mismo año adquiere al vecino don Enrique Carvallo parte del viejo molino ubicado en las afueras del pueblo, precisamente donde el Llollelhue hace un gracioso recodo, que se aprovechaba para mover el molino. Dicen los documentos de esa época que "el agua movía la rueda y se molía el trigo que daba harina para el consumo local". Al año siguiente, en 1865, don Friedrich Grob pasa a ser dueño único del molino. Desde ese momento, comienza la historia que acaba de cumplir 100 años.

Hablar del desarrollo de esta sociedad es hablar del desarrollo mismo del pueblo de La Unión. Con el característico empuje de su raza, dirige el viejo molino, que lentamente comienza a transformarse y a aumentar su actividad. Así, vemos que aparece en la industria uno de sus ilustres sucesores, su hijo don Teófilo Grob Fritz. allá por el año de 1877, cuando bordeaba los 28 años de edad, quien, junto con su padre, inicia nuevas y mayores actividades.

Entre ese año y el de 1914, el movimiento es enorme. Aparecen, sucesivamente, grandes bodegas y una destilería de alcohol, se adquieren y explotan fundos, se construye un moderno molino, se elabora maderas y, por último, se instala una turbina hidroeléctrica en el molino antiguo, que dio energía y luz eléctrica a toda la ciudad. El volumen de trabajo es tan grande que, el 24 de mayo de 1914 se funda una sociedad anónima, la "Sociedad Industrial Teófilo Grob", llamada a tener fuerte influencia en el desarrollo agrícola e industrial, hasta nuestros días.

Quienes nacimos y vivimos en esa inolvidable ciudad de La Unión, podemos testificar lo que esa sociedad ha significado para Chile.

Hombres ilustres, de gran influencia local primero, regional después, ponen marco definitivo a su labor. Debemos dejar constancia de ello, pues la sola enunciación de sus nombres tiene el alto significado de la gratitud ciudadana. Junto a don Fiedrich y don Teófilo Grob, están escritos los de don Germán Hutt, don Ricardo Siegle, don Sandalio Vásquez y los de don Augusto, don Ernesto y don Jorge Grob Westermeir, este último recordado Diputado por Valdivia entre 1924 y 1927. Otros hombres ilustren jalonan la vida de la Sociedad Industrial, muchos de ellos conocidos de la opinión pública chilena por sus actividades tanto políticas como industriales. Sólo citaremos a don Gedeón Stueckrath, Vicepresidente fundador del Banco Osorno y La Unión; don Luis Robert; don A. Julio Buschann, ex Senador de la República; don Juan Fischer, don Luis A. Agüero, don Carlos Plass. En manos de estos hombres y de muchos más, la Sociedad sigue creciendo y aparecen barcos en Valdivia, la Sociedad Grob y Cía. Ltda., en Lautaro, y, por último, la Sociedad de Lino La Unión, verdadero exponente de una industria sólida y de bien comunitario.

En 1940 fallece trágicamente el Gerente de la Empresa, don Augusto Grob, verdadero y genial impulsor de la Sociedad. Junto con su desaparecimiento surge el nombre de su esposa, doña Elvira Werner de Grob, quien hasta su muerte, ocurrida en 1963, guió y amplió la empresa. ¡Qué gesto noble y qué espíritu de superación increíble!

Junto a ella destacan otros nombres, también conocidos muchos de ellos de la opinión pública nacional: don Alfredo Duhalde, ex parlamentario y ex Vicepresidente de la República; don J. Manuel Casanueva, ex Ministro de Estado; don Francisco Maurín, conocido abogado sureño ; don Enrique Larre, don José Sad-low, don Alfonso Astudillo, don Ricardo Preisler, y tantos otros.

Al cumplirse los cien años de vida, la Sociedad tiene amplio campo en diversas industrias de alimentos a través de "Lácteo Unión Ltda.", transformada hoy en la Cooperativa Agrícola y Lechera de La Unión Ltda., cuya sigla COLUN es conocida en todo el país; y también en maestranzas, turbinas, frutos del país, transporte, sacos, explotación agrícola y maderera, etcétera. La harina de sus molinos se vende desde Valparaíso a Arica y desde Valdivia a Magallanes, a base de una recepción cercana a los 400.000 quintales de trigo.

Hoy, preside la Sociedad don Teófilo Grob Werner, que, junto a don Juan Fischer, como Director-Gerente; don J. Manuel Casanueva, como Vicepresidente, y Directores, don Enrique Larre y don Ernesto Gantz, laboran incansables por el progreso de su zona y del país.

¿Por qué he distraído a la Honorable Cámara con esta enumeración de nombres y actividades? Por razones poderosas. La primera, porque siento la necesidad imperiosa de destacar ante el país el ejemplo de estos grandes hombres que han entregado todo al servicio de la comunidad. Y segundo, porque hijo amante de mi pueblo natal, La Unión, quise esta tarde recordarlo y rendirle en sus hombres de esfuerzo el homenaje de mi afecto y mi cariño. Conocí y conozco a muchos de esos hombres que he citado, incluso al viejo don Teófilo, fallecido en 1924. Aún lo recuerdo en mis años de niño y lo veo paseando en las cercanías de su casa cuando ya la enfermedad lo minaba. ¿Cómo no recordarlo, lo mismo que a sus hijos, clon Augusto, don Ernesto y don Jorge?

Señor Presidente, he pronunciado estas palabras con honda emoción, porque ellas traen el extraño embrujo de las cosas pasadas, que se atan a mi niñez y a mis propios padres. Por ello que quiero pedir, en mi nombre y en el de mi amigo dilecto y Honorable colega señor Daiber, se envíe al Directorio de esa empresa, representado por la persona de su actual Presidente, el saludo de esta Honorable Corporación, como igualmente al Sindicato de Obreros y Empleados de la Sociedad, deseándoles que juntos sigan por el camino del honor y del trabajo que supo iniciar su fundador, don Friedrich Grob Besler.

Muchas gracias.

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