El nuevo plan quinquenal con el que China proyecta su desarrollo 2021-2025

China publicó una nueva versión de su plan quinquenal. Se trata de un plan político de alto nivel elaborado por dos cuerpos representativos para anticipar las medidas que se adoptarán en los próximos cinco años. Más que una guía para orientar acciones, se trata de una hoja de ruta ajustada a tiempos específicos. En esta oportunidad, se establecen límites que incluso llegan a 2060. Más detalles de este plan, a continuación.

Dos sesiones de trabajo que definieron objetivos de futuro

Una nueva versión del Plan Quinquenal fue publicada durante la segunda semana de marzo de 2021. Si bien se trata de un plan para los próximos cinco años, en esta oportunidad se despliegan desafíos que van más allá de este período, llegando incluso a 2060, año en que el gobierno pretende alcanzar la neutralidad de carbono. De todas maneras, los principales objetivos del país hoy se encuentran plasmados en un borrador que espera ser aprobado durante la primera sesión anual del Congreso Nacional del Pueblo.

Las discusiones para llegar al documento final que sirve de hoja de ruta se concretó en dos sesiones. En los próximos cinco años China tendrá entre sus ejes principales el desarrollo del país a través del “crecimiento sostenible” y conseguir un mayor liderazgo en innovación. Ambas sesiones comenzaron el 4 de marzo y culminaron el jueves 11.

El Lianghui que es el nombre popular con el que se denomina a esta reunión, congrega a los dos principales cuerpos políticos del Estado chino: la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CPPCC) y el Congreso Popular Nacional (CPN). Cabe destacar que el CPPCC es un cuerpo consultivo que incluye a más de dos mil miembros provenientes de distintos sectores de la sociedad, desde emprendedores, intelectuales hasta artistas.

Los anuncios sobre los objetivos que marcarán los próximos cinco años

Uno de los principales lineamientos anunciados es la decisión de no establecer objetivos anuales de crecimiento fundamentados en el Producto Interno Bruto (PIB), sino más bien un nuevo sistema de emisión, denominado “objetivos indicativos de crecimiento económico”, que se acondicionara y estructurará según las circunstancias económicas y sociales reales.

Es preciso señalar que China fue junto a Turquía, el único país en conseguir crecimiento económico positivo durante 2020, presentando un 2,3 por ciento. De igual manera, se espera que para 2021 las cifras de crecimiento alcancen el 6 por ciento.

Para Raquel León De la Rosa, sinóloga y académica de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, esta visión del crecimiento forma parte de una línea histórica. “Considero que este concepto que ahora está tratando de promover el gobierno chino de lo moderadamente desarrollado, es una especie de continuidad del propio modelo de desarrollo chino que es parte de lo que se logró el año pasado con la erradicación de la pobreza extrema. Esto se convierte en una temática de desarrollo “a la China”, es decir, un concepto de desarrollo occidental. Pienso que en este caso es muy básico, porque además genera un nivel discursivo y eso también lo vuelve un concepto interesante, sobre todo por el momento en el que está políticamente hoy China, tanto a nivel interno como externo”, señaló.

Dentro de esta nueva lógica económica, el 14º Plan Quinquenal propone mayor autosuficiencia en ciencia y tecnología. Esta decisión, según Smriti Mallapaty en la revista Nature, se explica debido a la guerra comercial con Estados Unidos y recientes tensiones comerciales con países occidentales. Pero también gracias a esta una nueva visión económica y social de desarrollo que se proyecta para los próximos 10 años, es decir, un horizonte que trasciende el próximo lustro que proyecta el plan.

Entre los elementos que se desprenden de esta visión económica y social está la creación de mayores vínculos entre la academia y la industria, con el fin de potenciar la innovación. A esto se suma la importancia de la ciencia para el desarrollo, al punto que si bien el plan considera un leve aumento en el gasto público en ciencia en comparación con años anteriores, hay un aumento importante en el gasto en ciencia básica, comenta la nota de Mallapaty.

Asimismo, según comenta el artículo de la revista Nature, la decisión de ser autosuficiente en el plano científico responde a una motivación externa, motivada por la tensión con Estados Unidos y otros países occidentales.

En opinión de Raquel León, en este ámbito científico y tecnológico se pone en el eje la decisión de continuar o mantener el modelo de crecimiento chino. “Pienso que la pandemia les ha resultado totalmente beneficioso a los chinos para lograr mantener ciertos porcentajes de crecimiento. En esta situación, la nueva China -o la llamada China moderna- está totalmente vinculada con la tecnología y se vislumbra principalmente en dos ejes: uno es el industrial, donde los conceptos de modernidad que se han proyectado siguen siendo los de una economía emergente. Incluso si en estos conceptos se puede categorizar la cuestión de la relocalización de las cadenas productivas en otros países. Pienso que si realmente China va a ser o no una potencia industrial para el 2035, va a depender de lo que están proponiendo ahora, ser potencia líder a nivel tecnológico para dar este salto, pero también para entender a nivel interno los ecosistemas de emprendimiento. Lógicamente este paso no se dará en la manufactura, sino en los servicios, que considero que con la pandemia es a donde más se le ha apostado a la economía china”, agregó.

En relación a esta idea, precisamente el otro eje expresado en el plan es el desarrollo tecnológico es la innovación en servicios. “Ha sido un año de experimentación en el tema de innovación tecnológica, principalmente en los ecosistemas de servicios. La pandemia ha sido una fase experimentación para ver hasta dónde los modelos de ecosistemas de servicios chinos pueden ser replicables en otras áreas del mundo y de alguna manera continuar con esa fase internacionalización de las grandes tecnológicas chinas. El lugar donde es más visible esta situación es en las aplicaciones de inteligencia artificial, no solamente en una perspectiva meramente logística, sino también de prestación de servicios. De alguna manera creo que ahí es donde está más avanzado o a donde va más perfilada está la idea de la modernización socialista que busca Xi Jinping, en términos de industrialización”, explicó.

Anuncios en energía y desarrollo sostenible

Entre las expectativas depositadas sobre este 14º Plan Quinquenal, se esperaba que el medioambiente fuese el tema central que guiara el desarrollo del próximo lustro, no obstante los anuncios no fueron tan ambiciosos como se creía. El primero de ellos que llamó la atención es que la descarbonización total de China, a diferencia de gran parte de los países del planeta que está fijada entre 2040 y 2050, se proyecta para el año 2060. El segundo anuncio es que el peak de emisiones se espera para 2030.

A estos se suma que se espera que la generación de energía nuclear alcance los 70 GW para 2025. Esta medida cobra relevancia con el hecho de que en enero la Corporación Nacional Nuclear de China comenzó las operaciones del reactor Hualong 1. Se trata del primer reactor que es totalmente diseñado y desarrollado en China.

En relación al carbón, el plan dejó claro que se continuará con la construcción de plantas de carbón. A través de Li Keqiang se anunció que “se promoverá el uso limpio y eficiente de carbón”. Esto significa que se utilizará la tecnología desarrollada para reducir el sulfuro y las partículas que generan polución y su consecuente contaminación de las ciudades.

Para Raquel León, esta decisión no es un avance significativo. "Sobre este tema, los anuncios podríamos considerarlos como un "nos vamos a portar un poco mejor", es decir, que van a bajar las emisiones de carbono pero no van a resolver los problemas. En este sentido, el desafío desde el punto de vista energético está dominado principalmente por las paraestatales chinas, por lo que se pretende tratar de estirar la cuerda lo más posible, o hasta donde el contexto internacional les permita seguir teniendo este tipo de uso de recursos fósiles, donde lógicamente tanto China como Estados Unidos, son los países que lideran las emisiones de CO2. En esta situación percibo un aplazamiento para seguir explotando recursos fósiles, principalmente por las empresas paraestatales las cuales, cabe destacar, no quiere decir que no tengan un plan b al momento de la transición hacia las energías renovables, simplemente es el tema de la capacidad de generación de energía, la demanda que existe dentro de China y cómo esto ha jugado un papel clave en su proceso de industrialización y de crecimiento económico”, sentenció.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl