Milca Pérez y su experiencia como diseñadora en Australia

La vida de la diseñadora Milca Pérez cambió en el momento que decidió irse a estudiar inglés a Australia. El plan que parecía temporal, se convirtió en el inicio de una nueva etapa de su vida, donde no sólo ha logrado trabajar en su profesión, sino también se ha convertido en residente. Hoy repasa esta experiencia en detalle y entrega claves sobre cómo trabajar en ese país.

El inicio de su vida en Australia

“Elegí Australia para estudiar inglés porque es un país desarrollado, seguro, estable económica y políticamente, además tiene una muy buena calidad de vida.

Luego de disponer del financiamiento para seis meses (8 millones app) fui orientada por mi primo, quien vivió previamente la experiencia, y me recomendó una agencia para organizar los trámites de visa y estudios. Luego de ser informada de varias opciones, elegí la ciudad Brisbane en el estado de Queensland. Para conseguir la visa de estudiante ($280 app) se debe pagar por adelantado el curso de inglés, el hospedaje, seguro de salud y pasajes, también puedes incluir el transporte desde el aeropuerto a tu nuevo hogar. Las tres primeras semanas viví en un homestay (casa de familia australiana que te arrienda una pieza y proveen de las comidas básicas). En el avión conocí a mi primera amiga, una estudiante brasilera que iba a la misma Escuela de Inglés, reconocida como una de las mejores en Australia para estudios de la lengua inglesa.

Mi primer sentimiento al llegar a Brisbane fue de conformidad. Un entorno súper limpio, casas my lindas con grandes patios, muchos parques, tráfico expedito y sin contaminación. Mi nueva familia me recibió acojedoramente, un matrimonio maduro de procedencia India. Tenía una pieza con todo lo necesario para un estudiante, pero con muchas reglas internas como ‘tiempo’ determinado para usar Internet, ducha y otras cosas, que me hicieron sentir como en un internado, lo que no me calzaba con mi edad (30 años). Ya más ambientada y recuperada del jetlag comencé a buscar un nuevo lugar para vivir en un sitio web llamado gumtree. Mi opción fue arrendar una pieza en una casa compartida (sharehouse) para lo que se debe pagar por adelantado un bono que puede ser desde una semana a un mes de arriendo, el que te devuelven cuando dejas el lugar en las mismas condiciones que lo recibiste.

Mi nuevo hogar por los cinco siguientes meses fue un departamento bien ubicado en la ciudad, compartido con gente de Inglaterra, Suiza y Australia.

Estudiar inglés en Australia

“La experiencia de estudiar inglés en un curso multicultural (mayoritariamente asiáticos y brasileros) fue extraordinaria, debido a la mezcla de razas y culturas, que es muy enriquecedora. Cada día era diferente con mucho que aprender. Sobre el proceso de aprendizaje, lo más importante es ser constante y autoexigente, no hablar en tu lengua materna mínimo los tres primeros meses. Algunos consejos es no vivir con latinos o españoles y buscar un trabajo.

Mi primer trabajo fue accidental. Cuando fui a comprar un cubrecama a una tienda de la Cruz Roja (Op-shop= tiendas de ropa reciclada y nueva) y luego de conversar generalidades con el jefe de tienda, me invitó a ser voluntaria. No tenia idea que era el comienzo de mi carrera en retail para una de las organizaciones más reconocidas y prestigiosas de ayuda humanitaria en el mundo.

Las ventajas de vivir en Brisbane

“El turismo desde Brisbane es genial, puedes viajar a hermosas playas y montañas a una hora de distancia. Lo mejor es arrendar un auto con un grupo de amigos y viajar por el fin de semana a lugares como Byron Bay o Fraser Island. También el deporte al aire libre es parte del estilo de vida para los australianos. Luego de finalizar mis estudios, me sentí tan feliz y cómoda en este nuevo país, que decidí extender mi visa de estudiante y cambiarme de ciudad, a una más grande y ligada a la cultura y arte. Mi nuevo destino fue la ciudad de Melbourne. Dejé atrás muy buenos amigos de todas partes del globo, con lo que sigo en contacto”.

El cambio de Brisbane a Melbourne

“Mi viaje desde Brisbane fue en tren por tener exceso de equipaje. Si hubiera viajado en avión habría tenido que pagar Au$25 por cada kilo extra.

Mi primera parada fue Sydney, donde me esperaban unas buenas amigas chilenas. Si bien esta ciudad no es la capital de Australia, lo parece, porque es metropolitana, de ritmo acelerado con predominio de una abundante población asiática. Realmente disfruté mis visitas a museos, galerías, exposiciones y en especial el diseño de moda independiente en calles emblemáticas como Paddington y también mercados locales. Fascinada, pero no cautivada por esta hermosa ciudad, dejé atrás mis amistadas y continué mi rumbo.

Arribé a Melbourne -ubicado en el estado de Victoria- una fría mañana de invierno que no me impidió salir a recorrerla. Esta vez en compañía de una amiga española que estaba de paso. Esta cuidad nos encantó y a mi literalmente me atrapó por más tiempo de lo planeado.

Lo primero fue buscar hospedaje. Mi opción fue en un backpacker (hotel para mochileros), que puede ser pasajero o indefinido, donde compartes pieza, cocina, baño y comedores. El precio es desde Au$25 por noche. Este tipo de acomodación es confortable para personalidades sociables, tolerantes, pacientes y que disfrutan compartir espacios en común con distintas personas de diferentes nacionalidades.

Mi primer trabajo fue hacer clases particulares de español. Conseguí tres estudiantes australianos y un ingreso semanal suficiente para costear los alimentos. Luego trabajé como garzona en un restorante de comida española el que me pagaba un sueldo suficiente para pagar mis necesidades y ahorrar. Después de seis meses, conseguí un empleo como diseñadora gráfica.

Qué se requiere para trabajar en Australia

“Para trabajar en Australia, se necesitas una cuenta bancaria, TAX number, dirección de residencia y teléfono de contacto. Otra cosa son los permisos. Dependiendo del tipo de trabajo, vas a necesitar algunas licencias. El tema de la seguridad laboral es muy importante para las grandes compañías. Si deseas trabajar como independiente necesitas un Australian Business number (ABN) que viene a ser algo como una boleta de honorarios. No importa la nacionalidad, universidad, estudios de posgrados, experiencia internacional, lo importante es un nivel de inglés reconocido, visa de trabajo y referencias personales y laborales de empleadores australianos locales. Por lo que mi labor como voluntaria y garzona, me abrieron la primera puerta para conseguir una entrevista y mostrar mi portafolio como diseñadora.

Terminados mis estudios de inglés, ingresé a un curso en la universidad RMIT de Visual Merchandisign (VM)”.

Trabajar como diseñadora en Australia

“Mi carrera como diseñadora continuó desarrollándose en este país, no solo en el diseño gráfico sino también como diseñadora independiente. Comencé a crear accesorios hechos con materiales reciclados y a venderlos en tiendas de tendencias eco sustentable y mercados de diseño independiente, lo que me dio la oportunidad de armar mi propia red social en este ambiente.

Actualmente resido en Perth, Western Australia, una región caracterizada por los recursos naturales de gas, petróleo y minería. Trabajo de tiempo completo como store manager para una de las tiendas de la Cruz Roja. Como team leader de un equipo de 23 voluntarios, estoy a cargo de buscar tendencias de moda, analizar la competencia, hacer el VM, crear campañas, administración y finanzas. También soy parte de un equipo nacional de social media. Me encanta este trabajo, porque mezclo todo lo que me gusta en diseño, creatividad, sustentablidad y ética, ayudando no solo a comunidades, sino también al medio ambiente.

Además trabajo como diseñadora freelance para una organización internacional de reciclaje industrial que enseña en los colegios y comunidades cómo usar materiales de desperdicio de una forma creativa y artística.

Luego de tres años en Australia, puedo decir que me sigo sintiendo feliz y cómoda. Siempre pagando el precio de la lejanía de la familia y amigos. En esta nueva etapa de mi vida he comenzando a construir mi propia familia, viviendo la cultura australiana desde otro punto de vista, ya no como estudiante o turista, sino como residente”.