Alejandra Villablanca: “La degradación ambiental tiene un alto costo para la economía china”

Alejandra Villablanca es académica e investigadora asociada al Centro de Estudios de Relaciones Internacionales (CERI) de la Universidad del Desarrollo (UDD). A propósito de la cumbre climática mundial que se lleva a cabo en Escocia, comentó acerca de la capacidad de China para cumplir con sus objetivos ambientales, además de dar cuenta de las políticas “1+N” que delinean el camino para un enfoque de desarrollo ecológico. Sus opiniones, en la siguiente entrevista.

China y su capacidad de reducir las emisiones de carbono al 2060

”Es posible que el compromiso asumido por China de alcanzar un máximo de emisiones de CO2 antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono antes de 2060 pueda concretizarse dentro de los plazos propuestos por el presidente Xi Jinping, si consideramos que hoy se mejora la calidad del aire a un ritmo que no ha conocido ningún otro gran país industrializado.

Asimismo, China se ha convertido en líder en energías renovables, consolidando de manera irrebatible esta posición a nivel mundial gracias a su alta capacidad de generación de electricidad a través de diversas tecnologías renovables tales como eólica, solar, hidráulica y nuclear.

Ahora bien, no me atrevería a afirmar que tuviesen en estos momentos la capacidad de lograrlo mucho antes de lo previsto, ya que el desafío es bastante importante. Primero es necesario que pueda revertir su abrumadora dependencia de los combustibles fósiles, que constituye una parte significativa del problema de la contaminación del aire en el país.

Cabe destacar que el carbón representa más del 65 por ciento del uso de electricidad y el 62 por ciento de la energía total del país. Además, a medida que su clase media urbana se expande y los niveles de ingresos continúan aumentando, se consume más energía. En promedio, los residentes urbanos consumen hasta cuatro veces más energía que sus contrapartes rurales.

Ahí es precisamente donde notamos que las metas propuestas en materia ambiental se han diseñado con bastante realismo, pensándose en lo que conlleva el cambio del uso energético en sectores y áreas claves como la industria, la construcción y el transporte”.

Interés de China en el desarrollo de energías verdes

”Se debe tanto a una inspiración ambiental como a un interés comercial. Por un lado, de acuerdo a la Agencia Internacional de la Energía, China será el principal productor de las energías renovables hacia el 2040. Recordemos que en 2017 llegó a ocupar un 45 por ciento del mercado de las energías limpias en lo que respecta a inversión, fabricación, innovación y consumo.

Incluso la crisis económica internacional agudizada por la pandemia no fue impedimento para que el mercado de las energías renovables siga en aumento, superando incluso las previsiones de crecimiento que se habían estimado para 2020 antes de que se declarase oficialmente la pandemia.

En este sentido, China como principal economía del mundo y líder global en energía renovable, mantiene claros intereses comerciales en proyectos de desarrollo y expansión de energías limpias con planes de descarbonización en conformidad a los compromisos asumidos con el Acuerdo de París”.

Contaminación: un problema difícil de superar

”Por otro lado, el problema de la contaminación en China se ha tomado con bastante seriedad producto de todas las pérdidas económicas que ha originado. Para tener una idea, la degradación ambiental y la contaminación en general le cuestan a la economía china el equivalente de entre el 3 y el 10 por ciento del PIB anual por la cantidad de días de trabajo perdidos debido a enfermedades relacionadas con la contaminación.

A esto se agrega el problema de los cultivos desechados y el declive en el turismo por la contaminación del aire, entre otras externalidades. De hecho, hay encuestas que señalan que el medio ambiente es la causa principal de que los chinos ricos abandonen el país y se muden al extranjero. Asimismo, los puestos de trabajo y medios de vida están constantemente en riesgo amenazando el bienestar económico del país.

Por lo tanto, el gobierno ha tomado una serie de medidas para evitar que la contaminación afecte su proyecto de desarrollo económico y social, y que esto pudiera comprometer eventualmente la legitimidad política del Partido Comunista Chino. Por ello, ha implementado algunas iniciativas para combatir la polución en el marco del nuevo proyecto de desarrollo que impulsa Xi Jinping.

Entre los proyectos destaca la construcción de una civilización ecológica, una revisión de la Ley de Protección Ambiental en 2014, mayor participación en cumbres internacionales, el reconocimiento de la participación de diferentes organizaciones sociales y organizaciones no gubernamentales en materias afines a la contaminación, el creciente impulso de campañas anti contaminación al interior del país, entre otras.

En este sentido, el gobierno ha abierto el espacio para que las fuerzas limitadas del mercado jueguen un papel en la protección ambiental, al establecer un impuesto ambiental que incentive a reducir las emisiones de contaminantes a partir de 2018”.

Políticas "1+N" y su contribución a los desafíos climáticos globales

”Tal como su nombre lo dice es una respuesta al cambio climático a través de políticas y acciones de China. Es importante porque fue publicado por el Comité Central del Partido Comunista Chino en conjunto con el Consejo de Estado, de manera tal que se relaciona con lo mencionado anteriormente, sobre el proyecto de desarrollo ambiental del país que impulsa el presidente, el cual busca contribuir en la construcción de un sistema de gobernanza climática mundial bajo los principios de un orden internacional justo, racional, armónico y de paz que promueve la política china.

En mi opinión constituye un aporte importante a los desafíos climáticos mundiales desde un enfoque de responsabilidad global que ha asumido China en coherencia con los principios antes mencionados en su actuar internacional. Sin embargo, las políticas 1+N son una clara expresión de que China buscará, bajo su cosmovisión, ejercer una auténtica responsabilidad internacional, la cual no consiste en sumarse al juego preestablecido de los países más poderosos en la toma de decisiones, sino en contribuir con su esfuerzo a superar las innumerables deficiencias de las reglas vigentes en el sistema internacional contemporáneo.

Esto lo logrará fortaleciendo la legalidad y sus propias instituciones, pero también abriendo oportunidades, paradójicamente, a una democratización más efectiva en el proceso de toma de decisiones en la comunidad internacional”.

Ausencia de Xi Jinping en la Cop26

“Desde mi perspectiva la ausencia del Presidente chino no contradice los esfuerzos globales. Si bien China es uno de los países claves en la lucha contra el cambio climático, el hecho de que Xi Jinping lleve un tiempo sin salir del país, desde el inicio de la pandemia del Covid-19, no le resta el impacto que hubiese generado su presencia en la cumbre en otras condiciones.

Los anuncios de los objetivos propuestos por China en la lucha contra el cambio climático se mantienen y las iniciativas que conducen al cumplimiento de éstos están en marcha, por ejemplo, el reciente anuncio del presidente Xi Jinping respecto de que China dejaría de financiar nuevos proyectos de carbón en el extranjero”.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl