Alicia Bárcena se refirió a los desafíos de la Alianza del Pacífico post pandemia

Un pormenorizado análisis de la situación económica y comercial de los países de nuestra región, pero particularmente los que conforman la Alianza del Pacífico, realizó Alicia Bárcena en su presentación ante parlamentarios de Chile, Colombia, México y Perú, además de Ecuador como país invitado. Afirmó que nos encontramos ante la peor crisis económica en los últimos 80 años y que ante esta tendencia una de las medidas para amortiguar los efectos es apoyar a las pequeñas y medianas empresas. Más detalles sobre su análisis y propuestas, en la siguiente nota.

Se acentúan las desigualdades en la región

Un panorama poco optimista, pero con una clara definición de desafíos a nivel regional, la secretaria ejecutiva de la Cepal señaló que la caída de la economía mundial es enorme y que la crisis de la región es la más grave de los últimos años. Esta situación es de gran preocupación para el organismo, al punto que se avizora más de una década pérdida. “Nosotros queremos alertar sobre un gran riesgo, que es la pérdida de capacidades productivas y la reprimarización de la canasta exportadora, y que post pandemia la producción estará mucho más regionalizada y sobre eso hay que alertar”, señaló.

Frente a esta situación, mencionó cinco propuestas que contribuirían a mitigar los efectos de la que llamó “la peor crisis económica”. “Un rol activo del Estado; una logística eficiente, sobre todo digital; una mayor integración regional; políticas industriales, muy importante; y una interacción equilibrada con Estados Unidos, Europa y China”, agregó.

En relación a los efectos que ha tenido la pandemia, no solo en lo económico sino en lo social, Bárcena aludió a que las desigualdades en la región se han acentuado. “Ha habido una mercantilización y fragmentación de los sistemas de salud, pero también una gran desigualdad de las mujeres y los pueblos indígenas. La alta urbanización ha potenciado los contagios en los barrios más vulnerables y una alta informalidad laboral alcanza un 54 por ciento de los trabajadores”, sostuvo, además de aludir a la debilidad de los sistemas de protección social. “Solo el 48 por ciento tiene acceso a la protección social en nuestra región”, comentó.

De igual manera, propuso medidas para canalizar las tensiones sociales desde una perspectiva multilateral. “Un ingreso básico de emergencia por seis meses, la ampliación de plazos de gracia a los créditos a las mipymes, especialmente a las que producen alimentos. Políticas fiscales y monetarias expansivas, acceso a financiamiento para países de renta media -que somos prácticamente todos los de la Alianza del Pacífico- lo cual los hace tener acceso a mercados de capitales, pero también actos políticos y fiscales para una protección social universal progresiva y redistributiva. Evitar que salgamos de esta crisis más pobres, más desiguales, más hambrientos y más enojados”, recalcó.

Proyecciones para lo que queda de 2020

En relación a las economías de la región y su comportamiento global, la secretaria ejecutiva fue clara en señalar que las exportaciones van a caer. “Un 23 por ciento y esto se refiere tanto a precio, como en volumen, esto es muy importante porque es una caída que no habíamos tenido en los últimos 80 años, así que es una caída muy grande en términos de exportación. En términos de importaciones, caerá 25 por ciento en 2020, la mayor reducción en 40 años. Las importaciones tienen mucha relevancia porque se relacionan con la inversión, y lo que más cae son justamente las importaciones de bienes de capital”, explicó.

De acuerdo a los riesgos que traerá esta situación, señaló que la principal será la reprimarización de la economía, aunque ve una perspectiva distinta para el comercio con el Asia. “Son las que menos van a caer, menos 4 por ciento en el caso de China y menos 11 por ciento en el resto de Asia. Están concentradas en exportaciones de minería y alimentos, producciones agrícolas y agropecuarias, que son las únicas que no van a caer. Pero la manufactura va a caer menos 28 por ciento y sobre todo las dirigidas a nuestra propia región. Esto nos preocupa altamente, ya que de enero a mayo del 2020 la caída de las exportaciones ha sido muy generalizada, sobre todo las que van a Estados Unidos y las que van a la propia región”, afirmó.

Sobre el comportamiento de la Alianza del Pacífico, comentó que cae el precio intrarregional y su peso frente a las exportaciones totales. “Todos los mecanismos caen, absolutamente todos, el que menos cae es el mercado común centroamericano, que han logrado hacer un paquete de compras coordinadas, incluso, para farmacéuticos, pero cuando vemos el caso del resto, vemos que en el caso de la Alianza del Pacífico hubo una caída de exportaciones dentro del grupo de menos 19,9 por ciento y su coeficiente intra grupo se contrajo de 2,8 a 2,7. Es el intra bloque que más problemas ha tenido”, resaltó.

En la misma línea, señaló que durante el primer semestre, el comercio al interior de la Alianza del Pacífico se desplomó, sobre todo, en materia de vehículos, textiles y confecciones, papel, maquinaria y equipo. “Son las manufacturas las que tenemos que cautelar en la Alianza del Pacífico. El comercio intra Alianza del Pacífico es reducido, pero es muy importante, porque el 82 por ciento del comercio entre estos cuatro países corresponde a manufacturas y esas manufacturas, sobre todo maquinaria química, petroquímica. A diferencia del comercio con otros socios, como los de Asia, este es muy diversificado sectorialmente. Es un comercio que contribuye a una diversificación productiva y exportadora”, agregó.

De tal manera, afirmó que en la Alianza del Pacífico es importante potenciar a las pequeñas y medianas empresas. “México es uno de los socios más importantes y está importando muy poco de los países de la Alianza del Pacífico. Menos del 1 por ciento de las importaciones de México se originan en la Alianza del Pacífico. Así es que México tiene un papel clave para que se puedan atraer más importaciones de los países de la Alianza”, sostuvo.

Tendencias postpandemia

Debido a las complejidades respecto de la recuperación económica, Alicia Bárcena aludió al cambio de lógica que tendrán algunos actores económicos. “Las empresas, sobre todo las trasnacionales, están buscando más resiliencia que eficiencia. Por lo tanto, van a buscar acercarse a las redes de protección, a las redes de insumo y va a haber mayores presiones por una mayor autonomía productiva”, comentó.

En ese escenario, afirmó que esto abriría oportunidades. “Va a haber un comercio mucho menos abierto, menos multilateral, menos comercio entre los grandes bloques, Asia Pacífico, Norteamérica y Europa, por lo que va a ser más permeado por la geopolítica, la seguridad nacional. Va a haber más conflictos y la OMC no alcanzará a fortalecerse. No quiere decir que se revierta la globalización, pero sí va a haber tres grandes polos, Europa, América del Norte y Asia oriental. Por eso la estrategia de la Alianza del Pacífico de relacionarse con el TECMEC de América del Norte puede ser una alternativa muy interesante como bloque”, destacó.

Por último, llamó la atención sobre la posibilidad de que se aceleren las tendencias de automatización y digitalización. “El mercado digital es importante, pero sin duda urge realmente fortalecer el multilateralismo y fortalecer los acuerdos regionales. Nosotros apostamos a que el mercado regional es mucho mejor porque absorbe mayor número de productos exportados, es un espacio para manufacturas y pymes, y es un espacio para el crecimiento de nuestras propias empresas translatinas, encadenamientos productivos, mercado común digital y farmacéutico”, sentenció.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl