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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Andrés Rodríguez: “La Universidad de Beijing es la mejor universidad de China"

15 mayo 2009

Estudió su Enseñanza Media en Hong Kong, y entre los años 2004 y 2008, estuvo dos veces en China para terminar sus estudios académicos de magíster y doctorado. En la actualidad es docente de la Universidad de Southampton en Inglaterra, donde trabaja en el desarrollo de los estudios chinos. El Portal Chile Asia Pacífico conversó con él de dichos temas y de la importancia de las conexiones académicas chinas con el resto del mundo.

Estudió su Enseñanza Media en Hong Kong, y entre los años 2004 y 2008, estuvo dos veces en China para terminar sus estudios académicos de magíster y doctorado. En la actualidad es docente de la Universidad de Southampton en Inglaterra, donde trabaja en el desarrollo de los estudios chinos. El Portal Chile Asia Pacífico conversó con él de dichos temas y de la importancia de las conexiones académicas chinas con el resto del mundo.

Mi historia con Asia


Mi primer encuentro con el mundo chino comenzó en el año 1992 al ganarme unabeca de los Colegios del Mundo Unido para terminar mi educación secundaria en Hong Kong. Durante dos años tuve el privilegio de estudiar a un alto nivel, enfrentado el hecho de estar lejos de mi familia. Sin embargo, fue un período muy enriquecedor donde entablé amistades con gente tanto de Asia como de otros países del mundo.

Dicha experiencia marcó mi vida de muchas maneras y probablemente explica el por qué terminé especializándome en la historia moderna de dicho país y el hecho de haber vivido ya dos veces más en China (2004 y 2008).

Si bien en Chile hoy el nombre de China, y el tomar cursos de mandarín, se han convertido en algo bastante común, cabe recordar que en 1992 la noción del Asia - Pacifico estaba bastante poco arraigada en la mentalidad de los chilenos. El sólo hecho de irme a un lugar como Hong Kong provocó una gran extrañeza no sólo en mi familia sino también entre mis amistades. 15 años más tarde las cosas han cambiado notablemente. No sólo he vuelto a China, sino que tengo amigos que por razones de trabajo les ha tocado estar destinados en Beijing o en Hong Kong.

Debo admitir que en 1992 tenía pocas o casi ninguna preconcepción de lo que me esperaba en Hong Kong. Y esto principalmente porque ni China ni Asia eran considerados relevantes en nuestro país. Mis primeras impresiones al llegar fueron las de encontrarme con una geografía totalmente distinta a nuestro país. Pude observar entre rascacielos modernos atisbos de una vida más tradicional en los pequeños barrios donde la vida gira en torno a los espacios comunes.

El idioma también es algo que lo marca a uno desde el principio. Los letreros de neón, la publicidad en los paraderos de micro, todo escrito sólo con caracteres chinos es una experiencia que me descolocó y me hizo ver la urgencia de enfrentar la barrera idiomática.

Mi segunda llegada a China


Mi llegada posterior a Beijing en el 2004, y después en el 2008, tuvo relación con el proyecto profesional que me planteé al terminar mis estudios de Historia en la Universidad Católica. Dicho proyecto, que recibió el apoyo importante de la Universidad Católica, planteaba el especializarme en historia de China incluyendo naturalmente un riguroso estudio del idioma. Para dicho proyecto primero tomé un magíster en estudios modernos chinos (Masters in Modern Chinese Studies) de dos años en la Universidad de Oxford. Este exigente programa tenía como objetivo sentar las bases para una posterior especialización en China a nivel de doctorado. Parte esencial de este programa era el estudiar en Beijing por un semestre dedicado solamente al estudio del idioma.

Aquellos seis meses de mi primera estadía en Beijing (2004) no fueron fáciles para mi, y menos para mi esposa, quien viajaba por primera vez a Asia. Los seis meses previos de estudio de chino mandarín en Oxford probaron ser insuficientes lo que hizo que el ‘aterrizaje’, llámese búsqueda de departamento para vivir o entender el sistema de clases en la universidad, fue en muchas ocasiones agobiante.

Estudiar en la mejor de Universidad de China


A pesar de los anteriores contratiempos, reconozco que fue una experiencia realmente privilegiada. Tuve la oportunidad de estudiar en la Universidad de Beijing, la que históricamente ha sido la mejor universidad del país (disputada por la Universidad de Qinghua, claro está) y que forma la futura elite dirigente del país. Su campus, ubicada en el noroeste de Beijing y originalmente perteneciente a una universidad misionera norteamericana (Yenching University) hace que sea de los pocas universidades que gozan de espacios abiertos y verdes para sus estudiantes.

Sin embargo, la ironía es que uno finalmente termina conociendo a más extranjeros estudiando chino que a los propios estudiantes del lugar. El hecho de que además Beida (Universidad de Beijing) aún segrega de cierta forma los espacios entre estudiantes extranjeros y chinos hace más difícil la integración entre estos dos grupos.

La enseñanza de idiomas en la universidad también tenía sus limitaciones. En grupos de a veinte estudiantes a veces se hacía difícil el poder practicar bien la materia vista en clases. Por otro lado la metodología de enseñanza se apegaba aún a una estructura tradicional memorística y que hacía poco dinámica (y efectiva) el aprendizaje del idioma.

Cuatro años más tarde (2008) como parte de mis estudios de doctorado de Oxford tuve el privilegio de ganarme una beca de Harvard para ir nuevamente a Beijing para realizar trabajo de investigación para mi tesis. Como estudiante de postgrado quedé afiliado al departamento de sociología de la Universidad de Beijing y se me asignó un supervisor quien me dio libertad absoluta para realizar mi trabajo.

Respecto a lo anterior, debo reconocer que nuevamente gozaba una posición privilegiada dado el estatus que tiene la Universidad de Beijing en el país. Dicha experiencia fue clave para ir expandiendo mi red de contactos entre académicos chinos los que serán importantes para proyectos de colaboración que tengo pensados en el corto y mediano plazo. Y si bien en toda cultura es importante el ‘contacto’ para entrar a distintos circuitos, en China el contacto (conocido como guanxi) es crucial para cultivar una relación en el largo plazo.

En este sentido la Universidad de Beijing era el lugar ideal para realizar mis estudios, no sólo por la calidad de sus docentes quienes además son de generaciones más jóvenes y críticos, sino también porque la Casa de Estudios ha invertido de fuertemente en su infraestructura y goza de una importante colección de documentos históricos que no se encuentran en ninguna otra parte del país.

Tener un hijo en Beijing


Ese año en Beijing (2008) también fue importante porque correspondió al primer año de vida de mi hijo Matías. Probablemente no haya mejor país que China para tener a un niño tan pequeño. Descontando el problema de la contaminación (¡que no es menor!).

Beijing es una de las ciudades más seguras y tranquilas en la que he vivido. Culturalmente hablando, los niños en China son altamente apreciados porque representan la continuidad de la familia y el futuro sostén de los padres cuando estos están viejos. Nuestra experiencia como papás en Beijing fue maravillosa, y justamente porque uno no tiene las redes de apoyo familiares, es un lugar que acoge bien a los niños y es muy fácil conseguir ayuda para cuidarlos también.

Es difícil comparar las experiencias de estudio entre Chile y China dado a que obedecen a realidades tan distintas. Las diferencias obvias que resaltan es que el mero hecho de ser estudiante extranjero en China hace que tu experiencia de ‘aprendizaje’ ocurra tanto dentro como fuera de las aulas. Toda actividad que se realiza en el día a día sin duda es una lección que se aprende para vivir y entender la sociedad china.

Estudiar en China –Estudiar en Chile


En el plano más practico, creo que las universidades chinas y las chilenas se han tomado muy en serio el desafío de la globalización y el integrarse a los circuitos educativos del primer mundo. Por razones obvias, China atrae más la atención y las universidades como “Beida” pueden darse el lujo de traerse a importantes intelectuales y políticos extranjeros que no necesariamente llegan a Chile.

Por otro lado, al ser uno extranjero en China implica un mayor número de trámites burocráticos. El conseguir una extensión de mi visa antes de iniciarse los juegos olímpicos fue sumamente difícil y obedecía a la estrategia de seguridad del estado chino que limitó el número de visitantes extranjeros en esa época. Sin embargo, mi experiencia en Beida fue sumamente positiva y claramente observé una apuesta muy fuerte de parte de ésta para ser una universidad competitiva a nivel internacional dentro de los próximos cinco a diez años.

Las oportunidades que China ofrece


No hay duda que todo el mundo habla de China como el nuevo ‘paraíso de las oportunidades’. En términos de negocios abundan los empresarios interesados en entablar relaciones comerciales con extranjeros a precios muy competitivos. Sin embargo, aprovechar estas oportunidades requiere entender bien cómo funcionan, entre muchas cosas, las relaciones personales y los rituales (como el banquete) para no pasar malos ratos.

En lo que respecta mi propio campo, el académico, creo que estamos ante una oportunidad única en la historia moderna de este país. Es un momento de apertura que va más allá de lo comercial y donde fluyen las ideas y el conocimiento. Estamos frente a una China cuyos estudiantes y profesorado están ávidos de interactuar con el mundo y establecer relaciones que pueden beneficiar a todos.

Todas estas oportunidades que ofrece China hoy sin duda han marcado mi desarrollo profesional. En estos momentos soy docente en la Universidad de Southampton en Inglaterra y tengo a mi cargo el desarrollo de los estudios chinos dentro de mi disciplina. Las relaciones académicas que hemos podido establecer con instituciones en China como la Universidad de Nanjing han permitido la concreción de programas de intercambio que promueven el diálogo entre académicos de ambos mundos y a la vez ofrece la oportunidad a los estudiantes de un primer acercamiento al mundo asiático.

Con china adentro del cuerpo


Mi experiencia en China en estos años me lleva a pensar que lo más importante es ir con la mente muy abierta y dispuesto a aceptar las diferencias culturales que siempre existirán entre nosotros.

Muchos son los amigos extranjeros que terminan muy frustrados porque esperaban resultados muy rápidos (en los negocios por ejemplo) cuando son otros los ritmos que marcan la vida en China. El donde uno vive y el lugar de estudio también son factores claves que marcarán tu experiencia en China. Hay personas que prefieren la vida del ‘expat’ (expatriado) y que pueden llevar una vida lujosa pero sumamente segregada del mundo chino.

Lo más importante es hacer el esfuerzo de aprender el idioma lo que te abrirá a una diversidad de experiencias que ofrece una ciudad tan cosmopolita y a la vez tan china como es Beijing.


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