Antropología coreana: La cultura coreana en proceso de cambio

Hablar de la cultura coreana puede ser una tarea muy compleja, sobre todo si se observa desde el otro lado del mundo. No obstante, con el libro Korean Anthropology: Contemporary Korean Culture in Flux editado por la Comisión Nacional de Corea de la Unesco esta labor pareciera simplificarse, ya que aborda diversos aspectos tanto de la tradición como del presente de este pueblo, que nos permitirán observar esta nación asiática desde su complejidad y paradojas.

Cultura coreana: una cultura en movimiento

La premisa básica de Korean Anthropology es que la cutlura coreana está en constante cambio. Ello se evidencia en su velocidad de adaptación o resignificación de nuevas realidades. Su historia lo evidencia. Desde la mitad de 1960 Corea experimentó un rápido cambio social.  La modernización, industrialización y urbanización dieron paso a la  mecanización de la sociedad, que anterior a ese periodo dependía, mayormente, de la fuerza humana y animal.

La modernización también mejoró las condiciones habitacionales y cambió la forma en que la gente se vestía. La distribución masiva de  aparatos eléctricos para el hogar transformó la vida diaria de las personas. 

Este ritmo acelerado no ha logrado minar sus tradiciones. En el libro, a partir de decenas de reflexiones de especialistas coreanos y extranjeros de la materia,  se analizan diferentes aspectos asociados a la identidad cultural de este país, tales como su amor por la naturaleza y su espíritu colectivista.

En el primer caso, se señala que para la tradición coreana, la tierra es orgánica. Es decir, es el útero donde crece la vida y siempre será un hogar eterno. Por lo mismo, no debe ser violado. La apropiación o uso de la tierra es comparable a su violación y esto es algo que va contra los principios de la naturaleza.

Este pensamiento explica el interés actual de Corea por el crecimiento y tecnología verde y su opción voluntaria por recortar en 30% sus emisiones para el año 2020.

Para los coreanos la tierra es una entidad viva maternal que posee extraños e infinitos poderes. La tierra es la fuente del principio humano, la proveedora de recursos para mantener la vida y un lugar de reposo para los cuerpos que inevitablemente volverán a ella, una vez muertos.

De hecho, el hogar es la patria, no corrompida por las manos humanas. Regresar al hogar también significa el deseo de regresar a la tierra. Este deseo los lleva incluso, en la actualidad, a cuidarla y buscar alternativas para su explotación no contaminante, convirtiéndolos en líderes en el desarrollo de energías renovables no convencionales.