Asia Pacífico y la crisis económica: perspectivas para el año 2009 (Parte 2)

Por Enrique Ahumada Benítez

La crisis económica mantiene en vilo al mundo, muchos países ya han entrado en recesión, y otros ven con temor como sus expectativas de crecimiento están bajando, como es el caso de Chile, que observa como sus principales destinos de exportaciones están bajando sus compras, como son los países asiáticos, en especial los tres gigantes de la zona: Japón, China e India.

Japón fue el primer país asiático directamente afectado por la crisis subprime, cuando varios de sus bancos arrojaron pérdidas desde el 2007, y sus bolsas de valores se unieron al problema durante el 2008. Actualmente ha visto reducir sus exportaciones, como todos los países de la región, siendo su industria automotriz y tecnológica la más afectada, como es el caso de Kawasaki, cuyo equipo debió renunciar a participar en el mundial de Moto GP debido a sus dificultades financieras o de Panasaonic que cerró algunas plantas en el extranjero y ha detenido planes de inversión.

Para el economista José Díaz, “Japón podría tener una respuesta diferente, y entrar en recesión, pero ellos tienen una historia bien peculiar y no es un tema nuevo el bajo crecimiento”, comenta en relación a que luego de décadas de crecer a más de dos dígitos, a partir de los años 90 han vivido un freno a su economía que prácticamente se ha mantenido, con resultados negativos o a un promedio del 1%, pues su plan es más mantener el actual sistema y no generar desequilibrios.

En tanto Roberto de Andraca, presidente de la CAP (Compañía de Acero del Pacífico) y gran conocedor del mercado nipón, señaló que “estuvo hace poco en Japón, y todos los planes a mediano plazo están frenados". "Todas las empresas estamos mirando a ver cómo sucede. Es como si se estuviera cocinando una sopa, que está muy caliente y baja el fogón y se ve qué pasa. Todos estamos en compás de espera”, explica.

El gigante asiático

El principal cliente de China son los Estados Unidos, por tanto la demanda de sus productos se ha visto disminuida. A eso se suma que la inversión extranjera en su país, proveniente de las industrias internacionales que se han instalado en las zonas costeras, también se ve resentida por la inestabilidad mundial. La única salida que vislumbraron las autoridades de Beijing fue aprovechar la situación para fortalecer la demanda interna.

El plan consiste en inyectar US$ 586 mil millones al sistema financiero, los que serán destinados principalmente a financiar nuevas inversiones en infraestructura y al aumento de la demanda interna. El plan consiste en continuar con la construcción de vías férreas, plantas eléctricas y nucleares, nuevos puertos y aeropuertos, entro otros.

En China existen un total de 300 millones de personas que poseen un poder adquisitivo mayor, son la nueva clase media o los nuevos ricos, que viven en los grandes centros industriales y de negocios de las costas. El problema son el resto de la población, especialmente la rural que ha quedado fuera del desarrollo del país, de manera que a ellos es que se dirige esta medida, como forma de incentivar su consumo.

Sobre este plan, Roberto de Andraca, presidente de la CAP, tiene una opinión tajante, “Cualquier medida que pueda significar agilizar la economía y solucionar sus problemas y que implique el aumento de las compras de materias primas para el caso de Chile, es bienvenida”, esto por probablemente China necesite continuar con la compra de commodities para llevar a cabo estas obras de infraestructura", enfatiza.

La sorprendente estabilidad India

La India es un caso diferente en el Asia, de acuerdo al profesor de la Universidad de Chile, Sergio Carrasco, este país “tiene un mercado interno más desarrollado, han estado sometidos a un verdadero entrenamiento para vivir encerrados, ya que su fenómeno de apertura es reciente y las áreas que están internacionalizadas son pocas”. La apertura económica de la India se produjo recién en los años 90, cuando decidieron cambiar su sistema de tipo socialista y abrirse al mercado y permitir la entrada de la inversión extranjera, pero ese proceso no está completo.

El gobierno aún está preocupado de continuar la modernización del país, con planes de desarrollo interno que no se han detenido pese a la crisis. Con cerca de 600 millones de personas ya integradas al mercado, lo que necesitan es una reforma a su sector financiero. Es más su banca, al parecer está fuera de los problemas con los activos tóxicos (como se conocen a los instrumentos de especulación que originaron la crisis). Pero de acuerdo a Carrasco, “el sistema bancario de la India tiene que entrar a un reciclaje, con normas y regulaciones más modernas y elevar su eficiencia tecnológica”. Siendo este momento el ideal para hacerlo, comenta respecto a la necesidad de que todos accedan a las posibilidades del crédito y el uso de las tarjetas y otros mecanismos para continuar con la demanda.

Por otra parte, Carrasco cree que el naciente sector tecnológico indio si vive un instante de incertidumbre “las proyecciones de crecimiento en cuanto a inversiones han tendido a reducirse, pero la actividad será la misma, pues ellos atienden al primer mundo a través de sus call centers, sin lugar a dudas que bajará esa demanda, pero seguirá funcionando igual, y volverá a reactivarse cuando el sistema se sane”, concluye.