Asia Pacífico y la crisis económica: perspectivas para el año 2009 (Parte 3)

Por Enrique Ahumada Benítez

Las principales economías asiáticas están viendo como sus exportaciones se resienten debido a la crisis financiera, mientras China e India apuntan a fortalecer su demanda interna para sortear las dificultades, Japón esta poniendo freno a sus planes e inversiones. Frente a ello, los países Latinoamericanos correrán distinta suerte, dependiendo de los sectores y la región a donde apunten su comercio exterior.

Las consecuencias para Latinoamérica y Chile

Las consecuencias en Latinoamérica son variadas dado las diferencias de los modelos económicos de los distintos países. Así como México se ve afectado por la disminución de la demanda de Estados Unidos, donde dirige sus envíos manufactureros, otras naciones, especialmente de Centroamérica ven la disminución de la entrada de remesas, pues el desempleo en Norteamérica afecta en gran parte a los inmigrantes.

En el caso de las naciones exportadoras de materias primas su salvación está justamente en el Asia, puesto que India y China con sus planes de desarrollo interno continuarían demandando commodities. Tal es la opinión de Sergio Carrasco, profesor de la Universidad de Chile. “Lo único que puedo decir es que tanto China como India van a seguir comprando cobre y otros recursos naturales. De hecho el cobre ha ido subiendo un poco, por que justamente países como India se han dedicado a hacer stock, ahora que está barato, en el momento en que se estabilice el precio, debido a la demanda, seguramente las ventas se normalizarán”, dice.

En tanto, José Díaz, economista de la Universidad Católica, no ve tan claro una pronta mejora a la actual situación. “Chile se verá afectado por la baja en su demanda, es decir en nuestras exportaciones. Si estos países crecen más lento, entonces van a demandar menos nuestros productos y eso incidirá en nuestros ingresos”, comenta. De esta manera todo dependería del éxito de las medidas adoptadas por los gobiernos asiáticos.

Aunque en este tema hay visiones un poco más optimistas, como la de Xulio Rios, director del Observatorio de la Política China , pues considera que “Latinoamérica tiene importantes oportunidades en este contexto que debiera esforzarse por aprovechar, tendiendo puentes e intensificando la cooperación con las principales economías de la región que ahora necesitan contemplar, con otros ojos, otros marcos regionales, a fin de diversificar riesgos y estimular los procesos de intercambio”, y agrega que “sería el tiempo de dar un impulso a los procesos de integración sobre la base concreta de proyectar en una nueva dimensión las relaciones con las economías asiáticas”.

Por lo pronto la baja en la demanda de recursos naturales ya se siente en toda Latinoamérica, lo que unido al problema del sector financiero, está generando desempleo, que es el principal temor de gobiernos y la sociedad en general. Por ahora ya se ve una baja demanda de bienes de capital (maquinaria, tecnología), debido a que las empresas están parando sus planes de expansión o modernización.

Lo paradójico es que, como siempre pasa en períodos de dificultades económicas, los precios de los bienes de consumo bajan, de manera que las tiendas no quedarán vacías de productos asiáticos, por ejemplo, los que además estarán en oferta, el problema es que el consumidor no estará en condiciones de comprar, ni endeudarse.