Auto eléctrico en Chile: precio, ventajas y peligros del Reva

La llegada a Chile de un automóvil que ayude a contrarrestar los efectos de las constantes alzas en el precio de los combustibles y que prometa disminuir los altos niveles de contaminación de muchas de nuestras ciudades, siempre será digna de un análisis. Es por ello que hoy nos ocuparemos de, calculadora en mano, tirar cifras sobre la joyita eléctrica de Endesa: el Reva.

Hace unos días Cam, filial del grupo Endesa, presentó en Santiago este pequeño motorizado de fabricación india, y la noticia se convirtió en comentario obligado. Tener un vehículo que se cargue con sólo enchufarlo y que no contamine es el sueño de muchos, pero, ¿los números lo apoyan?.

Antes de entrar a lo netamente monetario es necesario hablar de las características del Reva. Ensamblado en Bangalore, India, este "pequeñín" cuenta con 1,5 metros de alto, 1,3 de ancho y 2,6 de largo, lo que lo asimila fácilmente a un modelo "de juguete". De hecho, existe un modelo de Reva en Europa adaptado con el diseño de Barbie. Y es que este auto está pensado para circular en ciudades congestionadas: alcanza una velocidad máxima de 80 km/h, acelerando de 0 a 40 km/h en casi 8 segundos y para cargar al 100% su batería se debe conectar durante 8 horas a 220 voltios, lo que permite 80 kilómetros de autonomía.

Aquí comienzan las sonrisas, ya que la conexión del Reva a la corriente eléctrica tiene un costo aproximado de $130 por hora. Es decir, un poco más de $1.000 por recorrer 80 kilómetros. Nada mal, si consideramos que un automóvil convencional gastaría en igual kilometraje, aproximadamente $2.400 pesos. Punto para el Reva.

"Baterías se venden por separado"

Para Cam, el Reva es hoy "la mejor alternativa, a nivel mundial, en el mercado de los vehículos eléctricos" con más de 2.500 unidades vendidas en países como Inglaterra, España, Italia y Japón, constituyéndose como "una alternativa 100% amigable con el medio ambiente, en comparación con aquellos que usan combustibles fósiles y otros que generan bajos niveles de emisión, como los "híbridos". Sin embargo, los rostros felices de posibles compradores cambian al conocer, por ejemplo, el precio de las baterías: $700.000 y se deben reciclar, en promedio, cada dos años, pues duran 600 recargas. Punto en contra, muy en contra, si tenemos en cuenta que, en su versión básica, el Reva tendrá un valor de $6.700.000, aumentado al agregarle asientos de cuero, sistema de cierre centralizado, o radio con MP3. Punto en contra.

¿Seguridad?

En varios países en los que se ha comercializado, el Reva ha sido criticado por sus medidas de seguridad. Si bien posee  una estructura reforzada con barras de acero, su carrocería es de fibra de vidrio y no cuenta con un habitáculo deformable, lo que sumado a sus dimensiones y a su falta de airbags dan para pensar qué ocurriría al verse involucrado en un accidente violento.

Y si bien en su sitio web asegura que durante 2008 se han hecho mejoras a su sistema de seguridad, en abril del año pasado, el programa Top Gear, especializado en el tema y considerado el más importante del mundo, realizó una prueba al Reva, haciéndolo colisionar a 64 km/h contra una barrera deformable, simulando el choque con otro automóvil. Y los resultados fueron terroríficos:  el Reva quedó destruído y el muñeco que hacía de conductor, el conocido "dummy", terminó destrozado entre los metales.

Los resultados llevaron a que Australia lo retirara de su mercado por considerarlo inseguro. El Departamento de Tránsito de Inglaterra le dio otra oportunidad y realizó otro test, bajo los parámetros locales, es decir, cambiando los 64 km/h de la velocidad de impacto a sólo 56 km/h. El informe final asegura que el conductor "quedó atrapado entre los restos del automóvil, sufriendo lesiones significativas en su cabeza y extremidades inferiores que pueden causar la muerte". ¿Es necesario decir que el punto es en contra?

Impacto ambiental

Punto a favor. Es indesmentible que un auto con cero emisión ayuda al medio ambiente. No obstante, de poco sirve si su uso no se torna masivo, lo que se ve con el Reva muy poco probable, debido a su alto costo. Y en un país como Chile, cuyo sistema eléctrico no está sustentado en las llamadas "energías limpias", cada carga del Reva a la red eléctrica, significará que, "del otro lado del enchufe", pueda haber una planta, a carbón o diesel, contaminando.