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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Los avances de la región Asia Pacífico en reducir las brechas de género en la economía

20 agosto 2018

Si bien las brechas salariales y la inclusión de la mujer en la economía son largos caminos para recorrer, sobre todo en las principales economías regionales como Japón, China o Corea del Sur, la OCDE destaca la continuidad de Nueva Zelandia y Filipinas en la integración de la mujer en la economía digital y la representación política.

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A propósito del proyecto de ley que busca modificar la carta fundamental para establecer elementos determinantes del salario mínimo y asegurar la igualdad entre hombres y mujeres en materia salarial, revisamos los avances en brechas de género en la región Asia Pacífico. La reducción de las brechas y los avances en la inclusión de mujeres en la economía, forman parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº5, que busca lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. Más detalles de este panorama, en la siguiente nota.

OCDE reconoce avances pero insta a los países del grupo a incrementar esfuerzos

Fue una de las principales conclusiones de la OCDE en cuanto a que en efecto se han logrado progresos en la reducción de las brechas salariales entre hombres y mujeres entre sus países miembros, sin embargo han sido poco efectivos. En su informe de octubre de 2017 La búsqueda de la igualdad de género señala que esta es una “batalla cuesta arriba” pues las brechas en las áreas económica y social persisten, más aún si se considera que las economías del grupo han crecido durante los últimos cinco años.

Más aún, el informe de la organización muestra que la diferencia entre trabajadores y trabajadoras se explica en un 15 por ciento. Esta realidad no solo se explica porque las mujeres no tengan una presencia significativa en áreas como la ciencia, la tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), sino por deficiencias en la inclusión de la mujer en el el mercado laboral y en puestos de alta gerencia. “Las mujeres tienen menos probabilidades de ser emprendedoras y los emprendimientos de las mujeres reciben menos ingresos que los liderados por hombres. Esta brecha tiende a incrementarse con la edad“, señala el informe.

Para revertir la ampliación de las brechas, la OCDE recomienda la inversión en oportunidades para mujeres líderes, como programas de mentores y apoyo en redes. Adicionalmente, propone cambios en los modelos gerenciales, tradicionalmente masculinizados, y cambiar las normas que estereotipan por género, con el fin de permitir el ascenso de mujeres a las posiciones de liderazgo. Sin embargo, reconoce que dos tercios de los países miembros han llevado a cabo prácticas para generar condiciones de igualdad en los salarios, como implementar procesos de transparencia en las remuneraciones y llevar a cabo políticas de subsidio para el cuidado de los niños.

Los avances en la región Asia Pacífico

Pese que la región Asia Pacífico es considerada como la tercera a nivel mundial con mayores brechas entre hombres y mujeres, Nueva Zelandia y Filipinas se posicionan en el noveno y décimo lugar respectivamente. En ambos casos las iniciativas para incluir a la mujer en el sector público y privado con mejores condiciones de igualdad salarial con sus pares hombres, han sido impulsadas desde el Estado.

Una muestra de ello es el caso del Lighting Lab XX, en Wellington, Nueva Zelandia. Se trata de un programa público-privado para acelerar negocios de mujeres durante cuatro meses. El objetivo es alentar a mujeres emprendedoras para que tengan un buen comienzo gracias a un servicio de mentores y un capital de más de 12 mil dólares. Aunque el programa pide a cambio una pequeña participación de las ganancias de la empresa, recibe fondos del Ministerio de Negocios, Innovación y Empleo del país oceánico. Adicionalmente, y luego de percibir los avances considerables en el desarrollo de los servicios, se sumaron a este programa compañías de renombre internacional como Microsoft, ANZ Bank, Simmonds, entre otras.

En el caso de la inclusión de la mujer en el sector público, Filipinas ha mostrado avances en cuanto a la inclusión en el Parlamento. Al igual que otros países de la región como Timor Oriental, establecieron cuotas fijas para la presentación de candidaturas, sin embargo en el caso filipino la integración de la mujer se ha logrado gracias a un cambio en la cultura de la representación, es decir, por una valoración creciente de los liderazgos femeninos por parte de los votantes, los partidos políticos de manera voluntaria han aumentado los espacios de participación, además de llevar a cabo campañas para promover el liderazgo femenino en las regiones.

Una mirada regional de los avances en la reducción de las brechas entrega el informe Avances en la equidad en Asia Pacífico, elaborado por Naciones Unidas y el Instituto McKinsey, donde se reconoce tanto a Nueva Zelandia como a Filipinas, pero también a Australia y Singapur como los líderes regionales en la materia. Principalmente por la integración de mujeres en la educación, en el avance de los derechos maternales y salud reproductivo y la amplia cobertura de programas de financiamiento para el emprendimiento digital.

El informe reconoce los avances de estos cuatro países de la región, sin embargo recomienda que desde las políticas públicas, las compañías y los Organismos No Gubernamentales, se ponga énfasis en cinco áreas clave para la inclusión de la mujer en el mercado y disminuir las brechas económicas con los hombres:

  1. - Aumentar la participación de la mujer en la fuerza laborales
  2. - Equilibrar la representación, tanto en política como en puestos gerenciales
  3. - Resaltar públicamente los beneficios sociales de mejorar el acceso a las mujeres a la tecnología digital
  4. - Cambiar las actitudes y la imagen sobre el rol de la mujer en la sociedad y el trabajo
  5. - Colaborar regionalmente en soluciones para empoderar y mejorar la equidad de género

Ahora bien, la recomendación para avanzar en estas áreas no solamente se fundamenta en el avance de los derechos humanos, también en el ciclo virtuoso que produce la inclusión de la mujer en la economía. Pues se estima que si se logran estándares proporcionales de equidad de género para el año 2025, la región Asia Pacífico aumentaría su actual Producto Interno Bruto en un 12 por ciento, lo que en términos monetarios es equivalente al PIB de Alemania y Austria juntos.

Proyecto para asegurar la igualdad salarial entre hombres y mujeres

Aunque la OCDE reconoce los esfuerzos realizados en nuestro país para aumentar la participación de mujeres la fuerza laboral, al igual que el resto de los países del grupo aún tiene una empinada cuesta arriba para mejorar en todos los indicadores. Sin embargo, desde el Parlamento y entre otras iniciativas, se presentó el proyecto para asegurar la igualdad salarial entre hombres y mujeres. La posibilidad de legislar sobre este asunto fue valorada por la diputada Gael Yeomans, para quien esto es un avance. “Una brecha del 15 por ciento, es decir que trabajando lo mismo ganamos un 15 por ciento menos, lo que es inexplicable y vulnera derechos. Sin embargo, creo que tenemos que ir más allá, porque generalmente donde se generan estas diferencias es también que las mujeres realizan labores que son más precarizadas, o que están peor evaluadas y valoradas económicamente que los hombres”, señaló.

En relación a la incorporación de la mujer en el mercado laboral, la parlamentaria se mostró de acuerdo con avanzar en una mayor inclusión. “Me parece que es importante generar un diálogo que involucre a todos los sectores, desde el privado, pero también a los trabajadores, y que veamos cómo avanzamos en el desarrollo del país. Creo que debería importarle al sector privado que estemos en mejores condiciones, porque eso también permite que el trabajo se haga de mejor manera. Por lo que creo que tener esa visión hace falta y, desde la unidad, avanzar hacia un mejor país, es lo que deberíamos buscar entre todos los sectores”, agregó.

Por último, sobre los desafíos legislativos en esta materia, coincidió con la OCDE en relación a que aún tenemos mucho por hacer. “Hay muchas temáticas que se abren y que son interesantes, unas que tienen que ver con el cuidado de los hijos y del hogar, que esa función naturalmente las tenemos las mujeres y poner eso en duda en el sentido de que la institución también se haga cargo, pero también de que exista corresponsabilidad como principio, es decir que los hombres también se hagan cargo de esas funciones de manera equitativa, me parece que debería ser la misión que a nosotros al menos nos oriente para emprender distintos proyectos legislativos, uno de ellos es la sala de cuna universal que me parece interesante, pero que sea universal efectiva, es decir que no solo se aplique en las grandes letras, sino también en la letra chica. Esto implicaría que no solamente que aquellos hombres que tengan el cuidado de sus hijos puedan acceder a las salas cunas, sino también otros hombres que ejerzan de manera corresponsable las labores del cuidado de sus hijos, entonces hacia allá hay que caminar y, por otro lado, en las condiciones laborales de las mujeres y que en realidad tiene que ver con la situación de precariedad de aquellos empleos que hoy son mal pagados y están en malas condiciones”, sentenció.


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