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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Chile-Japón: una amistad centenaria

02 septiembre 2007

110 años ha pasado desde que Chile estableció el primer vínculo diplomático con Japón, durante esta trayectoria numerosos hitos han ido perfilando la cercana relación bilateral entre ambas naciones.

Por David Azócar

110 años ha pasado desde que Chile estableció el primer vínculo diplomático con Japón, durante esta trayectoria numerosos hitos han ido perfilando la cercana relación bilateral entre ambas naciones.

Este mes se conmemorará este largo camino, motivo por el cual la Presidenta Michelle Bachelet entre el 2 y 5 de septiembre realizará una visita oficial a Japón en que asistirá a un almuerzo en su honor ofrecido por sus Majestades el Emperador y la Emperatriz. Además se reunirá con el Primer Ministro Shinzo Abe, con quién celebrará la entrada en vigor del TLC.

Pero ¿cómo se inició esta amistad, que traspasa los planos comerciales?

Un comienzo marcado por lo naval

El primer encuentro con el pueblo nipón se remonta a 1867, año en que un barco japonés, en busca de nuevas rutas comerciales, desembarca en Punta Arenas.

Treinta años más tarde, y gracias a que se establecen los primeros contactos oficiales en San Francisco, a través de los cónsules, Chile y Japón firman en 1897 el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, con lo que se marca el comienzo de las relaciones bilaterales.

Las recién formalizada relación comercial dio pie a una anécdota en la historia de la amistad entre nuestros países: la Armada Imperial japonesa, en 1985, compró e incorporó a su flota al buque de guerra chileno la “Esmeralda”, que recibe el nombre de “Izumi” y es recordado por su papel en la guerra ruso-japonesa.

Luego del tratado, en 1899, Carlos Morla fue enviado a Tokio para establecerse como el primer representante diplomático de Chile en ese país, pero un año después debió regresar a Washington. A cargo de la misión quedó Luis Izquierdo, exitoso cónsul en Yokohama, que logró dejar libre de gravámenes al salitre chileno exportado a Japón.

Las relaciones se mantuvieron a nivel consular, hasta que en marzo de 1909, el presidente Pedro Montt recibe en la Moneda las cartas credenciales del primer Embajador japonés en Chile, Eki Hioki, quién expresó  "el sincero deseo de mantener y fomentar las buenas relaciones que tan felizmente existen entre el Imperio del Japón y la República de Chile".

Frente a este gesto el Congreso aprobó el envío de un Embajador a la representación chilena en Tokio, y el elegido fue Anselmo Hevia Riquelme, quien se presentó ante el Emperador en marzo de 1910.

Más que una relación comercial

En 1920 el número de japoneses viviendo en Chile ya era de 557, una gran cantidad ante la cifra que se estimaba en 1875, dos japoneses en todo el país.

Durante los años que siguieron las relaciones se mantuvieron tranquilas y se concentraron primordialmente en el comercio y la navegación. Además, demostrando intenciones de profundizar los vínculos en 1940, el gobierno de Japón inauguró en Chile el Instituto Chileno-Japonés de Cultura.

Sin embargo, la amistad entre ambos países se vio afectada cuando lo nipones combatieron en la Segunda Guerra Mundial, ya que el Presidente Juan Antonio Ríos el año ‘43 suspende las relaciones con los países del Eje. Lo que se agravaba en 1945, cuatro meses antes de la rendición de Japón, cuando les declara la guerra.

Esta situación de enemistad sólo dura hasta 1949, año en que se reabre el comercio. Además en 1951 Chile suscribe en San Francisco el Tratado de Paz con Japón. En 1952 se reanudan las relaciones diplomáticas. Y así en 1957, cuando los gobiernos de Chile y Japón acuerdan elevar a Embajadas sus Legaciones y en 1959, con la visita a Chile del Primer Ministro de Japón, Nobusuki Kishi, todos los impasses habían sido superados.

En las épocas siguientes el gobierno japonés instala varias agencias de apoyo en nuestro país, que incluyen la Japan External Trade Organization o JETRO en el año ‘63, la Cámara Chilena-Japonesa de Industria y Comercio en el ‘80, y la Japan Internacional Cooperation Agency o JICA en el ‘83.

En 1993 se instaura el Comité Siglo XXI para la Cuenca del Pacifico entre Japón y América Latina, Capitulo Chileno, constituido por miembros del ámbito económico, del académico y de los medios de comunicación, y que tiene como objetivo ser una instancia de libre intercambio de opiniones para incrementar y desarrollar una relación mas amplia que comprenda las áreas política, cultural y académica.

Intercambio de visitas

Las relaciones con Japón permanecieron relegadas al ámbito de las organizaciones o del comercio, hasta que en 1992 el Presidente de la República Patricio Alywin da un paso en materia política al realizar la primera visita oficial a Japón, durante la que se celebra la primera reunión de Grupos de Parlamentarios Chile-Japón.

Desde entonces todos los presidentes que hemos tenido han realizado visitas oficiales a ese país: Eduardo Frei Ruiz-Tagle en 1994 y 1997 y el Ricardo Lagos en 2003.

En Chile también hemos recibido importantes representantes del gobierno japonés, incluyendo Primer Ministro del Japón Ryutaro Hashimoto el año ’96, las Altezas Imperiales el Príncipe y la Princesa Hitachi en el año ’97, y en el 2004 el Primer Ministro Junichiro Koizumi, con motivo de la cumbre de líderes de APEC, ocasión en la cual se anunciaron las intenciones de estudiar la factibilidad de un Tratado de Libre Comercio (TLC).

Entre el 23 y 24 de febrero del año 2006, en Tokio, se desarrolló la primera ronda de negociaciones para la suscripción de un TLC. El 19 de mayo se da inicio a la segunda parte, esta vez en Santiago. Y el 22 de septiembre finalizaron las negociaciones.

En marzo del 2007 los ministros de Relaciones Exteriores de Chile, Alejandro Foxley, y de Japón, Taro Aso, firman el TLC Chile-Japón.

En la actualidad se estima son 1.143 japoneses residiendo en Chile, y 2.600 residentes de descendencia japonesa en total. Y los chilenos residiendo en Japón son sólo 371.

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