¿Chile país plataforma para Asia Pacífico?: los expertos opinan

El dinamismo del comercio con Asia obliga a una constante reconfiguración de estrategias. Chile, pionero sudamericano en esos mercados, se perfiló hace años como el país puente entre ambas costas del Pacífico. Este rol, sin embargo, parece estar desplazándose hacia países vecinos que han atraído fuertes inversiones chinas. ¿Está Chile perdiendo fuerza? Revisemos los comentarios de expertos sobre la postura de nuestro país y las oportunidades del Asia Pacífico.

Para Sebastián Poli, gerente de Imex International Trading Co. y varios años residente de Shanghai, las cifras de inversión en Perú y Colombia no tienen que ver ni con competencia ni el empuje de la estrategia chilena, sino que obedece a los estadios anteriores en que se encuentran esos países en materia de apertura y desarrollo de infraestructura. Tanmpoco se trata de que quien se convierta en el país puente va a ser el que concentre los beneficios de la relación comercial con los mercados asiáticos. Lejos de esos estereotipos, Poli plantea una problemática más avanzada. El asunto relevante en la propuesta chilena, no es el qué venderle a los chinos o si es que van a llegar a nuestras costas o no, sino “cómo vamos a manejar la invasión de las necesidades chinas y a generar la disponibilidad de productos sin destruir el medio ambiente. Si los chinos consumieran como los norteamericanos, necesitaríamos dos veces la producción mundial sólo para ellos. Hay que centrarse en cómo generar la producción sin dejar una huella ecológica en Chile”. En la medida en que avancemos en eso, “Chile como país plataforma va a tener algo distinto que ofrecer”.

Para el director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Católica, Marcos Jaramillo, la apuesta chilena debe centrarse en las inversiones en la producción de “tecnología y naturaleza, con la especialización en productos sanos, dietéticos, sin químicos. Chile es una isla fitosanitaria y eso puede darle un valor agregado a nuestra agricultura. Los mercados de China, Japón y Corea exigen productos sanos. Brasil y Argentina pueden producir mucho más cantidad que Chile, pero eso es irrelevante si es que nuestro país tiene ese valor agregado. Si Chile se potencia como un país natural, esa va a ser una ganancia para las futuras generaciones”.

Una alternativa para lograr destacarse como país plataforma según Jaramillo, es la especializarse en atraer inversiones relativas a la industria de alta tecnología. Para ello, el profesor y ex residente de Japón, propone salir sistemáticamente a contactar a las más de 8000 compañías japonesas productoras de tecnología y ofrecerles garantías para que formen joint ventures con empresas chilenas. “Por sus características insulares, esas compañías jamás llegarán a Chile por sí solas, al menos que las vayamos a buscar con pinzas. Eso nos daría un potencial tecnológico enorme y le daría sentido a una estrategia basada en la ventaja chilena que consiste en una masa crítica de población educada”.

En la misma línea, el subdirector internacional de Pro-Chile, Carlos Honorato, sostiene que la idea de Chile país plataforma no debe ser abandonada. Sino que se trata de ir ajustando el enfoque y de adaptarse al dinamismo de la economía internacional y a la oferta nacional. “Si hoy el foco económico está en Asia o en otro lugar del mundo, tenemos que ir rápidamente acomodando nuestra infraestructura y estrategia para esa área. Pro Chile tiene 4 oficinas en China y 16 en Asia, por ejemplo. Durante el 2010 y 2011 nos dedicamos a modernizar nuestra oferta de servicios en esa zona. El 2012 va a ser el año de la consolidación”. Entre los nuevos aspectos que cubre Pro Chile en esta nueva etapa de modernización, se encuentra un énfasis en la exportación de industria de servicios. Hasta hace poco, este sector industrial más sofisticado no estaba lo suficientemente representado en nuestras políticas de fomento a la exportación, a pesar de “que representa el 50 por ciento de nuestra capacidad exportadora”. Honorato sostiene que también hay que considerar la exportación de productos no tradicionales, que tiene alta incidencia en la pequeña y mediana industria y que “creció en un 20 por ciento en el 2010-11”. En cuanto a los campos a desarrollar en la oferta chilena, Honorato destacó los esfuerzos actuales del gobierno por fomentar un “Silicon Valley” nacional. Respecto del desarrollo de la tecnología y servicios, agregó que, por ejemplo, “gracias a nuestros cielos estrellados, Chile va a concentrar el 70 por ciento de los telescopios del mundo. Eso infiere una industria específica de servicios, como la educación, y que van a girar en torno a eso”.

Acerca de la fuerte inversión que han concretado Perú y Colombia desde China, Honorato especificó que no hay que sacar cuentas tempranas, pues “de los 200 mil millones de dólares que se invertirán en el rubro minería en los próximos años, 70 mil millones van a ser depositados en Chile”.