María Cristina Sasco y cómo enfrentar las diferencias culturales en Shanghai

Por David Azócar

Vive en Shanghai desde noviembre de 2008 junto a su esposo y en dicha latitudes trabaja como product manager de la Pathfinder Trading Company. Esta chilena que eligió China como lugar de vida por su dinámica economía, conversó con nuestro Portal para contarnos sobre las diferencias socioculturales entre nuestro país y el hoy llamada Fábrica del Mundo.

Un largo viaje para llegar a Shanghai

Llegar a Shanghai fue algo bastante duro, fueron dos días de viaje y me bajé del avión muy cansada, afortunadamente nos estaban esperando en el aeropuerto para llevarnos al hotel.

Al subirnos al vehículo me quedé casi sin decir palabras, porque estaba tratando de absorber todo lo que veía: caras diferentes, bicicletas, motos, bocinazos, mucho taco, letreros que no entendía y lugares que no reconocía. Mi primer pensamiento fue: ¡A donde me vine a meter! Pero con el paso de los días todo se fue haciendo más familiar y cercano.

China para los recién casados

Venirnos a China fue para nosotros (mi marido y yo) una decisión rápida de tomar, sin mucho análisis ni cuestionamientos. Estábamos recién casados y dentro de nuestros planes estaba vivir fuera de Chile por un tiempo. Cuando surgió la oportunidad, por el trabajo de mi marido, no dudamos en tomarla y siento que fue una decisión acertada.

Tanto Rodrigo como yo, habíamos vivido en el extranjero, pero hacerlo en China es una experiencia completamente distinta. No sólo necesitas aprender de la cultura, sino que hay que abrir la mente para aceptar y entender que el racionamiento occidental no es siempre el único correcto y que existen otras formas, otros códigos que hay que adoptar y sobre todo respetar.

Venirse a vivir a China implica acostumbrarse a que muchas veces las cosas toman más tiempo del que esperas, ya que la barrera del idioma, en ocasiones, dificulta incluso las labores más simples. No obstante, es una experiencia gratificante y por sobre todo de un aprendizaje constante.

Las incontables diferencias entre vivir en China y vivir en Chile

Las diferencias entre vivir en China y vivir en Chile son incontables. Somos tan distintos culturalmente unos de otros, tenemos distintos códigos de conductas, distintos gustos culinarios, que es difícil señalarlo todo.

Hay situaciones comunes que chocan bastante, no es nada raro ir por la calle y que hombres y mujeres le escupan al lado, pero uno se acostumbra y aprende abstraerse de los ruidos extraños y mirar hacia otro lado, pero claro ahí es cuando se echa de menos Chile.

Otras más obvias son el idioma, que como cuenta con distintos tonos muchas veces nos suenan a reto frases que finalmente no eran tales, también está el gran número de personas en las calles y las dimensiones de las ciudades. Shanghai es una metrópolis enorme con más habitantes que la población de Chile completo. Sin embargo, lo que realmente destaco es que la gente es buena, es un país muy seguro y con un nivel de delincuencia bajísimo.

Los contrastes dentro de China

China es un país gigante, con una capacidad de adaptarse a las necesidades globales de manera impresionante. Me ha tocado ver en terreno dueños de fábricas que trabajaron en el campo en su niñez y ahora son empresarios "self made" que manejan fábricas con exportaciones a todo el mundo.

El otro lado de la moneda es que existe una pobreza tremenda y hay gente que no ha podido surgir y deben seguir trabajando generación tras generación en fábricas en condiciones precarias.