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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

China: Los hijos únicos del gigante asiático

09 octubre 2007

Una de cada cinco personas de este mundo ha nacido en país del dragón, con 1320 millones de habitantes y la cifra no se detiene, las autoridades chinas tomaron a fines de los setentas una de las políticas de planificación familiar más agresivas realizadas por un estado contemporáneo, “Sólo un hijo por pareja”. Veintiocho años después le damos una ojeada a este controversial, pero altamente efectivo plan.

Por David Azócar


Una de cada cinco personas de este mundo ha nacido en el país del dragón, son 1.320 millones de habitantes y la cifra no se detiene, las autoridades chinas tomaron a fines de los setentas una de las políticas de planificación familiar más agresivas realizadas por un estado contemporáneo, “Sólo un hijo por pareja”. Veintiocho años después le damos una ojeada a este controversial, pero altamente efectivo plan.

Hagamos una analogía para dimensionar el tema, los habitantes de Chile somos algo más que dieciséis millones, cifra 82 veces menor (proporcionalmente) que la población que hoy tiene China. Esto da la sensación que la natalidad estuviese desatada, pero no es así, ya que nacen menos hijos por pareja que en nuestra nación. ¿Cómo puede darse esta paradoja? Descubrámoslo.

Viajemos al primero de octubre de 1949, Mao Zedong proclamaba el nacimiento de la República Popular China en la plaza de Tiananmen, bajo su mando tenía nada menos que a 560 millones de habitantes. Eran tiempos en que el gobierno de Beijing, llamaba a su pueblo a tener más hijos ya que dicho aumento demográfico iría asociado también a un desarrollo económico, pero no fue así (por lo menos no de inmediato).

La política del “Salto hacia delante” aplicado durante la década de los 60’ provocó una serie de ajustes en la economía china, que habrían de ser corregidos en las décadas siguientes, pero que desató la muerte de casi 30 millones de vidas humanas (casi el doble de la población de Chile en el presente año) a causa de la hambruna. Cifras dramáticas desde todo punto de vista, pero que no fueron capaces de evitar que para el año 1979, el país alcanzara las 1.000 millones de almas.

La Medida

En 1979 las autoridades chinas decidieron poner en práctica una dura política antinatalista con el fin de impulsar el desarrollo económico, optimizar los recursos y elevar el bienestar de la población, el gobierno comprendió que la presión demográfica ponía en riesgo que el país no alcanzase a alimentar a su propia gente y se lo tomó en serio. Así comenzó la campaña bajo el eslogan “una pareja, un hijo”, para esa fecha las parejas tenían, en promedio, 2,75 hijos. El 2006 habían bajado a 1,72. Chile tiene hoy 1,9% por pareja según el INE.

El Partido comunista chino, encabezado por Den Xiaoping, diseñó una serie de medidas para lograr su objetivo, entre ellos había una serie de beneficios para quienes respetaran la “cuota” de un hijo por pareja y una batería de penalizaciones para quienes las infringieran. Aunque se permiten números mayores en algunas áreas especiales o en ciertas minorías étnicas, especialmente si son de tamaño muy reducido.

Entre los beneficios se contaba, por ejemplo, con mayores asignaciones de grano, concesión más rápida de alojamiento y derecho a viviendas más espaciosas o bien obtención de equipamiento doméstico. Por el contrario, quienes no siguiesen la política gubernamental no sólo perderían las facilidades antes mencionadas, sino que recibirían fuertes multas, que hoy llegan a ser equivalentes a más de tres años de sueldo de los padres, y, en algunos casos, incluso se sancionaba con el despido laboral.

En el camino de lograr el control demográfico han ocurrido una serie de hechos no deseados, como el aumento de los abortos, figura legal en china, y lo que es peor aún que muchos de ellos se realizan de manera tardía, es decir, después de las 24 semanas de gestación. Ya en 1992 quedó registrado que un tercio de los 624.000 abortos practicados en la provincia de Cantón se produjeron en dichas condiciones.

Por si fuera poco son en gran medida selectivos, pues de acuerdo con las estadísticas oficiales, el 97,5% de los bebés abortados son niñas. Esto responde a la creencia de que son los hijos los que dan soporte a la familia y son ellos los que cuidan a sus padres, ya que la hija se va con la familia del marido. Esto ha decantado entre otras cosas al abandono de niñas y del infanticidio femenino, especialmente en el ámbito rural, que significa, más del 70 de la población del país (cerca de 800 millones).

El Estado chino ha hecho notables esfuerzos por detener dicho proceso y está castigando esa práctica, por lo demás prohibida, cerrando hospitales, sancionando a parteras ilegales que realizan dichas acciones y estimulando el uso de métodos anticonceptivos.

Los hechos anteriores han decantado en que están naciendo muchos más varones, llegando a proporciones extremas de hasta 164 niños por cada 100 niñas, en la población menor de cuatro años (provincia de Lianyugang), lo que hará que millones de jóvenes no encontrarán pareja en el futuro. Un total de 99 ciudades tienen proporciones de género superiores a 125, informó Xinhua citando a la Asociación de Planificación Familiar de China.

Otra problemática que ha molestado a la población china, es que la política de la natalidad no es igual para todos, porque hace diferencias entre ciudades y zonas rurales y sobre las diferentes etnias. Un ejemplo, en metrópolis como Beijing o Shanghai, sólo se puede tener un hijo por pareja, mientras que en el campo, muchas veces esa cifra aumenta a dos y hasta tres descendientes. El motivo sería que siguen siendo, a vista del gobierno, necesarias más manos en el campo.

Al mismo tiempo, China posee una gran diversidad de regiones en su interior y una variedad de grupos étnicos, el mayoritario es el Han que representa el 91,96% de la población, ellos viven todo el rigor de la política del hijo único. Mientras que todas aquellas minorías como la Tibetana, Mongolia, Uighur, Miao, Chiang pueden tener hasta cuatro hijos.

Como se puede apreciar, esta política es mucho más compleja de lo que se ve a simple vista y tiene muchas hebras en lo referente a sus repercusiones. Algunas investigaciones mencionan que se ha relajado y que realmente serían 1600 millones, casi 300 más que la cifras oficiales, sin embargo el Estado niega dichas afirmaciones y apuesta a mantener su control hasta al menos el 2020, fecha que esperan estabilizar la población, en lo que han llamado equilibrio.

En los últimos 25 años, China le ha ahorrado al mundo 400 millones de habitantes. Con eso se ha economizado mucho a sí misma y ha evitado impactos aun más considerables y dolorosos que los que sufre actualmente en el medio ambiente y en el consumo de recursos, y ha aliviado el desempleo y la pobreza, estima Wu Camping, profesora de estudios sobre la población de la Universidad Renmin de Beijing.


Sólo el tiempo dirá si la política del hijo único deberá mantenerse o relajarse.


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