China y su plan de acción antiepidémico

A raíz del brote epidémico de meningitis W135 que se produjo en Chile durante noviembre, analizamos el "Plan de Contingencia" de China para actuar ante una epidemia de este tipo, que incluye los pasos a seguir a la hora de organizar vacunaciones masivas, disponer de mayor personal médico e informar de forma oportuna a la población, entre otros aspectos.

Preparados para la emergencia

Creado a partir de la pandemia de H1N1, el plan de contingencia chino se ha convertido en un modelo a seguir para las naciones que busquen organizarse ante una emergencia de salud que requiera la atención de un gran número de ciudadanos de forma simultánea.

Si bien las consecuencias perjudiciales causadas por una pandemia de influenza es totalmente diferente a una epidemia, en China han preferido crear un solo plan de acción, pensando en el peor escenario posible. Y motivos tienen de sobra, ya que solo durante el siglo pasado cuatro grandes pandemias cobraron millones de muertos en el gigante asiático: la "gripe española" de 1918-1919, la "gripe asiática" de 1957-1958, la "gripe de Hong Kong" en 1968-1969 y la "gripe rusa" de 1977.

Considerando que el servicio de atención de la salud y la salud pública sistema siguen siendo deficientes en China, el gobierno central optó por crear un sistema de vigilancia mejorado, centrado en responder rápidamente ante una epidemia, para así evitar -entre otros efectos- la sobrecarga de hospitales, la escasez de vacunas y el pánico. Con este propósito el Ministerio de Salud desarrolló el "Plan de Contingencia ante una influenza pandémica", aplicable además a casos de epidemia.

La clasificación de la fase de la pandemia debe ser determinada por el panel de expertos por el Ministerio de Salud, mientras la determinación, declaración y terminación para la clasificación de emergencia debe manejarse según el plan. Además, el Ministerio de Salud deberá recomendar al Consejo de Estado la determinación de la zona de infección y anunciarla a los medios de comunicación.

Un manejo centralizado

El plan declara además que ante una epidemia habrá un líder de manejo de crisis nombrado por el gobierno central (suele ser el Ministro de Salud) que cumpla con:

• Dirigir y coordinar las actividades de respuesta con las distintas entidades a nivel nacional.

• Dar a conocer resultados preliminares y proporcionar las medidas pertinentes y recomendaciones a la ciudadanía.

Además, el Ministerio de Salud es el responsable de organizar y coordinar las actividades de respuesta de emergencia y hacer sugerencias para que el Consejo de Estado establezca una sede nacional de emergencia de salud pública de acuerdo a la situación de la emergencia.

Medidas ante la epidemia

En términos generales, el plan recoge una serie de puntos a seguir, de forma obligatoria.

• Vigilancia: Los servicios de salud en el área afectada deben establecer y dar a conocer el número de casos de forma oportuna y transparente. Además, se deben realizar los exámenes de rigor de los casos de fiebre con suma urgencia y el hospital o clínica en cuestión debe disponer de la totalidad de su plantel médico para hacer frente a la emergencia. Los casos sospechosos deben ser aislados y las muestras deben recogerse para el aislamiento del virus.

• Vacunas y fármacos: La administración sanitaria en la provincia afectada y las provincias vecinas deben proporcionar la vacuna (que es la medida que se tomó con la H1N1) de forma gratuita a la población expuesta. Las enfermerías de las unidades pasan a ser consideradas como puntos de vacunación de emergencia. La administración sanitaria debe estimar la necesidad de vacunas y solicitar reservas.

• Cuarentena: Las personas que salgan de la zona afectada de la cuarentena, deberán antes tomarse la temperatura, y si esta supera los 38 grados deben quedar en observación. Los casos sospechosos deben ser enviados a los hospitales locales para un examen físico.

• Empresas y colegios: De acuerdo con la situación de la epidemia, el departamento de salud en la zona afectada debe hacer sugerencias para cerrar escuelas de manera temporal y declarar vacaciones para las fábricas o empresas.

• Informes: se realizarán entregas de informes locales basados en la recopilación y presentación del número de casos graves y muertes. El uso de la vacuna antiviral, de otros fármacos y la potencial resistencia a los antivirales también deben ser informadas, así como la presentación de cualquier prueba que pueda dar luces para una mayor comprensión de la situación de la epidemia.

Tras el fin de la emergencia, el departamento de salud en todos los niveles debe evaluar las medidas de gestión, el uso de medicamentos y vacunas, el servicio de atención de salud, y los problemas suscitados. Dicha evaluación debe ser reportada al gobierno local y al departamento de salud central, para optimizar el "Plan de Contingencia" ante una nueva epidemia.