Cargando...
  • Alto contraste

Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

China y América Latina en Perspectiva

17 agosto 2007

La relación de China con América Latina está siendo cada vez más relevante en la actividad de investigación. En este tópico nos encontramos con oportunidades crecientes de visitar China y desarrollar trabajo de campo. Por su parte, los expertos norteamericanos también están reaccionando al incremento de esta presencia en nuestra región. A diferencia del caso de China, las instituciones académicas norteamericanas y sus fundaciones, están más dispuestas a involucrar recursos en un tema que evidentemente tiene connotaciones estratégicas para ellos.

La relación de China con América Latina está siendo cada vez más relevante en la actividad de investigación. En este tópico nos encontramos con oportunidades crecientes de visitar China y desarrollar trabajo de campo. Por su parte, los expertos norteamericanos también están reaccionando al incremento de esta presencia en nuestra región. A diferencia del caso de China, las instituciones académicas norteamericanas y sus fundaciones, están más dispuestas a involucrar recursos en un tema que evidentemente tiene connotaciones estratégicas para ellos.

 

Los esfuerzos norteamericanos respecto al análisis de la relación sino-norteamericana enfrentan dificultades no tan diferentes a las nuestras: crear equipos de investigación que logren equilibrar una experiencia sólida en el tema de China y su política exterior y a la vez un conocimiento acabado de esa materia en Latinoamérica o, al menos, respecto del Asia y China en particular. Las soluciones a ese dilema suelen ser diversas y no dejan de  estar matizadas por factores políticos. Uno de ellos se da cuando, debido a la escasez de expertos específicos en ambos temas, se mezcla a expertos en China, de tinte conservador,  que ven a dicho país como una amenaza y latinomericanistas liberales, claramente interesados en el fenómeno de Chávez. Si a esta mezcla heterodoxa le agregamos una política exterior, bastante sobrereactiva, tanto a Chávez como a la emergencia de China (lo que resulta irónico, ya que en el pasado no estuvo ausente), nos encontramos con una receta para la pérdida de objetividad.

 

Esta pérdida es a veces sutil. Una de sus expresiones es el paralelismo entre el rol de China en América Latina y su presencia en África, lo que por cierto, confunde nuestros códigos. Hay factores que son ciertos. China busca, en  ambas regiones, obtener recursos naturales y garantizar su seguridad energética, entre otros aspectos. Pero su presencia política es absolutamente distinta. Los países latinoamericanos poseen una madurez democrática, que a pesar de algún “revival” populista, se mantiene sólida y difícilmente se puede comparar con la africana (y no me refiero solamente al África sub-sahariana). Tampoco podemos reducir su política hacia toda África con el tema de Darfur, ya que su estrategia hacia esa región es mucho más amplia y con un componente político tal vez menos contencioso. En el caso de América Latina, si bien se dan simpatías respecto al proceso venezolano, su vinculación hacia nuestra región es gradual, principalmente para evitar una reacción muy fuerte de EE.UU. en su “patio trasero”. En este sentido, si hay algo claro en es que su visión romántica de las izquierdas latinoamericanas no define su Política Exterior. Si así fuera, Chile no estaría en una prioridad importante debido a nuestra “díscola” cercanía hacia EE.UU. En la visión china del espectro político latinoamericano, Chile no se encuentra en el lado izquierdo, sino más bien, en el opuesto. En otras palabras, si Chile tiene oportunidades en este escenario, es porque China privilegia el "pragmatismo" por sobre el "ideologismo". Por otra parte, con un mínimo conocimiento de la Política exterior china, cualquiera se puede dar cuenta de que su objetivo estratégico principal no es Venezuela ni Chile, sino Brasil. Sin importar el grado de “agiornamiento” de la actual administración brasileña o la nuestra.

 

El justo equilibrio en el análisis pasa por entender también lo que las burocracias de política exterior de nuestra región perciben respecto de China y cómo el medio académico puede apoyarlas en desarrollar diagnósticos adecuados. No podemos entender la política exterior de China hacia Chile si no la colocamos en el contexto de toda nuestra región. No podemos creer que por ser el primer país sudamericano en tener relaciones diplomáticas con China, tenemos privilegios, ya que eso sería de una ingenuidad casi conmovedora. Lo que debemos hacer es desarrollar una adecuada coordinación entre nuestros expertos, conformar equipos que logren permanecer en el tiempo y avocarse multidisciplinariamente. En este sentido, la colaboración académica con otros expertos de nuestra región, más que exótica, es imprescindible.

 

Un diagnóstico rápido a nivel nacional, nos puede dejar, en primera instancia, algo deprimidos. Competimos más que cooperamos y avanzaríamos bastante si llegáramos a una efectiva “coopetition”, como dicen los anglosajones. La Biblioteca del Congreso esta haciendo un encomiable esfuerzo por sentarnos a conversar, aunque sea inicialmente a través de Internet. Tal vez no sería un mal momento para hacerlo cara a cara, especialistas en Asia y en América Latina, sin hegemonías institucionales ni estructuras coordinadoras, que ya no poseen la credibilidad de antes. En este sentido, el Congreso es la casa de la diversidad y ahí cabemos todos.

 


Comentarios

NOTA: como parte de su misión de promover el debate informado, respetuoso, tolerante e inclusivo, que permita vincular la labor de nuestro Congreso Nacional con la ciudadanía, la BCN se reserva el derecho de omitir comentarios y opiniones que pudieren afectar el respeto a la dignidad de las personas o instituciones, en pos de una sana convivencia democrática.

Videos AP

Selección de videos sobre Asia Pacífico