Cine chileno abre una ventana en China

En Asia, Chile es conocido por el cobre, la fruta, el vino y los salmones y, en general, por la excelencia de sus productos naturales, pero no por su cultura. Por ello, el primer ciclo de cine chileno en Beijing, que la Embajada organizó en enero recién pasado, marca un precedente en la difusión de nuestra cultura audiovisual.

Cinco películas habladas en buen chileno y subtituladas al chino, se proyectaron ante un público general, algunos amantes de la cultura latinoamericana y el castellano. Con “Subterra”, “Cachimba”, “Play”, “Machuca” y "Padre nuestro", se estructuró una retrospectiva del cine chileno, que muestra aspectos típicos de la cultura del país y entreteje parte de la historia nacional.

En la inauguración, el Embajador de Chile en China, Fernando Reyes Matta contó que la idea de esta muestra de cine es “que entre en contacto directo con el público chino y para ver cómo el cine chileno y el chino pueden tener algo en común desde la perspectiva de llegar a un diálogo en este mundo global”.

Efectivamente, según Alicia Scherson directora de “Play”, película galardonada como Mejor Ópera Prima en el Festival Tribeca del año 2005, al menos el cine independiente chino y chileno tienen mucho en común. “Los que hacen cine independiente están igual que nosotros: desfinanciados, con poco público y con la misma dicotomía de que en los festivales son premiados pero no llegan a su propio público”, comentó.

Scherson viajó a Beijing, junto a Rodrigo Sepúlveda (“Padre Nuestro”), como representante de los realizadores chilenos. Además de presentar y proyectar los largometrajes, se celebró una mesa redonda con un director, una guionista y un crítico chino. Esta experiencia permitió que los propios cineastas conocieran la realidad de los realizadores al otro lado del mundo.