Cristian Azua: “Los chinos son personas muy nobles y buenas de corazón”

Llegó a China en junio del 2008 y aunque pensaba quedarse por un corto período hoy tiene claro que se proyecta indefinidamente en dicha nación asiática. Trabajando como arquitecto en Shanghai, ha podido ver las diferencias en los ritmos de trabajo y a valorar la amistad con los habitantes del país más poblado del mundo.

La primera reacción al llegar

Me vine a China a trabajar y tuve la suerte de salir de Chile con contrato. Me fui sin pensarlo mucho y sin conocer nada o a nadie. Como arquitecto, sólo tenía noción de algunos edificios famosos del país que son verdaderos iconos de esta ciudad. Mi jefe me fue a buscar al aeropuerto y mientras íbamos por la autopista camino a la ciudad vi una pequeña línea vertical a la distancia y dije con voz silenciosa a mi mismo “…ese es”

Estaba ansioso por la proximidad al Shanghai World Financial Center de KPF. Ver ese edificio me impresionó. Fue emocionante para mí, ya que lo miré por años en revistas de arquitectura y en documentales de nombre como “megaconstrucciones”. Gracias a esto me dije a mi mismo “ ufff…. estoy en China!

Trabajar como arquitecto en Shanghai

Trabajo como arquitecto diseñador en una oficina germano-china. En un principio me vine por un año, para probar, y claro para hacer currículum, pero al estar aquí y darme cuenta del potencial del lugar decidí quedarme por más tiempo.

En mi oficina la mayor parte del staff es chino, y por lo tanto hay muchas reglas y costumbres chinas, como por ejemplo la hora de colación, que es a las 11 am (hora del desayuno occidental). Otra cosa novedosa es que luego de esta merienda algunos traían almohadas y se ponían a dormir en el trabajo.

Con respecto a las relaciones humanas es complicado encontrar un punto común que sea distinto a juntarse a almorzar o cenar.

En Shanghai hay muchos chinos que vienen de otras ciudades que son más tradicionales, es decir, muy tranquilos y más bien de casa, lo anterior se traduce en que en la práctica a la hora de salir por la noche, me junto principalmente con extranjeros. Sin embargo, los chinos son personas muy nobles y buenas de corazón por lo que las amistades que aquí tengo son muy especiales. Cuando tienes una amigo chino, te acoge siempre muy bien y se puede contar con ellos en todo momento.

Vivir en China – Vivir en Chile

En Chile hay un ambiente más festivo o alegre donde no hay preocupación del qué dirán por lo que puedes ver a la gente riéndose, corriendo, jugando, etc. Aún no he visto a un chino riéndose a carcajadas en la calle.

Me imagino que además de un factor cultural tiene que ver por el hecho de que viven en un país “socialista”, donde hay muchas represiones las que, directa e indirectamente, afecta el comportamiento de las personas volviéndose más temerosas y restringidas al momento de expresarse.

La elección de la ciudad

Siempre estuve interesado en la historia y en las culturas del mundo, por lo que quise salir a trabajar fuera de Chile. Fue así como me puse a buscar oportunidades laborales en otros países de América y casi sin querer me apareció esta alternativa. Obviamente lo tomé porque me pareció muy interesante ya que es una idiosincrasia totalmente opuesta a la nuestra.

Simplemente quería un cambio fuerte, y de alguna manera lo tomé casi como un ejercicio de auto-análisis para conocerme mejor. Quería ver cómo reaccionaria al estar en un contexto tan distinto al que había estado durante toda mi vida.

Así fue como llegué a Shanghai. Esta elección la tomé basada en que mi profesión tiene un carácter más global así como esta ciudad, que es la más cosmopolita de China.

El nuevo paraíso de las oportunidades

China es el nuevo paraíso de las oportunidades. Como país en desarrollo hay muchas posibilidades para hacer negocios ya que todos quieren crecer y el gobierno da las facilidades y la inversión necesaria para que eso ocurra, además de atraer más inversionistas extranjeros hacia este país.

Un ejemplo claro de lo anterior, es el de un colega chino de tan sólo 27 años, que de un día para otro montó su empresa sin tener ni un peso en el bolsillo y que con sólo su cartón y su conocimiento en construcción, firmó un contrato millonario con un inversionista para hacer un masterplanning en una de las tantas pequeñas ciudades en crecimiento que tiene China.

El factor crisis

Con un aumento de la cesantía, recorte de salarios y el incremento de los costos de vida, la crisis ha acarreado muchos problemas a China. Por ejemplo, muchos migrantes en Shanghai han regresado a sus ciudades tratando de montar su propio negocio, ya que aquí existe una sobre demanda en relación a las oportunidades que pueden encontrar.

El hombre después de China

Quiero seguir aprendiendo y creciendo como persona y profesionalmente para después poder, en un momento determinado, trabajar de manera independiente teniendo mi propia empresa ya sea en Chile o en otro lado.

Creo que estar en China me ha dado más experiencia de la que habría ganado en Chile, en términos laborales. Estar aquí te enriquece como persona ya que a pesar de todas las diferencias que puedan existir, puedes entender y ver que todas las personas tenemos en común el mismo eje de desarrollo y una misma finalidad en la vida y de alguna forma sirve para mirar las cosas de una manera más objetiva.