La Disparidad de Género en Asia Pacífico

Uno de los debates que cobra cada vez más fuerza es la discriminación que viven diariamente millones de mujeres en todo el mundo. Por este motivo, y luego de conocer los resultados del Índice Global de Disparidad entre Géneros 2012 del Fondo Económico Mundial, realizamos un listado para conocer la realidad de las mujeres en Chile y en países del Asia Pacífico, dando cuenta de los avances de Nueva Zelandia y Australia, así como la deuda de Chile, India y Corea.

Países ejemplares

En la región sobresale Nueva Zelandia como el mayor exponente de paridad, ocupando el sexto lugar. Destaca entre los 15 mejores países en cuanto a la participación económica y oportunidades, así como también respecto al logro educativo. Además, está entre los 10 países con mejor actuación en el empoderamiento político. Esto se debe a medidas adoptadas para velar por la igualdad de género, como la creación de la Comisión de Derechos Humanos.

Dentro de los diez primeros también se encuentra Filipinas -en la octava posición- principalmente, por sus logros en educación –la Constitución ofrece a las mujeres la igualdad de acceso a la educación, incluso, la matrícula de las mujeres es mayor que la de los varones en todos los niveles educativos- y salud para las mujeres, gracias a normas como la Ley de Salud Reproductiva de las mujeres. Filipinas es el país número uno a nivel global en ambas categorías.

Otro caso ejemplar es Australia (25), cuyos altos niveles de educación, participación económica y política han permitido un desarrollo más integral de las mujeres. En materia educativa se destaca fundamentalmente por el aumento de mujeres presentes en la educación secundaria superior. Este país también ha establecido una comisión independiente que se ocupa de la igualdad de género.

El siguiente es Singapur (55), en donde el avance hacia la equidad entre ambos sexos se concentra en la participación económica y la cantidad de oportunidades generadas para las mujeres. El rasgo negativo es la falta de mujeres en cargos de relevancia política, ya que no hay representantes femeninas encabezando los ministerios.

Países en Deuda

En el otro extremo, encontramos países del Asia Pacífico que tienen una gran deuda en términos de derechos y oportunidades para el desarrollo de las mujeres. Es el caso de Japón (101), que destaca dentro de este índice por su bajo porcentaje de mujeres en altos cargos y por la falta de profesionales bien calificadas. Sólo un 13,4% de los parlamentarios japoneses son mujeres y se estima que cerca del 60% de las mujeres deja de trabajar después de tener su primer hijo.

En India (105), las mayores dificultades para las mujeres derivan de la mala salud, la educación y la gran brecha económica. Además, existe una notable desproporción de sexos al nacer, pues muchos padres prefieren abortar cuando saben que esperan una hija. Éste es el país peor posicionado de los integrantes de las economías BRIC. Según la OCDE, el número de abortos selectivos de niñas pasó de 3 a 6 millones en la década del 2000 en India. Una medida que ha tomado este país es la introducción de la alimentación escolar que ha aumentado el número de años que las niñas -no los niños- asisten a la escuela.

Por su parte, Corea (108) debe remediar el bajo porcentaje de mujeres en altos cargos para avanzar favorablemente en términos de paridad. El Índice 2012 de la OCDE, llamado “Closing the Gender Gap”, enseña un gran avance en la educación de las mujeres jóvenes coreanas. Sin embargo, esta evolución no ocurre el mercado laboral, donde persisten las amplias diferencias salariales de género. Como aspecto positivo para el progreso en este ámbito, se observa la base legal otorgada recientemente en Corea a los presupuestos sensibles al género.

El escenario en Chile

Chile no está libre de la deuda con las mujeres. Es el país con la mayor caída en la clasificación general de Latinoamérica y el Caribe, descendiendo desde el puesto 46 al 87. El cambio se debe a la baja en el porcentaje de mujeres en cargos ministeriales –durante el gobierno anterior hubo paridad en el gabinete; actualmente sólo hay cinco mujeres liderando ministerios. Además, las mujeres en el Congreso llegan sólo al 13,9% de los escaños.

Respecto a la participación política de las mujeres en Chile, la diputada Ximena Vidal señala que es fundamental incentivarlas, ya que actualmente “existe un descrédito respecto a la labor de los parlamentarios y esto se suma al hecho de que Chile todavía es un país machista”, lo que dificulta la inclusión de la mujer en el ámbito político. Por ello, “se debe establecer una Ley de Cuotas y de Financiamiento de las candidaturas, porque hoy en día es muy complicado lograr que las mujeres se interesen en postular”, agregó.

Finalmente, y respecto al informe del Fondo Económico Mundial, la diputada valoró los esfuerzos que se han hecho en países del Asia Pacífico al establecer Comisiones destinadas a tratar el tema de género, recalcando que “en Chile tenemos un símil a las comisiones de Nueva Zelandia y Australia, que ha cumplido cabalmente su función y es la Comisión de Familia, encargada de velar por los derechos y las oportunidades de las mujeres”.

Aspectos del índice

Son 135 los países analizados –equivalentes al 90% de la población mundial- según cuatro categorías para conocer la brecha entre hombres y mujeres: participación económica y oportunidades, salud y supervivencia, logros educativos y empoderamiento político. A partir de éstas se desprende una correlación entre igualdad de género y el nivel de competitividad, el PIB per cápita y el desarrollo humano de los países en cuestión. Sus resultados demuestran que las empresas se benefician con la presencia de mujeres porque son más inclusivas, toman decisiones más informadas y tienen una mayor prudencia al momento de asumir riesgos.

Mientras los líderes en esta materia son los países nórdicos, que cierran más del 80% de la brecha de género, los países del Asia Pacífico con mayores logros al respecto son Nueva Zelandia y Australia. El resto de los países, incluido Chile, deben mejorar sustancialmente para lograr el desarrollo integral de las mujeres.