El confucianismo y su influencia en la cultura política coreana

Cualquier sistema político opera eficazmente si existe consenso acerca de la naturaleza básica de la política, de la función general del gobierno en la sociedad y de los fines legítimos de la política y la participación. En este sentido, la cultura política de una sociedad juega un rol central ya que corresponde, en la concepción de Gabriel Almond y G. Bingham Powell, al patrón de actitudes individuales y de orientación con respecto a la política para los miembros de un sistema político.

En el caso de Corea, la ascendencia de China en su desarrollo cultural ha jugado un rol clave por cuanto la influencia principalmente confuciana marcó su historia. Hablamos de una filosofía, de un sistema ético y social que tuvo su origen en la China feudal con las enseñanzas de Kung-fu-tzu y que postulaba el arraigo a la tradición, lo cual es visto como una de las máximas virtudes tanto por parte de la dirigencia como del pueblo, y no como un elemento propio del conservadurismo o con alguna evocación negativa.

Fue introducido en Corea a fines de la dinastía Koryo, ocupando un lugar secundario en este período en comparación con el budismo, y adquiriendo un rol importante en la conformación del Estado coreano y de su sistema político sólo con la dinastía Chosón desde finales del siglo XIV. Durante este período, se dio inició a una serie de reformas en el área agrícola, militar, política y educacional, siendo destacable en este punto el perfeccionamiento de los estudiantes para poder desempeñarse en cargos gubernamentales.

Con la invasión japonesa de principios del siglo XX, se produce una reforma forzada de las instituciones políticas coreanas y, con ello, el desplazamiento de los postulados confucianos del quehacer público. Además, la Segunda Guerra Mundial y la posterior separación de la península en dos Coreas acrecentaron este hecho, pero la necesidad de establecer un nacionalismo, una identificación con el nuevo Estado-Nación, llevó a la dirigencia política a apelar a uno de los postulados confucianos fundamentales: la lealtad.

En la actualidad, y producto del desarrollo económico capitalista y de la ayuda prestada por los EEUU para esto, Corea del Sur se ha caracterizado por la instauración en su sociedad de un proceso de industrialización exitoso que la ha llevado a una incontrarrestable variación de su sistema tradicional de valores, quedando las enseñanzas de los principios confucianos inmersas en el campo de lo privado y la vida familiar.

El confucianismo es una filosofía de vida que ha acompañado a la sociedad coreana desde hace bastante tiempo, por lo cual, y aunque el peso de la modernidad esté presente, ésta seguirá vigente en su cultura política, traduciéndose en modos de concertación política y convivencia social que trascenderán el escenario actual.