El fortalecimiento de la economía femenina en Japón revisado en charla GAM

La conferencia “Womenomics en Japón: Mujer, neoliberalismo y paradigma productivista” organizada conjuntamente entre el Centro Gabriela Mistral (GAM) y la Fundación Japón Madrid fue moderada por la socióloga y antropóloga Teresa Durand, y contó con la presencia de Montserrat Crespín, profesora lectora en Filosofía en la Universidad de Barcelona.

El aporte femenino en la economía y los desafíos que enfrentan las mujeres japonesas al momento de querer ingresar al mercado laboral fueron parte de las materias abordadas en la charla realizada el 9 de marzo 2020.

Womenomics: parte de la agenda transformativa

Si bien hay un consenso respecto a los beneficios económicos que supondría la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral, la académica Montserrat Crespín señaló que en el caso de Japón existe una demora histórica en términos de generación de políticas dirigidas a potenciar la igualdad real y efectiva, a pesar de los cambios introducidos por parte de los últimos gobiernos.

“Así las cosas en los últimos años se puso el foco en las políticas conceptuadas bajo el término de Womenomics, acuñado en 1999 por Kathy Matsui, figura visible del Banco de Inversión Goldman Sachs en Asia Pacífico. Matsui, propuso la idea de comprar la economía femenina como uno de los caminos adecuados para corregir el estancamiento y contracción del crecimiento económico japonés. Alrededor del 2014, el planteamiento económico detrás de Womenomics se conectó con las reformas de raíz impulsadas por el gobierno japonés y conocidas como Abenomics. En un famoso discurso en el Foro Económico Mundial, el entonces Primer Ministro Abe, definía las tres flechas de sus reformas económicas, nuevas políticas monetarias, flexibilidad fiscal y potenciación de la inversión privada. Idealmente las reformas planteadas debían servir para reiniciar el país entero”, explicó.

Corresponsabilidad como condición para un avance social

Asimismo, la doctora Crespín reflexionó sobre la relevancia de la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en cuanto a los deberes domésticos y de crianza, por la vinculación directa que se tiene para lograr un progreso en el país.

"Es una de las condiciones ineludibles para garantizar el avance conjunto de mujeres y hombres en Japón, y evidentemente también en otros contextos cercanos. La corresponsabilidad como valor social defiende que los individuos, sin importar su sexo, deben asumir equitativamente sus responsabilidades, derechos y deberes en el ámbito laboral, doméstico, familiar y de cuidados. En Japón, el ex primer ministro Abe, delimitó el concepto, afirmando que el país debía aspirar a crear una sociedad en la que hombres y mujeres compartieran la responsabilidad del trabajo, de las tareas domésticas y de la crianza de los hijos. La mirada del mandatario sobre la corresponsabilidad coincide con el contexto europeo y latinoamericano en el que, en los últimos años, se discute la valía de la responsabilidad compartida como el camino para un nuevo consenso social”, comentó.

Para la académica los puntos que deberían revisarse, al momento de iniciar una visión de cambio, están vinculados a una definición clara de responsabilidad compartida. “¿Qué hacer para promover que la corresponsabilidad se convierta en un valor incontrovertible y, por tanto, transparente? ¿Cómo potenciar que se camine hacia el ideal de la familia igualitaria? ¿Cómo romper con la confusión entre aspectos biológicos de la sexualidad como es el caso de la especificidad privativa de la mujer en la función reproductora de la gestación y lo que son los roles de género que asignan a la mujer como si fuera algo inherente a su ser y no también al de los hombres en la crianza, cuidado de los hijos y tareas domésticas? ¿De qué modo romper con la percepción empresarial de la corresponsabilidad como una potencial amenaza para el rendimiento laboral? Los cambios respecto a la escala de valores desde este punto de vista ético, recaerán sin duda en la educación, pero no solamente en esta, se deberán abordar en el contexto japonés, pero también en el chileno y español, transformaciones profundas que requerirán tiempo y constancia", sentenció.

Finalmente, en cuanto a cómo afrontar los roles que se les otorgaron a los géneros culturalmente, reconoció los factores claves para asegurar un progreso. "Es un error esperar resultados significativos a corto plazo para una cuestión que requiere implementación continuada y sedimentación del cambio de ciertos principios y valores inveterados. A mi juicio, es muy importante superar la apatía política que pueda frenar los cambios socioculturales, no solamente posibles, sino sobre todo urgentes y necesarios", aseguró.