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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Los eventos que determinarán las elecciones presidenciales de Corea del Sur 2012

26 abril 2012

Las elecciones parlamentarias de Corea del Sur realizadas en abril 2012, han sido tomadas como un preludio de cara a las presidenciales, a celebrarse en diciembre próximo. Nubes de corrupción y descontento de la opinión pública por la creciente distancia entre ricos y pobres, no parecen ser suficientes para quitarle el cetro a la administración conservadora de Lee Myung-bak. Veamos en perspectiva algunos de los argumentos que pesarán en la carrera presidencial de la tercera economía del sudeste asiático.

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Las elecciones parlamentarias de Corea del Sur realizadas en abril 2012, han sido tomadas como un preludio de cara a las presidenciales, a celebrarse en diciembre próximo. Nubes de corrupción y descontento de la opinión pública por la creciente distancia entre ricos y pobres, no parecen ser suficientes para quitarle el cetro a la administración conservadora de Lee Myung-bak. Veamos en perspectiva algunos de los argumentos que pesarán en la carrera presidencial de la tercera economía del sudeste asiático.

 

Una serie de eventos  han marcado negativamente a la adminsitración conservadora en Corea del Sur, en el gobierno desde el 2008. Las recientes elecciones parlamentarias, sin embargo, reafirmaron al Partido de la Nueva Frontera en el poder, con una mayoría recortada sobre los contendores progresistas. Para el profesor de la Universidad Católica y experto en relaciones internacionales, Roberto Durán, este resultado inesperado de debe a varias razones. La sociedad coreana está "acostumbrada al triunfo económico", a pesar de que  vive un efecto "remanente de las crisis sucesivas que se han dado en los últimos años en Corea del Sur". Esto habría dado espacio a que el electorado pasara por alto situaciones políticas graves de la actual administración, a cambio de mantener un sistema económico conservador de corte neoliberal, que ha sido central en "darle un respeto incomparable a Corea en el plano internacional".

 

Otra razón del apoyo sorpresivo a la administración conservadora, estaría relacionado con la tensa relación que este país mantiene con su vecina Corea del Norte. En este contexto, la cercanía de Lee Myung-bak con el presidente de Estados Unidos, un logro exclusivo de la actual administración, da la impresión de que el país "se encuentra en una coalisión de fuerzas mucho mayor que la de Corea del Norte", nación que cuenta con el apoyo tradicional de China. En un tercer lugar, el profesor Durán señala que el vacío político por el que pasa el área progresista en estos momentos, ha generado que la población se incline por "el mal menor".  

 

 

Contextualizando el presente de Corea del Sur

 

La vertiginosa emergencia de Corea del Sur ha situado a esta pequeña nación peninsular como una de las economías más grandes del planeta en poco menos de 50 años, y también como una de las pocas que acusa un crecimiento fuerte tras la crisis global del 2008. Más allá de los electrodomésticos, automóviles y la alta tecnología en redes de alimentación eléctrica que han hecho famosa a esta nación en Chile, gravita la constante tensión fronteriza que mantiene con su vecina y hermana norteña, la República Democrática de Corea. 
 

Mientras Corea del Sur se fortalece económicamente, el descontento de los sectores sociales menos privilegiados y de los jóvenes se hace notar con preferencias hacia voces disidentes e independientes. Analistas han hecho notar la crisis de los partidos políticos surcoreanos a la hora de plantear políticas públicas efectivas y a tiempo. La frustración de un sistema político aparentemente en crisis de credibilidad, se ha traducido en acciones sin precedentes de una sociedad civil altamente tecnologizada, en la que las campañas electorales pueden verse contravenidas de la noche a la mañana por información divulgada en redes sociales, como es el actual favoritismo político por un profesor universitario con alta popularidad en Twitter, o el triunfo arrollador del denominado presidente de internet, Roh Moo-Hyun (2003-2008), cuya página web rompió el récord de visitas en la víspera de la elección.

 

A falta de una figura sólida de los progresistas en la actualidad, uno de los contendores más serios de los conservadores es un profesor de la Universidad Nacional de Seúl, Ahn Cheol-soo, quien a pesar de no haberse presentado aún como candidato para las elecciones de diciembre, es el favorito según los medios de comunicación, y tiene una alta presencia en redes sociales. El discurso que ha hecho popular a Ahn es el de la reivindicación de los sectores sociales más dañados, lo que constituye una crítica directa a la administración conservadora, a quien se le relaciona con el favoritismo hacia las grandes compañías.

 

La administración de Lee Myun-bak

 

La crisis económica y la política de acercamiento que practicó la anterior administración progresista de Corea del Sur hacia el beligerante vecino de Corea del Norte, fueron determinantes en la victoria del conservador Partido de la Nueva Frontera, que le dio la victoria a Lee Myung-bak en las elecciones del 2008.

 

La política de distanciamiento que impuso Lee hacia el entonces régimen norteño de Kim Jong-il, generó una nueva nomenclatura política en la península. Las relaciones se deterioraron entre ambas Coreas cuando Lee condicionó la ayuda humanitaria al desarme del programa nuclear de Corea del Norte. Al mismo tiempo, su administración fortaleció las relaciones con Estados Unidos. La cercanía personal que muestran Barack Obama y Lee, ha sido reconocida en los pasillos de la alta diplomacia. De hecho, Corea del Sur se ha transformado en uno de los principales socios de Estados Unidos en su política hacia el sudeste asiático, una calificación antes reservada exclusivamente a Japón, que tomó cuerpo en la ratificación norteamericana del largamente discutido TLC con Corea, en octubre del 2011.

El Water Gate surcoreano


 

A la crisis fronteriza, el gobierno de Lee en el Sur sumó varios escándalos de corrupción y la percepción negativa que generó del crecimiento desenfrenado de grandes conglomerados a costas de firmas de menor tamaño. Uno de los eventos más renombrados, y que la opinión pública catalogó como una edición coreana del Water Gate, fue el destape de casos de espionaje, detenciones e investigaciones a personas críticas al gobierno de Lee Myung-bak, acciones ilegales perpetradas por el equipo de la oficina de ética del primer ministro. El 30 de marzo, a sólo días de las elecciones parlamentarias, la principal cadena nacional de noticias dio a conocer los archivos de uno de los miembros del equipo de ética de Lee, en el que se reveló que el gobierno hacía seguimientos de una amplia población que incluía a periodistas, activistas políticos y asociaciones civiles. En estos archivos también se demostraba que las órdenes de este equipo provenían, en no pocas ocasiones, directamente de la Casa Azul, la oficina de Lee Myung-bak. Aún así, las elecciones parlamentarias de abril del 2012, lograron mantener una mayoría, aunque recortada, para el gobernante Partido de la Nueva Frontera.

 

Los problemas con Corea del Norte


 

Al alejamiento que impuso la política conservadora surcoreana respecto de su vecina comunista, hay que sumarle otros factores de carácter interno en Corea del Norte. En el 2010, la inminencia del cambio de gobierno en Corea del Norte, desatada por el deterioro repentino de la salud del fallecido líder, Kim Jong-il, generó varias acciones bélicas contra el Sur. Estas formaron parte de una estrategia tradicional del Norte para posicionar a su próximo líder en la esfera militar. Kim Jong-un (29 años de edad), hijo menor de Kim Jong-il, se convirtió en el  heredero dinástico del poder, apoyado en dos precedentes que dieron la vuelta al mundo. Se trata del aludido hundimiento del navío de guerra surcoreano “Cheonan”, que dejó 46 soldados sureños muertos en marzo del 2010; y del fuego de artillería norcoreano que cayó sobre las instalaciones militares surcoreanas en la isla Yeonpyeong (4 víctimas), en noviembre del mismo año.

  

Lee Myung-bak y la presión internacional pro-ayuda humanitaria a Corea del Norte


 

La línea dura que caracteriza a la administración de Lee respecto de las relaciones con el Norte, tuvo un vuelco en julio del 2011, cuando ambos gobiernos se reunieron por primera vez desde el 2008, a negociar el desarme del programa nuclear del régimen de Kim Jong-il. Las expectativas de un avance en este tema, sin embargo, se diluyeron en un nuevo intercambio de artillería en agosto del 2011.

 

Una nueva señal de alarma se generó en el Sur al anunciarse el fallecimiento de Kim Jong-il en diciembre del 2011. Su hijo, Kim Jong-un, se posicionó en el poder sin mayores contratiempos, y anunció la continuidad de la política del norte hacia el Sur con amenazas directas a Lee Myung-bak por lo que denominó “pecados imperdonables”.

 

La política dura de Lee hacia el Norte, no ha contado con el apoyo de las Naciones Unidas, organismo internacional que enunció en octubre del 2011 que la ayuda humanitaria a los seis millones de norcoreanos más vulnerables no debería estar condicionada por la actitud beligerante de su gobierno. En noviembre del 2011, la administración de Lee autorizó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a distribuir siete millones de dólares en ayuda médica al Norte, un remanente de una donación de 13 millones hecha en el 2009, pero que se suspendió tras el hundimiento del Cheonan en el 2010.



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