Entendiendo a los coreanos y su cultura desde la mirada de Choi Joon-sik

¿Cuáles son las bases culturales de los coreanos? ¿Cómo se auto perciben? ¿Qué influencias cimientan su desarrollo artístico? Estas preguntas son las que intenta responder el académico Choi Joon-sik en su libro “Understanding Koreans and their culture” (Entendiendo a los coreanos y su cultura - disponible en la BCN), que devela los valores y raíces de la cultura coreana, y que demuestran que a pesar de la occidentalización, la cultura inmaterial no ha cambiado en el corto tiempo y que lo nuevo y lo viejo coexisten pacíficamente.

Una inmersión a la cultura coreana

Según Choi, en Corea coexisten armónicamente las religiones del oeste y este. Tanto así que el cumpleaños de Jesús y Buda son feriado nacional. Sin embargo, fue el confucionismo y chamanismo los que delinearon la forma de vivir de los coreanos.

La historia de esta influencia se encuentra en la dinastía Joseon (1392-1910), donde se instaura el neoconfucionismo, que establece un sistema patriarcal, en el que la familia se transforma en el principal pilar de la sociedad. Ello se expresa en el llamado “colectivismo familiar” y la importancia del grupo, que lleva a que la sociedad sea una extensión de la familia. Este aspecto, queda claro incluso en el lenguaje. Un ejemplo es la palabra nación, kukga, que se componen por kuk, nación, y ga, familia. De hecho, la palabra universo, uju, significa también familia.

Esta mirada familiar de las cosas, se mezcla con los valores del confucionsimo de piedad filial y, la importancia del orden de nacimiento (antigüedad – jerarquía). Este último se expresa en lo que el autor llama “la voz del padre” o autoritarismo patriarcal, que se expande hasta los grandes conglomerados o chaebol, donde se restringe la libertad de opinión de los “menores” o subalternos. A estos rasgos se suma, la importancia del linaje parental (ancestros), que se vislumbra incluso en sus fiestas nacionales y el rol de la mujer en la sociedad. De hecho, antiguamente sólo los vínculos con la familia paterna eran permitidos y la mujer perdía contacto con la familia al casarse, lo que ha cambiado en este siglo.

Por otra parte, la noción de familia, ha llevado que los individuos busquen durante su vida, pequeños grupos de interés o tribus, que los acerquen a lo “familiar”. Por lo mismo, Choi señala que el coreano distingue entre el uri o nosotros (amigo) y el nam o el que está fuera del grupo. Ello los lleva a ser regionalistas y muchas veces rudos o indiferentes con los extranjeros (el trato que dan los taxistas es un buen ejemplo de ello). 

En el caso del matrimonio, no es concebido como un acto individual, sino como una estrategia. Choi señala que es una acción inter familiar, que funciona como herramienta para promover los intereses que envuelven a la familia. Si bien, este aspecto ha cambiado con los años y las personas pueden elegir con quien casarse, la celebración la sigue resolviendo la familia.

El mundo artístico coreano

Choi comenta que una de las religiones más imbricadas en el país es el chamanismo, ya que determina los sentimientos básicos y la mentalidad coreana, lo que se vislumbra en sus diversas expresiones artísticas a través del “espíritu del éxtasis”, que se traduce en la fuerza vital que los lleva a lograr sus objetivos. Este espíritu o la acción de estar poseídos por los espíritus es el rasgo principal detrás del talento artístico, vitalidad, rápida capacidad de adaptación, agresividad, naturaleza salvaje del pueblo coreano.

Según el académico este espíritu pareciera darles libertad ilimitada y energía. “Da la impresión que nacieron para odiar el orden y tienen la tendencia de mirar las cosas como un todo y generalizar en vez de analizar”, afirma.

¿Cómo se expresa esta fuerza? En su liderazgo en Internet, que habla de su capacidad de adaptación a diferentes circunstancias. Además de su participación en el Mundial de Fútbol 2002, en el que se demostró, según Choi, que los coreanos no están satisfechos hasta que toman a las cosas a su límite absoluto. “Nada los distrae hasta conseguir su ‘presa’. No miran para atrás y no hay tiempo para estar calmado. Pero una vez conseguido la presa el entusiasmo se disipa”, agrega.

Para el autor, los coreanos odian seguir órdenes estrictas y detestan vivir con parámetros sociales estandarizados, lo que expresan en el arte y en su amor por la improvisación (que se observa en la música y la danza) y el sentido de la belleza cruda (patente en su cerámica).

Puede encontrar esta publicación en el catálogo de la Biblioteca del Congreso Nacional.
FICHA
Título: Understanding Koreans and their culture
Autor: Choi Joon-sik
Publicación: 2007
Número de páginas: 232
Idioma: Inglés