Conozca la experiencia de Australia en materia de adopción

A propósito de la idea de lograr un gran Acuerdo Nacional por la Infancia, que ponga especial urgencia en los niños más vulnerables y vulnerados en sus derechos, queremos dar a conocer cómo ha sido la experiencia de algunos países en la región Asia Pacífico. Una de ellas es la de Australia, donde a pesar de tener problemas similares a los de nuestro país en cuanto a las dificultades para que familias concreten el proceso de adopción, han avanzado en el reconocimiento de nuevos tipos de familia a través de la incorporación de parejas homoparentales. Una revisión de esta experiencia, a continuación.

Adopción abierta como alternativa a las formas tradicionales

En un artículo publicado en marzo de 2017 por Tracey Sempowicz, investigadora en educación de la Universidad Tecnológica de Queensland da cuenta de las dificultades que hasta 2008 existieron en la conformación de familias con niños adoptados. En un comienzo, alude a la historia relatada en la película Lion, donde un joven nacido en India, pero adoptado por una familia de Tasmania, decide regresar a sus orígenes para encontrar a su madre y hermanas. “La parte más interesante de la película fue silenciada, cuando a Saroo creció en un país diferente, ajustándose a una nueva lengua y cultura”, sostiene en su publicación.

En su opinión el problema va más allá y radica en que se produce un trauma pre adopción que repercute negativamente en sus cortas experiencias de vida. Esta situación se agrava durante la inserción al sistema escolar, pues la falta de una cultura de integración bloquea la formación de conocimiento, desarrollo de habilidades y desvirtúa la construcción de la experiencia personal en educación. De esta manera, se produce una sensación profunda de insatisfacción que repercute física, emocional y socialmente.

La difusión de esta realidad y la sucesiva celebración de la semana nacional de concientización sobre la adopción -instaurada el año 2008 por iniciativa de activistas en la materia- incidieron en la creación de un marco legal que permite la realización de adopciones abiertas, esto es, la posibilidad de que los padres biológicos conozcan la identidad de los padres adoptivos y viceversa. Pese a que la relación entre el hijo y los padres sanguíneos tiene las posibilidades de continuar, la adopción permite traspasar los derechos paternales a la nueva familia. La adopción cerrada, en cambio, se realiza a través de una agencia que evita el contacto y el conocimiento de la identidad entre los padres. La información de la familia biológica solo se puede obtener mediante la orden de un tribunal.

Entre las ventajas del modelo de adopción abierta está el hecho que hay más posibilidades que el niño adoptado no genere dudas frustrantes acerca de quién es su madre biológica y luego pague altas sumas de dinero en tratar de ubicarla. Otra de las ventajas tiene que ver con la salud, ya que en conocimiento de los lazos sanguíneos se facilita la identificación de enfermedades hereditarias. Por otra parte, las madres biológicas sienten una tranquilidad mayor al saber que sus hijos están en buenas manos.

Adopción por parte de parejas del mismo sexo

Salvo los Territorios del Norte, todos los demás estados australianos desde el año 2011 permiten la adopción por parte de parejas LGBTI. Incluso, en algunos estados los criterios de adopción son favorables para las parejas por sobre las personas solas, quienes solo pueden hacerlo en circunstancias excepcionales. Esta posibilidad cobró trascendencia a nivel nacional cuando el 13 de marzo de 2018 los Territorios del Norte se unieron al resto del país en el reconocimiento de las parejas homo parentales en el sistema nacional de adopción.

Cifras del Censo de Australia de 2011 muestran que para dicho año, seis mil 300 niños y niñas vivían en el seno de una familia de parejas del mismo sexo. Este número ascendió a casi el doble en comparación al Censo de 2001, cuando se registraron tres mil 400. De esta forma, uno de cada mil niños australianos forma parte de una familia homopartental.

Si bien desde marzo de 2018 la adopción por parte de parejas del mismo sexo es legal en todas las jurisdicciones, en Nueva Gales del Sur y en Victoria se permiten exenciones religiosas, es decir, que aquellas organizaciones eclesiásticas no están obligadas a incluir legalmente a personas solteras o parejas del mismo, incluso parejas heterosexuales no casadas, en los servicios de adopción.

La flexibilización de la adopción homoparental ha tenido también una motivación ética inesperada, pues con ello se pretende poner fin al aumento de la subrogación comercial en el extranjero. La subrogación altruista permite a las madres australianas -mediante un acuerdo legal y consideración desinteresada ser sustitutas- cobrar solamente por los gastos médicos, pero no está permitida la comercialización de este favor en ninguna jurisdicción al interior del país oceánico.

Esta prohibición ha llevado a que parejas hétero y homo sexuales australianas acudan a países del Sudeste Asiático y Estados Unidos donde la subrogación comercial es legal, a pagar por un servicio de vientre. El aumento de australianos buscando programas de subrogación en el extranjero ha traído preocupaciones legales para el gobierno en relación a la salud y los derechos de ciudadanía. Esta situación ha generado controversia entre las familias que accedieron a este servicio y el gobierno, pues los niños corren el riesgo de no ser considerados australianos.

Desafíos legislativos para el caso chileno

Sobre los problemas presentes en nuestro país en materia de adopción y los desafíos a futuro en el trabajo legislativo, el diputado René Safirio se refirió a tres áreas prioritarias que resolver. “En primer lugar compatibilizar la agilidad de los procesos con el interés de las parejas chilenas y extranjeras que tengan en adoptar niños y niñas. Esto porque a mayor edad disminuye el interés por adoptarlos, entonces la agilidad en los procedimientos es básica”, señaló.

Otro de los aspectos que señaló el diputado tiene que ver con la transparencia del sistema. “Es claro que durante décadas se ha lucrado con el actual régimen de adopciones, aprovechándose del secreto. Ese secreto ha permitido que proliferen agencias nacionales y extranjeras que con 12 a 14 millones de pesos logran que el trámite sea más expedito que para cualquier familias que a veces ni siquiera pueden pagar el informe de un psicólogo”, agregó.

Por último, se refirió a la posibilidad de que al proceso de adopción se integren familias homoparentales. “Hemos avanzado en un acuerdo de vida en pareja, por lo que no existe ninguna razón científica ni fáctica que justifique que la adopción no pueda ocurrir. Por lo tanto, creo que estos son tres temas que deberían ser materia de discusión”, afirmó.