Expertos hablan de la estrategia de Perú y Chile en el Asia Pacífico

Pegados frente a la costa Este del Pacífico, Perú y Chile han lanzado sus dados al Asia con la misma fuerza, aunque en distintos turnos. La primicia chilena que pareció ser una ventaja al comienzo, se ha ido opacando frente a la sustancial inversión china que recibe el país vecino. ¿Cómo se ha ido concretando la estrategia peruana y cuáles son las fuerzas de la chilena en la carrera por Asia?

Una mirada simplista podría identificar las trazas de una competencia descarnada entre Perú y Chile sobre los mercados y las inversiones del Asia. Los observadores, sin embargo, ven más una evolución en que se van perfilando fortalezas y debilidades de ambos países.

Para el profesor peruano Rubén Tang, director del Instituto Confucio de la Pontificia Universidad Católica del Perú, el asunto de la ventaja y desventaja entre Perú y Chile frente al Asia, no es una realidad. “El Perú está siguiendo de alguna manera el modelo chileno y de ahí los resultados positivos en cuanto a sus exportaciones a esta región, pero falta todavía mucho por hacer, especialmente en la mayor apertura de oficinas comerciales”. Por otro lado, apunta Tang, hay que considerar que “con el tamaño tan grande de estos mercados no cabe la palabra competencia sino que se debería hablar más bien de colaboración entre ambos países para satisfacer juntos la demanda de nuestros productos en la región Asia-Pacífico”.

A juicio de María Montt, directora del Instituto Confucio de la Universidad Católica en Santiago, Perú y Chile presentan distintas características fundamentales en su relación con China. “Por el tamaño de los mercados (asiáticos), y no por el volumen o la producción de materias primas, puede ser interesante como estrategia nacional una postura latinoamericana frente a Asia”. Cualitativamente hablando, Perú tiene mayor cercanía cultural al Asia, gracias a la inmigración asiática que ha recibido y que genera “una perspectiva alternativa a la mirada de la inversión y de los mercados asiáticos que tiene Chile”.

Según Raúl Allard, director del Magíster de Relaciones Internacionales de la PUC Valparaíso, más que competencia, existe una comparación obvia, a partir de que “Perú y Chile comparten una vocación marítima y una porción de costa significativa en el Pacífico”. Hoy la pertenencia de Perú a la APEC, que contó con la ayuda complementaria de Chile, le ha garantizado un acceso cuasi privilegiado a las economías del Asia Pacífico. En este escenario, “Perú se ha beneficiado de esfuerzos que hasta hace poco formaban parte poco significativa de la estrategia de Chile en el Asia Pacífico”. Se trata concretamente del P4, firmado entre Chile, Brunei, Nueva Zelanda y Singapur en el 2005. Aunque modesto en su presentación inicial, este acuerdo ha tomado dimensiones significativas, ya que se ha convertido en la punta de lanza para la formación de un área de libre comercio general dentro de APEC, “y al que se ha invitado a Perú y México”.

La ventaja aparente de Perú radica en las cifras de inversión extranjera que está captando desde China. Sin embargo, este es un fenómeno que beneficia a Chile también. El éxito peruano pasa por su “política de regionalismo abierto, en la que Chile también tiene preferencias. Perú además es parte de UNASUR, de APEC y del nuevo CELAC”. En estos ámbitos, Perú y Chile funcionan como socios con objetivos comunes, como lo es el lograr una mayor presencia de América Latina frente a las distintas instancias internacionales en el futuro cercano. En cuanto a Perú como país plataforma, Allard sostiene que hay ventajas peruanas que son insoslayables: “Perú tiene bajos aranceles que favorecen al comercio exterior, está más cerca de las rutas comerciales marítimas más importantes y tiene un nivel de protección bajo que atrae a las inversiones extranjeras. Al mismo tiempo tiene políticas que favorecen el comercio y las inversiones mutuas con Chile y viceversa”. Este último punto es el determinante para el futuro de Chile. De la misma manera que con Colombia, "las inversiones chilenas en esos países sudamericanos participarán del crecimiento económico de esas naciones" en su relación individual con Asia.

En la misma dirección apunta el profesor Marco Jaramillo, director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Católica. La mayor flexibilidad peruana en términos de inversión extranjera puede arrojar una ventaja aparente en términos numéricos e inmediatos, pero se trata también de un proceso que la economía chilena ya ha superado. “Nuestra mayor ventaja frente a Perú es la masa crítica de profesionales y la mayor educación, y hay que aprovecharla”. En ese sentido, Perú puede fortalecer las industrias que requieran una tecnología menor “mientras Chile se concentra en las inversiones de alta tecnología. En ese caso, la relación de ambos países puede ser complementaria”.

Inversión China en Perú