Ezio Costa: “Es fundamental abordar la necesidad de adaptación frente a la crisis climática”

Especialista en derecho ambiental, Ezio Costa comentó además sobre la efectividad en nuestro país de políticas como la instalación de paneles solares en los techos de viviendas, recientemente llevada adelante en Australia. En su opinión, la producción de energía por parte de los ciudadanos contribuye a reducir los costos de consumo energético. Más de sus opiniones, en la siguiente entrevista.

Avances en descarbonización

”La descarbonización en Chile, en una primera etapa, se planteó y ha avanzado principalmente a través de la salida concertada de las plantas generadoras termoeléctricas a carbón. Este proceso, aunque podría haberse acelerado más y aún hay espacio para ello, ha sido notable, ya que se han cerrado varias centrales a carbón, lo cual es una buena noticia. Sin embargo, el desafío radica en que la descarbonización implica más que solo eliminar el carbón, también requiere erradicar todas las fuentes de gases de efecto invernadero.

En esta primera fase, el enfoque se ha centrado mayormente en el carbón y no tanto en otros combustibles fósiles. Pero con la entrada en vigor de la Ley Marco de Cambio Climático, se abren nuevas oportunidades para abordar los combustibles fósiles y los gases de efecto invernadero que provienen de diversas actividades. Además, es fundamental considerar la adaptación frente a la crisis climática y ecológica”.

Efectividad de políticas como paneles solares en casas y azoteas de Australia

”Existen varias iniciativas que se pueden implementar desde las políticas públicas. La instalación de techos solares es, sin duda, una de las medidas que tiene un impacto significativo. Además, esta iniciativa acerca el problema a las personas en las ciudades, visibilizando el proceso de transición ecológica que también implica una transformación energética, lo cual es positivo. La producción de energía por parte de los ciudadanos contribuye a reducir los costos de consumo energético, lo que la convierte en una buena política.

Otras políticas efectivas incluyen la conservación de sumideros de carbono, es decir, la protección de humedales y bosques nativos. Esto es fundamental para mitigar los gases de efecto invernadero. También es necesario cuidar los suelos que contienen permafrost en ciertas áreas, ya que son esenciales para reducir estas emisiones.

Una línea política que está surgiendo en Chile, pero que aún tiene mucho camino por recorrer, es la reducción de las emisiones de metano. Este gas tiene una vida útil más corta, pero un potencial de calentamiento global mucho mayor. Proviene de fuentes como los residuos agrícolas y la industria ganadera, y existe un espacio significativo para disminuir estas emisiones.

Además, es crucial considerar todas estas acciones en conjunto con la adaptación a la crisis climática y ecológica. A pesar de nuestros esfuerzos, lamentablemente es poco probable que logremos mantener el aumento de la temperatura global dentro de los límites seguros. El Acuerdo de París establece un objetivo de entre 1.5 y 2 grados por encima de los niveles preindustriales, pero muchos científicos advierten que es probable que superemos los 2 grados, alcanzando quizás cerca de 3. Esto traerá desastres ambientales en diversas partes del mundo, incluyendo Chile, lo que resultará en sufrimiento, pobreza y pérdida de vidas.

Por ejemplo, hemos experimentado un ciclo de sequía prolongado en el centro de Chile, y es probable que esta situación continúe. A pesar del tiempo transcurrido, no hemos implementado medidas adecuadas de adaptación en gran parte del país, que enfrentará una disminución en la disponibilidad de agua. Necesitamos pensar en cómo adaptarnos a esta realidad. ¿Qué tipo de economía se puede desarrollar en un lugar con menos agua? Se requiere un enfoque económico diferente al que teníamos anteriormente. También debemos considerar qué tipo de construcciones son necesarias y cómo nos prepararemos para periodos de sequía extrema, donde el acceso al agua se vuelva crítico.

Estas son preguntas que aún no tienen respuestas claras y representan un desafío urgente. Hoy enfrentamos sequías, pero también debemos prepararnos para lluvias torrenciales en el norte, marejadas en las costas y el aumento de temperaturas que afectan la productividad agrícola en varias regiones. Es esencial planificar estas respuestas desde el Estado, en colaboración con la comunidad y el sector privado, para asegurar que podamos adaptarnos a este clima cambiante y minimizar el sufrimiento humano”.

Gestión de desastres a nivel local y comunitario en Vietnam: ¿Podemos pensar en algo similar en Chile?

”Un excelente ejemplo en Chile es un proyecto implementado por Cáritas Chile en la comuna de Quilpué. Este proyecto ganó notoriedad tras los grandes incendios del verano pasado, ya que consistía en un sistema de gestión comunitaria de riesgos, específicamente para incendios. Gracias a este sistema, una comunidad logró salvarse de los devastadores incendios forestales que arrasaron todo a su alrededor. La única población que se salvó en esa área fue la que había desarrollado, junto a Cáritas Chile, un sistema comunitario de gestión de desastres el mismo año. Al contar con el conocimiento necesario sobre cómo actuar, así como con una clara distribución de tareas y la voluntad de llevarlas a cabo, pudieron proteger todas sus casas.

Este caso ilustra perfectamente lo que mencionas acerca de Vietnam y debería replicarse en todas partes. Estamos expuestos a un aumento de desastres naturales debido a la crisis climática. Existen estadísticas que indican que una persona nacida en el año 2000 enfrentará entre dos y tres meses más de desastres naturales en comparación con alguien que nació en el siglo pasado. La frecuencia y el tipo de desastres varían según la región del mundo, incluyendo huracanes en el Caribe, marejadas, sequías e inundaciones.

Por lo tanto, esta gestión comunitaria es una de las formas efectivas de enfrentar los desafíos que nos presenta el cambio climático”.

Importancia de la educación ambiental

”En cuanto a la educación ambiental es evidente que hay una necesidad urgente. Es un instrumento de gestión fundamental, pero también es importante prestar atención a cómo se está llevando a cabo esta educación. Por un lado, existe una parte que se desarrolla en el ámbito de la educación formal, centrada en el fenómeno del cambio climático y en el funcionamiento del clima, que antes era estable y ya no lo es en Chile.

Sin embargo, hay otro tipo de educación más aplicada que ha sido menos utilizada y que considero crucial. Esta educación se enfoca en sectores específicos, lugares y riesgos particulares. Por ejemplo, una persona que trabaja en agricultura en la región de Coquimbo enfrenta riesgos que no existían hace algunos años. En este rubro, se transmite mucho conocimiento tradicional. Aunque este conocimiento ancestral puede ofrecer herramientas para enfrentar ciertos desafíos ambientales, a menudo se queda corto ante la magnitud e intensidad de los problemas actuales.

Por lo tanto, creo que la educación ambiental aplicada es un área en la que aún tenemos mucho por mejorar”.

Prioridades en la agenda legislativa

”Hay una cierta claridad sobre la urgencia de los desafíos climáticos y ambientales. Sin embargo, lo que falta es comprender que los cambios necesarios tendrán perdedores. No es posible implementar transformaciones sin que algunas partes se sientan perjudicadas. Esto plantea una paradoja: cada vez que se discute un cambio, siempre habrá una industria o un sector que perciba que sus intereses económicos se ven amenazados”.

Hasta ahora, como país, hemos sido bastante respetuosos al evitar generar molestias a estos sectores. Está bien implementar medidas para minimizar los impactos, pero es importante reconocer que esos impactos existirán si realmente queremos realizar cambios que beneficien al país en el futuro. Por lo tanto, es esencial llevar a cabo un análisis de costos y beneficios y tomar decisiones que sean las más adecuadas para Chile a largo plazo. Esto necesariamente implica hacer ciertos sacrificios en el presente.

Es algo que todos debemos considerar, incluidos los parlamentarios y parlamentarias. En nuestra vida cotidiana, es fundamental pensar en un futuro razonable no solo para nosotros, sino también para las generaciones venideras”.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl