Fernando Reyes Matta: “La modernización china se centra en el desarrollo social más que el crecimiento económico”

En su opinión, aunque se vislumbra un período de estabilidad económica, persisten desafíos como la crisis inmobiliaria, riesgos de deflación y una demanda interna moderada. Además, planteó que desde Chile es fundamental comprender cómo funciona y continuará evolucionando progresivamente China, especialmente influenciada por la revolución digital. Más de sus reflexiones, en la siguiente entrevista.

China entra en un período de mayor estabilidad económica

”Creo que el plan quinquenal lanzado y aprobado en el año 2022 representa un importante desafío para China. Este plan implica un cambio significativo en su economía, alejándose de la estructura previa que sustentaba su desarrollo antes de la pandemia. Esto porque la crisis sanitaria dejó al descubierto debilidades y complejidades en el sistema económico chino, a pesar de haber logrado resistir inicialmente su impacto.

Aunque la economía china creció un 5,2 por ciento en 2023, superando ligeramente la meta oficial, persisten desafíos como la crisis inmobiliaria, riesgos de deflación y una demanda interna moderada que han afectado los resultados esperados. Se proyecta que mantendrá un crecimiento anual entre el 2 y el 4 por ciento hasta el 2030, ya que un crecimiento como el experimentado hace una década no es sostenible.

El actual modelo de crecimiento chino se basa en inversiones inmobiliarias e infraestructura alimentaria, mientras que los nuevos motores de crecimiento, como la apuesta por la era digital, aún no son la principal fuente de desarrollo. China ha sabido adaptarse al escenario internacional actual, asumiendo un papel más activo en medio de conflictos globales.

La modernización se ha convertido en una palabra clave en el discurso político chino, con un enfoque en dejar atrás los legados de la revolución industrial y transformarse en una potencia económica, innovadora e influyente a nivel mundial. Esta modernización se centra en el desarrollo social y la mejora de la calidad de vida, más allá del crecimiento económico tradicional. La narrativa de modernización está presente en los esfuerzos chinos hacia la inteligencia artificial, desarrollo digital y tecnologías emergentes como el 6G”.

Crecimiento de la clase media y mejor calidad de vida

”Sin duda, se está produciendo un cambio social significativo en China, impulsado por la integración de la economía digital en la vida diaria. El uso generalizado de recursos digitales y los teléfonos móviles para llevar a cabo transacciones en línea es un fenómeno que solo se puede comprender plenamente al experimentarlo en el día a día en China.

Actualmente, es prácticamente imposible tomar un taxi sin utilizar alguna plataforma digital disponible en el país. Desde artículos de consumo diario como lechugas o verduras hasta la compra de automóviles u otros bienes de mayor envergadura, todo se realiza a través del teléfono móvil. Este enfoque digital en la sociedad china no solo refleja una realidad presente, sino que también plantea interrogantes sobre cómo será la sociedad digital del futuro en el ámbito global.

El gigante asiático está adelantándose a lo que posiblemente experimentará el resto del mundo con la rápida expansión digital actual. Este escenario destaca la presencia de una clase media cada vez más sólida, poderosa y en constante crecimiento. Algunos estiman que alrededor de 600 millones de personas, mientras que otros sugieren alrededor de 500 millones, forman parte de la clase media.

Este rango de 500 a 700 millones de individuos puede considerarse como integrantes de esta clase social. El principal desafío al que se enfrentan los líderes políticos chinos en la actualidad es cómo responder a las demandas de participación de la sociedad en las decisiones futuras del país.

No se trata de implementar un modelo de democracia liberal occidental, sino de encontrar formas dentro de su propio sistema político para involucrar a una ciudadanía que disfruta de una mejor calidad de vida, ha superado la pobreza y busca tener voz en el futuro desarrollo de la nación.

Estos son temas nuevos a los que el Partido Comunista y sus líderes actuales no pueden eludir. La participación se convierte en un concepto crucial para el futuro de la sociedad china, considerando sus tradiciones, rumbo y cultura arraigada a lo largo de muchos siglos. En este año se conmemoran los 75 años desde la fundación de la República Popular China en 1949”.

Perspectivas económicas y consumo de productos agroalimentarios

”Considero que la actitud de la población china y de las familias después de la pandemia refleja la evaluación de los costos económicos que cada hogar experimentó durante ese período. A pesar de los apoyos sociales brindados, las pérdidas fueron significativas. La expectativa de un fuerte repunte en el consumo tras la pandemia resultó ser un enfoque erróneo por parte de los líderes políticos chinos.

En cambio, la población ha demostrado una sabiduría ancestral al optar por ahorrar y ser cautelosa con los recursos. En lugar de lanzarse a un consumo desenfrenado al volver a las calles tras la pandemia, los hogares chinos han sido prudentes, frenando sus aspiraciones y esperando el momento adecuado para ajustar sus condiciones. Sin embargo, a medida que se implementan nuevos estímulos al consumo, se espera que aumenten las presiones de demanda de productos externos, incluidos los agrícolas como el vino.

China está experimentando un crecimiento gradual en la demanda de productos agrícolas, incluyendo el vino. Se prevé que en los próximos años China pueda convertirse en un productor de vinos de calidad, lo que podría impactar las exportaciones de vino chileno al país. A medida que la agricultura china se moderniza y adquiere conocimientos especializados, también se abre la posibilidad de competir con otros productores internacionales en el mercado global.

Es importante considerar que China está diversificando sus importaciones agrícolas, lo que ha llevado a una mayor demanda de productos de diversas regiones. Esta situación ha influido en las decisiones políticas, como se observa en las relaciones con Ucrania. La población china prioriza el ahorro y la preparación para futuros desafíos, con la expectativa de un aumento progresivo en el consumo a medida que se recupere la confianza económica”.

Importación de cobre

”Es importante recordar que China es líder mundial en varios sectores manufactureros clave, como maquinaria, electrónica, textil, confección, acero y producción de automóviles. Por ejemplo, BYD superó a Tesla para convertirse en la mayor empresa de coches eléctricos del mundo en el último trimestre del año pasado.

El crecimiento de China en el sector de vehículos eléctricos y su papel destacado en diversos ámbitos nos indica la relevancia de cómo podemos aprovechar nuestros recursos, como el cobre y el litio. Los autos eléctricos consumen más cobre y litio en comparación con los vehículos de gasolina tradicionales, lo que nos convierte en socios estratégicos en el desarrollo de China.

Además, la creciente clase media china demanda bienes saludables y de calidad, como los que Chile exporta, como frutas y otros productos. Nuestro país cuenta con una diversidad de oportunidades comerciales, incluyendo el sector de servicios que, aunque actualmente pequeño en la relación con China, tiene un gran potencial.

La diferencia horaria entre ambos países brinda la posibilidad de una colaboración digital continua, facilitada por las lecciones aprendidas durante la pandemia, lo cual ha demostrado la viabilidad de un diálogo constante en diversas áreas.

La interacción entre arquitectos trabajando en estudios combinados en Beijing y en Chile ilustra cómo la colaboración global puede ser efectiva las 24 horas del día. Por otro lado, la contraestación, especialmente beneficiosa para la producción agrícola, nos permite aprovechar nuestro clima mediterráneo durante el invierno chino para satisfacer sus necesidades. Estos recursos naturales únicos representan nuevas oportunidades para fortalecer nuestras relaciones con China de manera más activa y diversificada”.

Gobernanza y posicionamiento regional

”En realidad, China no se rige únicamente por las referencias políticas emergentes en un momento específico. Su gobernanza se basa en el liderazgo de un partido único, poderoso y sólido, que estableció la República Popular China y que se fundamenta en una larga historia de milenios.

Esta historia refleja la capacidad del sistema imperial chino para gobernar el país durante siglos, utilizando la meritocracia como un criterio esencial que permitía seleccionar a los individuos más capaces a través de rigurosos exámenes para formar parte de la Corte Imperial y liderar la nación.

Se desarrollaron varias instituciones, como el Gran Canal que facilitaba la comunicación de norte a sur y la distribución de la administración en diversas regiones del país. Esta experiencia en la gestión de un país extenso y poderoso es un legado que China valora en la actualidad.

Hoy China cuenta con una estructura política que incluye un Parlamento donde se reúnen representantes de 23 provincias, aproximadamente cuatro regiones especiales y dos o tres ciudades. Esta configuración refleja una presencia política mediada por las decisiones tomadas en la base social bajo la influencia del Partido Comunista.

Las autoridades que acceden a la Asamblea Nacional Popular desde la base social no pueden simplemente estar presentes en Beijing, por lo que deben llevar consigo una narrativa representativa de la región que los ha colocado en el centro del Gobierno. Este aspecto es crucial, ya que cada vez aumenta la presión y la demanda de aquellos que han sido elegidos localmente para representar a su provincia o ciudad en la Asamblea Nacional Popular.

La coherencia entre el representante y lo que está ocurriendo en la base de su región es determinante para su permanencia. Desde Chile es fundamental comprender cómo funciona y continuará evolucionando progresivamente China, especialmente influenciada por la revolución digital que ha transformado el país de manera significativa.

En este contexto interno de China surge la pregunta: ¿Cómo se relaciona esto con el resto del mundo? China ha adoptado una postura particular frente a importantes conflictos globales como el de Rusia con Ucrania y el del Medio Oriente, específicamente en la zona de gas. China ha mantenido una posición distinta respecto a Rusia en decisiones claves de Naciones Unidas, como se vio en votaciones recientes en el Consejo de Seguridad.

Esto incluye abstenciones conjuntas con India en votaciones del 2022 y 2023, marcando un cambio en su postura. La relación económica con Rusia ha beneficiado a China, permitiéndole obtener descuentos significativos en la importación de petróleo, lo que ha contribuido a mantener bajo control la inflación en el país.

Sin embargo, el cambio en el panorama productivo e industrial de China ha generado demanda de nuevo talento humano y, como resultado, desafíos en el empleo. El desempleo juvenil, por ejemplo, alcanzó un 20 por ciento el año pasado en el grupo de edad entre 18 y 24 años.

A nivel nacional, la tasa de desempleo se ha mantenido relativamente estable, situándose en un 5,3 por ciento el año pasado. No obstante, el futuro laboral en China está fuertemente influenciado por la transición hacia una economía digital predominante en el país”.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl