La guía orientada a los hogares australianos para lograr un consumo inteligente del agua

El cuidado del recurso hídrico es una tarea de la que participan todos los actores es por ello que el gobierno australiano, al mismo tiempo que emprende acciones en conjunto con el sector privado para optimizar el funcionamiento de la infraestructura pública y mejorar prácticas a un nivel macro, publicó una guía orientada a los hogares para lograr un consumo más inteligente que además de permitir un alivio a los bolsillos, contribuya a manejar un problema creciente a nivel nacional. Más detalles de esta iniciativa, en la siguiente nota.

Hogares más conscientes con el ambiente y con el futuro

No sólo se trata de uno de los países con mayor conciencia sobre los grandes problemas que impone el cambio climático, sino de una de las zonas más secas del planeta. Australia tiene una larga historia de sequías, por lo tanto las acciones que ha emprendido para hacer frente a la escasez de agua en algunas regiones no son nuevas. Por el contrario, tienen una larga data de ensayo y error.

Es por ello que el foco de la solución no está puesto en un sólo sector o en un sólo grupo de actores, sino a un cúmulo de acciones llevadas a cabo simultáneamente en distintos espacios de la sociedad. Es así como las acciones individuales tienen tanta relevancia como las que pueden darse en el seno de organizaciones públicas o privadas.

De esta forma, tal como sucede la gestión del agua en las industrias y diversos sectores productivos, el consumo eficiente en las familias es parte esencial de las estrategias que impulsa Australia para hacer un mejor uso del recurso, pues en la medida en que los hogares sean cada día más sostenibles y más verdes, las ciudades estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos del cambio climático.

Es en este marco de brindar necesidades sostenibles a las ciudades que surge Tu hogar (Your Home) una guía independiente promovida por el gobierno del país oceánico para que las casas construidas en la actualidad tengan vigencia en 50 o 100 años más. Esto porque un hogar sostenible no es sólo aquel que incorpora un diseño apropiado en términos de aislamiento u orientación, sino también el que permite dar un mejor uso a los adelantos tecnológicos fabricados con fines de que sean más amigables con el ambiente.

Con ello, más que lograr que quienes habitan estas “casas verdes” se sientan confiados, apuntan a que los hábitos ecológicos de las personas puedan llevarse a la práctica de una manera más fácil gracias a una infraestructura que facilita y orienta al uso eficiente de los recursos.

Reducción en el uso del agua

La necesidad de reducir el consumo es más que un problema económico de los hogares, es una manera visible y efectiva de reducir el impacto en el medioambiente. De tal forma, acciones emprendidas por la autoridad como introducir mejoras en el almacenamiento, diversificar las fuentes, o la optimización de tuberías y aplicaciones en plantas de tratamiento, se complementan con las decisiones que toman los ciudadanos, pues todas apuntan a la misma dirección: un uso eficiente del recurso hídrico.

En consecuencia, el gobierno australiano promueve una serie de recomendaciones en una guía orientada a los hogares, con el fin de que sus acciones vayan en sintonía con los esfuerzos realizados por las instituciones públicas y privadas. Las acciones presentes en la guía, pueden verse en la siguiente infografía.

Con esta guía se busca una manera efectiva, pero también menos costosa, de hacer un mejor uso del recurso hídrico tanto al interior como al exterior de los hogares.

El peso del consumo en el suministro en la realidad chilena

Una enriquecedora mirada sobre el problema del agua, tanto a nivel global como en la escasez hídrica y sequía en la realidad chilena, nos aportó Alex Godoy, director del Centro de Investigación en Sustentabilidad de la Universidad del Desarrollo (CISGER). En su opinión, las acciones que puedan hacer las personas en los hogares es tan importante como la que pueda emprender la industria.

En el caso chileno, explicó, el consumo se produce desde distintos sectores. “La escasez hídrica que estamos viviendo en el Valle del Maipo no solamente la está viviendo el sector sanitario, lo está viviendo el agro, la industria porque el río es para todos”, de tal manera, un consumo más racional del recurso funcionaría a la hora de preservar la disponibilidad.

“Descomprime en términos del uso del agua que estamos bebiendo todos, porque es un sistema dinámico. Por ejemplo, si en el río vienen 100 y estamos captando 100, el consumo de la ciudad debería ser 100, pero si consumimos más de lo que viene del río, si el volumen es 80 y la demanda sigue siendo 100, vamos a tener un déficit, que no significa que nos quedemos sin agua, esto no es neto, sino que el volumen que captamos es mucho menor. Por lo general existe la creencia de que las cosas son estáticas y no lo son”, comentó.

De igual manera, aclaró el valor que tienen las acciones individuales. “Hablamos de que hay que entender que el suministro y la demanda van íntimamente relacionados y que el suministro es que exista agua en el río, que exista pluviometría en la cordillera, que existan reservorios de agua, mientras que la gestión de la demanda tiene que ver con cuánto estamos extrayendo. ¿Qué ha ido pasando? que el volumen del agua en la cuenca ha ido disminuyendo en el tiempo, pero la demanda se ha mantenido constante, entonces ya no extraemos los mismos volúmenes, extraemos menos volúmenes para distribuirlos en la misma gente. Esa demanda hay que gestionarla y eso es lo que está haciendo Australia, Israel y otros países que ya viven la escasez hídrica”, sentenció.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl