El informe de Desarrollo Humano 2024 en Asia Pacífico publicado en marzo de 2024, ofrece una visión panorámica de dicha región, dando cuenta de un leve repunte luego de la pandemia. A pesar de superar a los Estados árabes en términos de desarrollo, persisten importantes retos en áreas como la educación y la salud, que son también los puntos débiles de América Latina y Chile para evitar el estancamiento.
INDICE DE DESARROLLO HUMANO EN ASIA, POLITICAS PUBLICAS ASIA PACIFICOEl informe de Desarrollo Humano 2024 en Asia Pacífico publicado en marzo de 2024, ofrece una visión panorámica de dicha región, dando cuenta de un leve repunte luego de la pandemia. A pesar de superar a los Estados árabes en términos de desarrollo, persisten importantes retos en áreas como la educación y la salud, que son también los puntos débiles de América Latina y Chile para evitar el estancamiento.Biblioteca del Congreso Nacional de Chile
Aunque Asia Pacífico alberga a varios de los países con alto índice de desarrollo humano, como Singapur y Australia, las diferencias entre los líderes y rezagados se han ampliado, lo que plantea la necesidad urgente de nuevas estrategias para abordar estos desafíos y fomentar un desarrollo humano sostenible. Más de esta realidad y los desafíos de ambas regiones, en la siguiente nota.
Mejoras en el Asia siguen siendo insuficientes tras la pandemia
El informe de Desarrollo Humano 2024 en Asia Pacífico fue publicado en marzo de 2024 y es una mirada de toda la región. Destaca entre sus premisas que después de una caída sufrida en los últimos años producto de la pandemia, en 2022 comenzó a evidenciar mejoras notables que llevaron incluso a superar a los Estados árabes, sin embargo, a pesar de esta mejora, el informe señala que está lejos de evidenciar una mejora total, sobre todo en el Sudeste Asiático, donde la recuperación en educación y salud son grandes pendientes.
En consonancia con esta tendencia, aún hay 14 países que se mantienen por debajo de los valores de 2019, como Indonesia, Filipinas y Brunei Darussalam. Además de los problemas en educación y salud, la igualdad de género es otro de los grandes problemas que no han mostrado avances significativos en los últimos cinco años. Sin embargo, una de las características más notorias del IDH a nivel regional es la desigualdad que se produce entre los países.
La diferencia entre los primeros lugares y los últimos creció, a pesar que entre 1990 y 2020 se produjo una reducción significativa de las brechas. La pandemia y sus dificultades en la recuperación económica impidieron que esta tendencia a la baja se siga produciendo y, por el contrario, cambio la tendencia a un aumento de 46 puntos porcentuales.
Un informe BCN aborda el panorama asiático del Índice del Desarrollo Humano. Destaca que dentro del contexto global, Asia Pacífico es la segunda región que tiene más países dentro de los 20 primeros puestos después de Europa -Hong Kong (4l), Singapur (9) y Australia (10)- aunque a nivel general la región se encuentra solamente por encima de África Subsahariana y los Estados Árabes, por debajo de Europa y América Latina.
Otros países con un nivel “muy alto” en el Asia Pacífico son Nueva Zelanda (16), Corea del Sur (19) y Japón (24). Si vemos el Índice de Desarrollo Humano desde una perspectiva histórica, el progreso se explica por un rápido crecimiento económico, que ha jugado un rol clave en el ascenso de la clase media y que más de mil 500 millones de personas salgan de la pobreza extrema, principalmente gracias al ascenso de China.
A pesar de ello, el informe plantea que es urgente la adopción de nuevas direcciones para impulsar el IDH a través del denominado “enfoque de tres pilares”. Estos son:
Integración del Desarrollo Humano: es crucial integrar mejor las estrategias de crecimiento y
desarrollo humano, priorizando a las personas en todas las decisiones
Recalibrar la Estrategia de Crecimiento: diversificar las estrategias y prepararse para diversos futuros probables es esencial para enfrentar los desafíos complejos actuales
Implementación del Cambio: el informe destaca la importancia de la anticipación para mejorar la gobernanza, pero también la adaptabilidad y agilidad para facilitar una mejor implementación y convertir nuevas ideas en acciones concretas.
Estos pilares no solamente subrayan la necesidad de integrar mejor las estrategias de crecimiento con el desarrollo humano, sino también la diversificación de estrategias de crecimiento y mejora de la gobernanza para abordar estos desafíos y convertir nuevas ideas en acciones tangibles. Ahora bien, en consideración de los avance y desafíos que presenta la región Asia Pacífico, surge la pregunta sobre cuáles son los principales retos en América Latina y Chile.
Una revisión del IDH en Chile y América Latina
Si miramos nuestro contexto regional, Chile, Argentina y Uruguay lideran el ranking, seguido por Panamá y Costa Rica, quienes cierran las primeras cinco posiciones con un IDH “muy alto”. Luego, le siguen México, República Dominicana, Ecuador, Cuba y Perú, que finalizan el top 10 con un nivel de desarrollo “alto”. Si bien se advierte una trayectoria en ascenso desde 1990, el informe para nuestro país se titula ¿Por qué nos cuesta cambiar?, ya que enfrenta un estancamiento que podría ser peligroso.
El caso de Chile, el informe del IDH es el primero publicado en casi una década, ya que el último fue en 2015. Durante este tiempo, han ocurrido eventos significativos como el estallido social en 2019, la pandemia y los dos procesos constituyentes en 2021 y 2023. Aunque al igual que en el resto de América Latina, nuestro país ha experimentado grandes cambios desde el regreso de la democracia, principalmente en la creación de oportunidades laborales y mejora en la calidad de vida, aún enfrenta retos en la reducción de desigualdades.
Es por ello que el informe busca responder por qué es difícil implementar los cambios necesarios, pero también cómo conducir estos cambios hacia un desarrollo humano sostenible. Por ejemplo, uno de los principales obstáculos identificados es la insuficiente capacidad de la sociedad para
conducir cambios sociales. “Esta dificultad se atribuye a una relación disfuncional entre la ciudadanía,
las élites y los movimientos sociales, así como la influencia de las instituciones y el sistema político”, señala el informe BCN.
Pero también, el informe señala que es necesaria una conducción social efectiva por parte de los gobiernos para conseguir los avances que demanda un modelo de desarrollo humano sostenible. Para llegar a ello se requiere de un esfuerzo colectivo que no se limite solamente a la voluntad de los
líderes políticos, sino a la colaboración de diversos actores sociales. De manera tal que la interacción entre lo público y privado, junto con las percepciones de la ciudadanía, jueguen un papel determinante en el logro de los cambios requeridos.
Una reflexión sobre estos desafíos tuvo Carlos Miranda Rodríguez, presidente de la Fundación para el Desarrollo Social (Fudeso), para quien nuestra economía basada en la exportación de recursos naturales presenta marcadas desigualdades socioeconómicas. “También nos enfrentamos a una significativa brecha digital. Esta situación limita tanto la inclusión como la innovación. Estos factores no solo restringen la movilidad social, sino que también perpetúan la exclusión y la pobreza, especialmente en áreas urbanas vulnerables”, señaló.
Por lo tanto, plantea que es fundamental promover una diversificación económica que incluya sectores emergentes y fomente un desarrollo equitativo. “Aumentar la inversión en investigación y desarrollo (I+D) y en infraestructura digital es crucial para cerrar la brecha tecnológica y fortalecer la inclusión. Para ello requerimos de políticas que se centren en la redistribución efectiva de ingresos y en una sólida protección social para construir un nuevo pacto social que aborde de manera urgente y sostenible nuestros desafíos estructurales. El objetivo debe ser promover modelos que desarrollen capacidades y habilidades en las personas y en los territorios, buscando así una prosperidad integral en lugar de limitarse a mitigar las problemáticas económicas con soluciones temporales”, agregó.
Impacto real de las políticas sociales y el papel de la educación
En concordancia con las conclusiones del IDH de Chile, Carlos Miranda planteó que aunque las políticas de movilidad social han ayudado a reducir la pobreza, todavía existen brechas significativas en educación y acceso a tecnología. “Estos factores son fundamentales para lograr una verdadera inclusión y movilidad social en todos los sectores de la población. Por ello, es vital mejorar la calidad de la educación y asegurar un acceso universal -tanto en cantidad como en calidad- a las tecnologías y las habilidades digitales. Además, es necesario implementar una reforma del sistema previsional que garantice pensiones dignas”, sostuvo.
De igual forma comentó que es fundamental fortalecer la gobernanza y fomentar la participación de la ciudadanía en la creación de políticas sociales. “Para esto, invertir en sistemas educativos que promuevan la equidad es esencial. Contar con políticas que impulsen una distribución justa de recursos es crucial para no seguirnos estancando en el desarrollo humano, pero también que promuevan el respeto a la diversidad cultural y territorial de nuestro país. Todo esto debe llevarnos a pasar de los acuerdos a la acción de manera decidida y con una voluntad clara”, explicar.
En complemento de lo anterior, remarcó el rol de la educación en la generación de oportunidades laborales y su alineación con las demandas del mercado laboral. “Desempeña un papel clave en la mejora de la empleabilidad y en la adaptación en el contexto de una economía digitalizada. Por lo tanto, es vital actualizar de manera continua los currículos para incluir habilidades digitales y técnicas relevantes. Esto no se puede lograr sin mejorar la conexión entre las instituciones educativas y el sector empresarial, de modo contrario no podríamos asegurar que los programas educativos respondan efectivamente a las oportunidades que ofrece el mercado laboral, así como a aquellas que se pueden crear a través del emprendimiento y la innovación”, sentenció.
Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl
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