Japón: Preocupación por aumento de armas confiscadas

Aunque en Chile no sería un número alarmante, la incautación de 231 revólveres a delincuentes preocupa a Japón, una de las naciones más pacíficas del mundo -lo que se refleja incluso en su Constitución-, debido a que representa un incremento del 12 % respecto del año anterior.

La Dirección Nacional de Policía japonesa informó en febrero, que en 2007 decomisó las armas en el contexto de una campaña que buscaba desbaratar sindicatos de criminales.

No obstante, el aumento de armas de fuego entre bandoleros se le atribuye a conflictos violentos entre pandillas rivales.“Esto es sumamente preocupante para Japón porque no hay que olvidar que se considera como uno de los países más seguros del mundo y así comienza a ponerse en tela de juicio”, afirma Ariel Takeda, columnista de este sitio y profesor del diplomado de Cultura Asiática de la PUC.

De hecho, en la Constitución Pacifista de Japón se le prohíbe al Estado mantener cualquier poder beligerante para enfrentar a otra nación, pues los conflictos serán resueltos de manera diplomática: "...El derecho de beligerancia del estado no será reconocido", Art.9 "Renuncia a la Guerra".

Por otra parte, Takeda se refiere a las “bandas de delincuentes” como casos aislados, criminales comunes (inexistentes hasta hace poco) o jóvenes que pertenecen a las “generaciones perdidas que no encuentran identidad y que buscan reconocimiento social a través de actos violentos extremos dirigidos a personas inocentes”.

Por estas latitudes, en cambio, Carabineros de Chile ha requisado alrededor de 2.418 armas en 2007, cifra que ha ido en aumento sostenido desde el 2004. Además, informaron que de 2005 a la fecha se han entregado de manera voluntaria un total de 6.582 armas de fuego, 484 en lo que va de este año. Siendo esto, parte de una campaña para evitar, entre otras cosas, que los malhechores obtengan los revólveres de las mismas casas a las que entran a robar otras especies.

Sin duda que las cifras son bastante desiguales entre ambos países, pero se espera que en unos años más Chile rebaje su potencial de armas de fuego en manos civiles y que Japón no las suba.