La subdirectora del Centro de Estudios Comparados de Corea (CECorea) de la Universidad Central de Chile, profundizó sobre los contenidos del reciente libro “K-cine y K-dramas desbordados”, donde fue una de las editoras junto a Suk-Kyun Woo y Bárbara Bavoleo. En su opinión, la popularidad creciente tiene el potencial de cambiar el mercado dominado por las telenovelas de la región.
CULTURA COREANA, RED ASIA PACIFICO OPINA, HALLYU, K POP EN CHILE, K DRAMALa subdirectora del Centro de Estudios Comparados de Corea (CECorea) de la Universidad Central de Chile, profundizó sobre los contenidos del reciente libro “K-cine y K-dramas desbordados”, donde fue una de las editoras junto a Suk-Kyun Woo y Bárbara Bavoleo. En su opinión, la popularidad creciente tiene el potencial de cambiar el mercado dominado por las telenovelas de la región.Biblioteca del Congreso Nacional de Chile
La industria cultural coreana ha experimentado un crecimiento significativo en América Latina, especialmente tras la pandemia. Las plataformas de streaming han jugado un papel crucial en la difusión de los k-dramas y las películas coreanas, ampliándose a un público más diverso. Para conocer más este fenómeno conversamos con Jinok Choi, quien reflexionó sobre el fenómeno social de los contenidos coreanos en nuestro país. Más detalles, en la siguiente entrevista.
Recepción de los k-dramas en América Latina
”En los últimos años, sobre todo tras la pandemia por Covid-19, las plataformas de streaming han tenido un rol fundamental en la difusión de k-dramas tanto en Latinoamérica como en la esfera mundial. Ejemplo de ello es Netflix, la que ha diversificado el catálogo de k-dramas e, incluso, ha lanzado k-dramas en alianzas con productoras coreanas.
Si antes quienes disfrutaban k-dramas eran mayoritariamente fans de la ola coreana (hallyu), últimamente se trata de un público diverso a intergeneracional, quienes tienen acceso a estos contenidos de forma sencilla. Por lo anterior, es cada vez más común encontrar series coreanas en el top 10 de contenidos más vistos en Netflix”.
Representación de temas sociales contemporáneos en los k-dramas y cómo se transmiten a las audiencias internacionales
”El libro incluye capítulos que abordan la industria cinematográfica de manera general, por ejemplo, al dar un panorama de los festivales de cine, y también incluye estudios más exhaustivos sobre películas y k-dramas.
En particular, el libro identifica temáticas universales en los contenidos coreanos que son abordados desde la perspectiva local del país asiático. Lo anterior facilita la recepción transnacional de los contenidos, por parte de una audiencia que localiza estas historias y, al mismo tiempo, pueden conocer la cultura coreana.
Es decir, a partir de los contenidos audiovisuales es posible acceder a diferentes tipos de representaciones sociales de Corea. En ese sentido, el libro se concentra en aquellas producciones que ofrecen miradas críticas sobre temas contemporáneos.
Por ejemplo, a partir de la película Parásitos de 2019, se hace una lectura de las inequidades estructurales de una sociedad desigual, a través de la representación de la vivienda que se hace en el film. Por otra parte, la adaptación cinematográfica hecha en 2019 de la novela Kim Ji-young, nacida en 1982 permite discutir sobre el rol de la mujer en un entorno fuertemente patriarcal.
En cuanto a los k-dramas, se destaca el análisis de “Crash landing on you”, también de 2019, el cual aborda la representación de la reunificación y los vínculos entre ambas Coreas, sobre todo en aquellas raíces culturales compartidas por la identidad coreana”.
Proyecciones sobre el futuro del k-cine y el k-drama en América Latina
”Creo que la industria cultural coreana seguirá creciendo, puesto que ya es un motor relevante de la economía coreana y atrae mayores inversiones, las que son requeridas para producir mejores productos. Sumado a esto, la recepción a nivel latinoamericano y global es cada vez mejor y los contenidos audiovisuales de Corea ya no resultan tan ajenos a las audiencias extranjeras.
Además, los productores entienden las preferencias y las temáticas que pueden resultar exitosas a consumidores en todas partes del mundo. Por lo anterior, creo que está en marcha un ciclo virtuoso que seguirá fortaleciendo la industria cultural coreana.
En América Latina, esta popularidad creciente tiene el potencial de cambiar el mercado dominado por las telenovelas de la región -como las mexicanas y colombianas- además de las turcas que tuvieron su auge a partir de 2014. Además, considero que la industria cultural coreana se verá beneficiada gracias al interés creciente y diversificado en otros ámbitos de Corea, algunos ejemplos son los webtoons, los videojuegos, la gastronomía y los estudios coreanos”.
Por qué los jóvenes chilenos sienten aún atracción hacia el k-cine y el k-drama
Si bien el consumo de contenidos coreanos se ha asociado mucho a los fans de la ola coreana, considero que, en el caso particular del cine y los dramas coreanos, no se limita solo a este público. Esto es así sobre todo en el caso del cine coreano, cuya industria ha tenido una trayectoria paralela al “boom de lo coreano”. Más bien, el cine de Corea ha venido a potenciar al hallyu, dándole fuerza al fenómeno, más que estar contenido en su interior.
Sin perjuicio de lo anterior, si nos concentramos en las juventudes que disfrutan estos contenidos, un factor relevante puede ser el posicionamiento favorable de las obras coreanas frente a la oferta dominante de productos culturales occidentales en la esfera global. En ese escenario, k-dramas y k-cine, aún cuando tienen recepciones diferentes, emergen como contenidos singulares con temáticas desde una perspectiva coreana”.
Influencia de las plataformas de streaming en la popularidad de los k-dramas
”Como mencioné en la primera pregunta, en cuanto a los k-dramas, considero que el rol de las plataformas de streaming ha sido fundamental para su difusión a nuevas audiencias. En particular, creo que las juventudes seguidoras de la ola coreana están familiarizadas con los k-dramas y acceden a ellos por diferentes medios, aún cuando antes era más difícil por no tener suficientes canales oficiales para su difusión.
Con la inclusión progresiva de k-dramas en plataformas como Netflix, Disney plus y Prime video, la accesibilidad mejoró bastante y permitió fortalecer un consumo ya existente.
Sin embargo, observo que un efecto más del directo del streaming ha sido presentar estos contenidos a públicos no familiarizados con la cultura coreana, quienes empezaron a verlos sin siquiera saber su origen, como ocurre con otros contenidos mainstream. Un fenómeno así ocurrió con la popularidad de “El juego del calamar” de 2021, la cual introdujo las series coreanas a muchos espectadores, construyendo así una valoración positiva a audiencias que empezaron a reparar en el origen de esta y otras series coreanas. Así mismo más series coreanas comenzaron a emitirse en el formato y frecuencia de Netflix”.
creación de comunidades en redes sociales y participación en eventos relacionados con el k-cine y el k-drama
“El fandom de la ola coreana en Chile es muy activo y sus prácticas -motivadas por el afecto a los idols y estrellas del k-pop y k-dramas- se han diversificado y extendido para incluir más contenidos culturales de Corea.
Aunque el fandom no necesariamente es el mismo público del cine coreano, quienes disfrutan del hallyu usualmente buscan “vivir una Corea propia” en Chile. Por ejemplo, al participar en eventos dedicados a su ídolo favorito o favorita, pero también consumiendo comida coreana, organizando eventos culturales relacionados o, incluso, intentando aprender el idioma coreano”.
Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl
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