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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Jorge Vásquez: “ Auguro una profundización de las relaciones con China”

18 junio 2020

Para este abogado de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) -quien además cursa una maestría en derecho internacional y derecho chino en la Universidad de Wuhan- hay un renovado interés del gigante asiático en el mercado chileno que se explicaría por la aversión de los capitales chinos a la inestabilidad que sufren nuestros países vecinos. A tal efecto, plantea que es fundamental mantener un ambiente regulatorio que fomente la certeza jurídica y de garantías a los inversionistas.

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Desde 2007 que Jorge Vásquez Rossier se encuentra vinculado a China. Su primera experiencia se concretó gracias a que obtuvo el primer lugar en una competencia de ensayos de investigación, donde nuestro Programa Asia Pacífico de la Biblioteca del Congreso Nacional fue uno de los organizadores. En su opinión, si la economía mundial logra recuperarse, augura una profundización de las relaciones comerciales y de inversiones, lo que sin duda sería positivo para el desarrollo de nuestro país. Más de sus definiciones, en la siguiente entrevista.

Vida y experiencia en Wuhan

”Mi primer contacto con China fue el 2007 durante mi primer año de estudios de derecho en la universidad cuando me inscribí en el primer curso de chino mandarín ofrecido por una universidad chilena fuera de Santiago. Tres años después tuve la oportunidad de viajar a China a participar de la Exposición Universal en la ciudad de Shanghai, esto como parte de mi premio al ser galardonado con el primer lugar en una competencia nacional de ensayos de investigación organizada por la Secretaría General de Chile en Expo Shanghai 2010 y el Programa Asia Pacífico de la Biblioteca del Congreso Nacional.

La experiencia de estar en China representando mi país y en visitas a otros pabellones nacionales me marcó profundamente. Fue un aliciente para seguir profundizando mis conocimientos sobre China, por lo que a la vuelta a Chile continué con mis estudios de mandarín, pero esta vez en el entonces recientemente inaugurado Instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás.

El 2015 fui becado para realizar estudios en China en la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai, donde además de perfeccionarme en el idioma tuve la oportunidad de realizar un diplomado en temas comerciales y legales con relación a China. Una vez finalizado mis estudios el 2016 y gracias a la recomendación de un profesor de derecho tributario chino, encontré trabajo como consultor legal en una empresa de servicios financieros en Shanghai.

Desde el año pasado me encuentro realizando un postgrado en derecho internacional y derecho chino en la Universidad de Wuhan, que cuenta con el instituto de Derecho Internacional más antiguo del país y está fuertemente ligada a las áreas de relaciones internacionales, principalmente inversiones”.

Diferenciasy semejanzas con el tipo de derecho

”He escuchado testimonios de algunas personas donde señalan que estudiar derecho en China es una aventura, sin embargo, realizar un postgrado en este país se daba como un paso lógico en mi carrera porque ya contaba con estudios anteriores en derecho en China, además de tres años de experiencia profesional en este país.

En lo personal ha sido una experiencia sumamente enriquecedora. Respecto al derecho chino se da una situación curiosa, China tiene una civilización que remonta su historia cinco mil años atrás, sin embargo, su ordenamiento jurídico es casi en su totalidad de reciente data, no teniendo más que un par de décadas. De hecho, el primer Código Civil de la República Popular China ha sido recién aprobado por la Asamblea Nacional en mayo de 2020, por estas razones, es muy interesante hacer un análisis comparado de la legislación china, ya que en muchas áreas adopta enfoques modernos.

Adicionalmente, el sistema jurídico chino tiene como base el sistema continental europeo, abocándose a la reciente codificación de sus principales cuerpos normativos. Además, tiene una fuerte recepción del derecho romano reelaborado y sistematizado por la pandectística alemana, por lo que a pesar de la distancia y diferencias culturales, las categorías conceptuales legales que se manejan en China resultan sorprendentemente familiares a las nuestras”.

Desafíos en el ámbito cultural

”Durante mi desempeño profesional he podido percibir claramente la magnitud de la profundidad histórica, hay una serie de sutilezas y protocolos que trascienden lo cultural y que es imprescindible entender. Temas como el orden en que se sienta una persona en una mesa, la forma indicada de dirigirse a alguien, o el guanxi, que es el sistema de conexiones y contactos con que se manejan las relaciones interpersonales en China. Fueron conocimientos que la experiencia laboral en China me enseñó, son cuestiones ineludibles y de primerísima importancia para llevar el día a día con equipos de trabajo y clientes.

En lo jurídico propiamente tal, hay una especie de paradoja, pues a pesar que su regulación se enmarca dentro de la tradición civil continental y, por tanto, se asemeja a la nuestra. Hay una cultura legal propiamente China, fuertemente arraigada y ligada a principios del confucionismo. Esto implica una serie de desafíos, por ejemplo que las relaciones contractuales tardan mucho más en formalizarse y que se privilegia fuertemente el uso de mecanismos alternativos de solución de las controversias por sobre la judicialización de estas.

Respecto al idioma, afortunadamente, cuando llegué a China el 2015 ya contaba con un nivel de chino intermedio por lo que después de estudiarlo en la universidad por un año logré alcanzar un nivel avanzado que me permite desempeñarme en chino mandarín profesional y académicamente. Asimismo, el máster en derecho que actualmente curso es realizado en idioma inglés, porque hay académicos de diversos orígenes enseñando”.

Proyección de la economía China

” La pandemia ha provocado un descalabro económico alrededor de todo el mundo, y por supuesto que China no ha sido la excepción. Es especialmente significativo que el mes de mayo, en la sesión de apertura de la Asamblea Nacional Popular, por primera vez en más de dos décadas, el gobierno central haya decidido no fijar un objetivo de crecimiento para su economía para este 2020, esto cuando las expectativas anteriores a la pandemia situaban el crecimiento en un 6%.

El Gobierno chino percibe con especial cautela el desempleo post pandemia, en aras de poder paliarlo. Se están concentrando los esfuerzos en la economía digital, como en el comercio electrónico. El marco regulatorio resulta clave en este sentido, ya que se ha planteado la necesidad de continuar con la desregulación que fomente la creación de empresas en el sector tecnológico, así como incentivos tributarios a las empresas de alta tecnología, con el convencimiento que el coronavirus aceleraría la masificación de tecnologías como la inteligencia artificial y la red 5G, áreas consideradas como esenciales en la estrategia de desarrollo Made in China 2025.

Sin embargo, por el momento la economía China parece no haber sido tan afectada como Europa o América por los efectos de la pandemia. Indicadores de exportaciones e importaciones muestran que estas no se han visto tan resentidas como se pensaba en un comienzo, lo que sin duda son buenas noticias para nuestro país, debido a lo gravitante que es el mercado chino para el precio de los commodities, especialmente el cobre que se ha recuperado con fuerza en las últimas semanas debido a la confianza en la economía China”.

Impacto de la guerra comercial

”Ambas partes se han comprometido a implementar la primera fase del acuerdo comercial acordado en enero, en este sentido China se ha obligado a un aumento de importaciones de productos estadounidenses de doscientos mil millones de dólares en un periodo de dos años. La contingencia del Covid-19 ha hecho que los volúmenes no alcancen los niveles esperados, esto unido a la efervescencia política ligada al año electoral que se vive en Estados Unidos, nos hace pensar que no es del todo improbable que este acuerdo no prosperé, lo que supondría un nuevo duro golpe a la economía mundial.

Pese a que Chile tradicionalmente no era de los países predilectos en la región para recibir inversiones desde China, los resultados de los dos últimos años muestran que China ya es el principal país emisor de inversiones extranjeras en Chile. Este incremento sustantivo no solo se da en los volúmenes de inversión, sino en su diversificación, que ya no se limita solo al área de infraestructura y energía.

El renovado interés en el mercado chileno de parte de inversionistas chinos se explica por la aversión de los capitales chinos a la inestabilidad que sufren nuestros países vecinos, en este sentido es fundamental mantener un ambiente regulatorio que fomente la certeza jurídica y de garantías a los inversionistas. Si lo último logra concretarse y la economía mundial logra recuperarse, auguro una profundización de las relaciones comerciales y de inversiones entre ambos países, lo que sin duda es positivo para desarrollo de Chile.


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