Juan Enrique Serrano comentó sus recientes investigaciones sobre el auge de la inversión en Asean

Primera parte de la entrevista realizada a Juan Enrique Serrano, quien además es investigador en el Núcleo Milenio ICLAC y doctor en Ciencia Política por la Universidad París I Panthéon-Sorbonne. En relación al equilibrio geopolítico en Asia, comentó que aunque hay preocupaciones sobre provocaciones hacia China, Serrano sugiere que Trump podría enfocarse en mejorar la economía interna estadounidense y otorgar a China una mayor iniciativa en la región respecto a su interacción con Estados Unidos. Más de sus reflexiones, en la siguiente entrevista.

Principales trabajos de investigación durante este 2024

Actualmente, tenemos varios proyectos de investigación en curso sobre China. El más importante es el proyecto Fondecyt que comenzó en abril de 2024. En este trabajo, estamos analizando la geopolítica de las inversiones en Asia, centrándonos en la creciente influencia de factores geopolíticos en la inversión extranjera directa que fluye hacia China y los países de Asean.

Este es un esfuerzo colaborativo trabajado con colegas del instituto y estudiantes de maestría. Estamos combinando un análisis económico y econométrico con herramientas y conceptos de relaciones internacionales. En términos concretos, estamos comparando el comportamiento de los flujos de inversión hacia China y la Asean, considerando el país de origen.

El contexto actual nos presenta una idea compartida: en el escenario geopolítico actual hay ganadores y perdedores. Los países de Asean han experimentado un aumento significativo en los flujos de inversión, lo cual es un hecho notable. En 2023, el 16 por ciento de los flujos de inversión globales se dirigieron hacia la Asean, convirtiéndose en la región con mayor recepción de inversión extranjera directa. Esto es una buena noticia para ellos.

La razón detrás de este aumento radica en las políticas efectivas que estos países han implementado para facilitar y atraer inversiones. Hemos estudiado este aspecto a través de la tesis de una estudiante, Mariana Carrasco, quien acaba de presentar su trabajo de manera brillante.

Además del factor endógeno, hay factores exógenos que influyen en esta dinámica, como el mapa geopolítico. Actualmente, se observa que la inversión extranjera directa está saliendo de China hacia países de la Asean que son geopolíticamente más cercanos. También se discute una desinversión occidental en China, especialmente en términos de capacidad productiva y fábricas tecnológicas e industriales, las cuales deben trasladarse a otros lugares. Se ha mencionado a México como un posible destino, aunque no está claro si este país está recibiendo estas industrias tan rápidamente como se esperaba.

Con la victoria de Trump, podría haber un impacto adicional, ya que ha mencionado la posibilidad de imponer tarifas a las importaciones mexicanas en Estados Unidos. Esto podría reducir el fenómeno de la relocalización. En cambio, los datos sobre Asean son evidentes y claros.

En nuestra investigación, estamos analizando cómo han cambiado estos flujos de inversión en la región de la Asean. Un enfoque más empírico consiste en comparar estos flujos según su origen, especialmente desde América Latina. La inversión extranjera directa proveniente de países latinoamericanos como Chile es relativamente pequeña en volumen en comparación con la de Estados Unidos y Europa, pero no por ello menos significativa.

Este comportamiento de inversión desde América Latina hacia Asia nos ayuda a abordar una gran pregunta: ¿cuál es el papel de América Latina en el actual escenario geopolítico? Este es el interrogante teórico fundamental que exploramos, considerando si existe una tercera vía o una estrategia activa mediante un análisis empírico del fenómeno de las inversiones.

Además, podemos explorar otros aspectos como política exterior o defensa, pero hemos optado por este enfoque porque permite combinar métodos económicos y de relaciones internacionales. Los hallazgos preliminares son prometedores y apuntan a un efecto espejo y a una estrategia conservadora por parte de América Latina al invertir en Asia. El objetivo es esencialmente abrir mercados para la exportacion de materias primas. Sin embargo, no estamos aprovechando completamente las oportunidades que surgen en este nuevo escenario geopolítico que beneficia a Asean.

En cuanto a otros temas de investigación, continuamos monitoreando las controversias legales y políticas relacionadas con la inversión china en Chile, así como los contratos públicos otorgados a empresas chinas. Estamos trabajando con dos colegas en un pequeño proyecto que analiza el derecho público económico chileno. La gran pregunta aquí es si nuestro país está replicando o introduciendo mecanismos que securitizan el derecho público económico frente a empresas extranjeras.

Estamos observando el fenómeno de la securitización y su relación con consideraciones de seguridad nacional al contratar empresas extranjeras para proyectos de infraestructura pública o al recibir inversión extranjera directa. La falta de un mecanismo formal para monitorear la inversión extranjera en Chile contrasta con algunos casos puntuales que podrían señalar una dirección hacia este tipo de regulación.

Por último, estamos llevando a cabo un tercer tema de investigación más teórico sobre la gobernanza ambiental y el derecho ambiental. Estamos dialogando con colegas chinos sobre el concepto de "civilización ecológica", introducido por el gobierno chino en 2012, que busca adaptar las políticas industriales para acelerar la transición energética y cumplir con los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero.

Este enfoque es bastante diferente a lo que conocemos como gobernanza ambiental en Occidente. Es un tema teórico en desarrollo y esperamos poder colaborar más estrechamente con nuestros colegas chinos sobre este asunto. Hemos tenido visitas recientes, especialmente desde la Academia China de Ciencias Sociales, donde discutimos temas medioambientales y continuamos manteniendo el diálogo”.

Principales inversores en Asean

”Estados Unidos, Europa y China, en ese orden, están poniendo su atención en Asean, que se ha convertido en un objetivo atractivo, especialmente para las economías más grandes y con mayores perspectivas de crecimiento, como Vietnam e Indonesia. Estos países son el centro de la competencia global, tanto en el ámbito diplomático como económico.

De hecho, este año el secretario general de Asean realizó su primera visita a Latinoamérica, y fue un hecho histórico que eligiera a Chile como destino. Dado que su formación es académica y su carrera está estrechamente vinculada a la universidad, tuvo la amabilidad de visitar la Universidad de Chile. Durante nuestro diálogo, quedó claro que son conscientes de su posición privilegiada y están buscando aprovechar las oportunidades mientras minimizan los riesgos.

En este contexto, Estados Unidos, Europa y China están compitiendo por inversiones en Asean, incluso aceptando condiciones que no considerarían en otros países. Están dispuestos a aceptar que estos países mantengan una neutralidad geopolítica respecto a China y Estados Unidos. Es decir, están dispuestos a permitir que estos países busquen construir una autonomía geopolítica.

En contraste, cuando estos capitales se dirigen a otros destinos, se les exigen cada vez más condiciones. Estamos observando controversias políticas y legales que reflejan que la inversión en otros lugares está cada vez más condicionada”.

Equilibrio geopolítico en Asia con el nuevo gobierno de Trump

”Es difícil de anticipar, ya que Trump se ha caracterizado por ser impredecible. Sin embargo, hay ciertos aspectos que podrían ser relativamente previsibles. En primer lugar, es importante considerar una perspectiva más global a largo plazo. Estados Unidos ha oscilado en su política exterior entre una tendencia internacionalista liberal y una postura más aislacionista.

Cuando ocurre un cambio hacia el aislamiento, se tiende a reducir el compromiso internacional, esto porque se reubican tropas, se traen de vuelta las fuerzas militares desde bases en el extranjero hacia el territorio estadounidense, y se reduce la cooperacion internacional y el compromiso con el multilateralismo. En este contexto, Trump ha prometido que terminará con la guerra en Ucrania en un día. Esto podría ser simplemente una declaración impulsiva hecha en un mitin, más que una promesa electoral seria.

Sin embargo, es evidente que intentará hacerlo. El impacto de esta situación se sentirá más en Europa que en China. Europa tendrá que asumir una mayor responsabilidad por la facturación de la guerra en Ucrania, lo que implicará aumentar su apoyo al esfuerzo bélico o, menos probablemente, comenzar a negociar con Putin. La tercera opción sería crear un estatus quo similar al de Corea, resultando en una tregua implícita sin necesariamente llegar a un acuerdo formal o a una foto conjunta que reúna a Putin con Trump y algún representante europeo. No creo que ese tipo de imagen se produzca.

Es probable que la situación se mantenga en un frente estático, con pocas alteraciones, y dentro de unos años se buscará una forma de enfrentarla. También debemos considerar lo que sucede en Asia. Es natural pensar que, dado su carácter impredecible, Trump podría provocar a China en relación con Taiwán o en el sudeste asiático. La situación política en Filipinas es preocupante y podría desestabilizar aún más la región, ya que este país es uno de los más activos en desafiar las reclamaciones chinas sobre la soberanía marítima en el Mar del Sur de China.

Algunas personas podrían asumir que Estados Unidos intentaría apoyar más a Taiwán o fomentar su independencia, pero no lo creo. Más bien, pienso que Trump se concentrará en sus promesas electorales, enfocándose en mejorar la economía interna, ayudar a los trabajadores y reducir la inflación. Su lema "Make America Great Again" refleja su intención de restaurar el bienestar de la clase media estadounidense.

Desde la perspectiva china, Trump podría representar tanto una oportunidad como un riesgo. Es un riesgo debido a su imprevisibilidad, lo que podría generar distorsiones en el comercio y conflictos comerciales significativos. Sin embargo, en términos de seguridad geopolítica, podría otorgar a China más iniciativa que la que tenía bajo Biden.

Resumiendo, la elección de Trump podría implicar una reducción de la influencia estadounidense en Asia debido a su política aislacionista y al enfoque en ahorros militares y esfuerzos internos. Por otro lado, las tarifas comerciales que pretende imponer Trump, que serán mayores según sus declaraciones, difícilmente serán manejables y pueden provocar distorsiones económicas difíciles de anticipar”.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl