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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

El sumo en tela de juicio

28 febrero 2008

La detención de un afamado entrenador de sumo y de tres de sus colaboradores, debido a la muerte de un joven aprendiz durante una práctica, en junio del 2007, ha puesto una vez más en el tapete la discusión sobre la violencia asociada a esta arte marcial.

La detención de un afamado entrenador de sumo, y de tres de sus colaboradores, debido a la muerte de un joven aprendiz durante una práctica, en junio del 2007, ha puesto una vez más en el tapete la discusión sobre la violencia asociada a esta arte marcial.

El Sumo es oficialmente el deporte nacional de Japón y una de las costumbre más respetadas de la tradición nipona. Es que este no es un simple pasatiempo, es una práctica que se origina y se nutre de la religión sintoísta –una de las creencias oficiales - y son los sacerdotes de este culto, quienes realizan los ritos más importantes de este deporte. Sin embargo, la admirada tradición está en el centro de la crítica pública y no es la primera vez, ya que son varias las prácticas asociadas con el Sumo que no pueden ser consideradas inocentes.

Este es el caso de la violencia de la que son objeto los aprendices de sumo, durante sus entrenamientos en los “establos”, nombre que recibe el lugar en donde viven y entrenan los aspirantes. El último y más bullado hecho fue el vivido por Takashi Saito de tan sólo 17 años, quien fue duramente agredido por su entrenador con una botella en la cabeza y por compañeros mayores, quienes le propinaron golpes con bates de beisbol por más de media hora.

Saito falleció al día siguiente y hoy Junichi Yamamoto, su entrenador, junto con los otros tres participantes de la golpiza están en la cárcel, mientras se determina su responsabilidad en los hechos.

Lo grave es que la anterior no es una historia excepcional, este deporte sagrado en Japón es conocido por su brutal entrenamiento en donde es común golpear a los luchadores con bates para lograr su “endurecimiento”.

Andrés Celedón, profesor de Karate estilo Goju Ryu en el Nampoudojo, nos explicó que cada arte marcial tiene su propia metodología de entrenamiento, no todas son violentas, de hecho al final lo que se busca es el control, no la violencia. "La odiosidad o el abusar del conocimiento del arte marcial depende más cada individuo", comenta.

Respecto al sumo, el artemarcialista lo considera de un altisimo nivel de competitividad. "Ellos tienen una filosofía muy especial donde se juegan el todo por el todo. El competidor es un guerrero, por lo que la exigencia de resistencia es muy alta", señala.

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