La inmigración, la esencia de la política australiana

Uno de cada cuatro de sus 21 millones de habitantes nació en el extranjero, y otro cuarto de su población tiene padres nacidos fuera del país. Esta es la realidad de Australia, nación que el año pasado recibió 178 mil inmigrantes, la mayoría de estos atraídos por la bonanza económica y por un plan estatal que atrae profesionales y trabajadores de todo el mundo.

Australia es una nación con cifras en alza. Alto desarrollo tecnológico, notable progreso económico y, tal vez lo más destacado, un aumento en el volumen de su población. Contrariando las tendencias del resto de los países desarrollados, donde la curva de crecimiento poblacional disminuye, la nación oceánica aumento en 316 mil personas durante el período 2006-2007.

Una de las principales razones para que haya más australianos en el mundo, sería la alta necesidad de mano de obra, sin ir más lejos 33 mil de ellos serían chilenos, según nos explicó Raúl Sepúlveda, Subprefecto a cargo de la Jefatura Nacional de Extranjería y Policía Internacional. Con el nivel de desempleo más bajo en los últimos 33 años, la nación oceánica se encuentra con que su demanda de trabajadores no puede ser cubierta. Es por esto que el gobierno anunció este mes de abril que ampliará su programa de trabajadores calificados. Durante el período fiscal 2007-2008, unos 110 mil inmigrantes obtendrán su visa para vivir y trabajar en Australia.

Pero en esta “Isla Continente”, los chilenos no son la mayoría. El ranking de los extranjeros lo encabezan los ingleses, que según estimaciones del sitio web migrationexpert, llegarían a 2000 por semana, seguido de indios, neocelandeses y chinos. “Hay puestos para personal altamente calificado en todos los estados y para más de 90 profesiones”, indicó el ministro de Inmigración, Chris Evans.

La economía australiana, en expansión desde hace 16 años, crece a un ritmo sostenido del 4%. Esto lo saben bien en la agencia migratoria Miraustralia, encabezada por el agrónomo Jorge Vargas, quien vivió este autodenominado “País de la Suerte” y que prepara profesionales para este codiciado mercado. “El nivel de vida es muy bueno, y es normal ver que la gente luego decide quedarse, además quienes emigren no necesitan romper sus lazos, ya que pueden viajar de vuelta a Chile sin grandes sacrificios al menos dos veces al año, porque el nivel de ingresos lo permite”, indicó.

Algunos críticos señalan que el aumento del flujo de emigrantes se debe a los visados temporales, cuyo objetivo es el de aplicar para la residencia permanente, lo cual fue rebatido por la autoridad de Inmigración y Ciudadanía. “Los que deciden irse a Australia lo pueden hacer yendo a estudiar o directamente a trabajar, según sea el programa que tomen. Lo que está claro es que quedarse es bastante fácil, pues se puede pedir la solicitud de extender la visa de manera totalmente legal”, concluyó Vargas.