Las razones tras un boleto a Australia

Australia es un destino fantástico para muchas personas que ven en ese país un paraíso de oportunidades, ya sea para ir a estudiar, trabajar o empezar un largo viaje. Hay más de 50 prestigiosas universidades, ciudades cosmopolitas y las mejores olas para surfear. Son estas sólo algunas de las razones por las que los jóvenes, especialmente, miran a través del Pacífico. Conozca sus testimonios.

Alejandro Palma fue uno de los primeros alumnos chilenos en perfeccionarse en Australia. Cursó un magíster en Derecho en la Universidad de Sydney en 2003 y hoy es presidente de la Cámara de Comercio Chileno Australiana y Fundador de la asociación de ex alumnos de ese país: “En EEUU, el mercado de los estudiantes está un poco saturado. Opté por Australia y aunque podía ser un riesgo, fue una forma de contactarme con potenciales clientes de un mercado que está invirtiendo fuertemente en Chile”, explica.

Para Pola Miralles, una joven recién egresada de Ingeniería Ambiental e Ingeniería Civil Química en la Universidad Técnica Federico Santa María, Australia está bien avanzada en estudios ambientales y es esa una razón por la que quiere irse a ese país, pero, reconoce, que lo que más le motiva es “ir a Australia por curiosidad de conocer el mundo”.

Hizo las primeras averiguaciones en la feria Study in Australia, viajó de Viña del Mar a Santiago especialmente. También fue a la oficina de esta organización y consiguió la información requerida para postular a universidades allá. Lo tedioso, cuenta, es que uno de los primeros pasos de la postulación es establecer contacto personal con un profesor de su área y debe encontrar uno que la apadrine entre muchos.

Según el ranking de la revista Times , las mejores universidades de Australia, de entre las top 200, son: Australian National University, University of Melbourne, University of Sydney, Monash University, University of New South Wales y University of Queensland. Varias de estas se destacan en investigación científica y están fuertemente conectadas con el desarrollo científico y tecnológico en cuanto a los vastos recursos naturales del país. Si bien estos centros de estudios son de primer nivel, la exigencia no merma el interés ni las posibilidades de los chilenos: el año pasado, 800 personas fueron a estudiar a Australia.

Federico Vicuña es otro joven profesional que ya está empacando sus maletas: parte en marzo. Cuenta que se va “a buscar experiencias, otra calidad de vida, a conocer otros lugares y ver cómo se vive en esos países”. Su plan es ir a Australia un año, luego a Nueva Zelanda y después Europa. “Me voy en la mía”, dice. Aún no averigua sobre visas de su conveniencia ni algún tipo de facilidades para trabajar allá.

Australia se percibe como un nuevo horizonte para personas que sienten la necesidad de remecer la vida. Pero para viajar allá se necesita una Visa de inmigración, ya sea para ir por trabajo, negocios, turismo o estudios. El gobierno australiano permite a los estudiantes extranjeros trabajar legalmente hasta 20 horas semanales mientras duren sus estudios. El salario mínimo es de unos diez dólares australianos por hora, menos el 20% de impuestos. En términos prácticos, esto quiere decir que una persona trabajando, por ejemplo, como mesero, puede vivir sobriamente y ahorrar dinero para seguir viajando.
“Me iría por dos razones – dice Igal Jacubovsky, un joven acuicultor de profesión y surfista de vocación- una es por el estilo de vida que tienen allá, que es de mejor calidad, y otra, por el deporte. Las olas del arrecife de coral son buenísimas y hay para todos los niveles de surfistas. Además el surf es el deporte nacional”. Pero lo que más le atrae de Australia es que “es un país cosmopolita con poca discriminación”. “Me carga el racismo”, dice. Igal planea viajar, se va en marzo al igual que Federico, pero a otros rumbos. Él piensa que Australia es tan atractivo, que no puede ir todavía, porque corre el riesgo de no salir ya más de ahí.

Por último, las palabras de un coterráneo asentado en esos lares: Johan, quien saluda y anima a los chilenos a viajar, a través del portal Chilenos en el Mundo. “Les escribo desde el medio de un bosque a 50 km. de Melbourne, rodeado de animales y grandes árboles, para decirle a todos los que han emigrado de Chile, mucha suerte y sigan adelante, que las estrellas brillan diferente donde ustedes están, y a los que están en Chile y no desean emigrar, que tienen la suerte de poder cambiar sus estrellas estando en casa. Y a los que quieren salir de las hermosa cordillera, que no tengan miedo a descubrir nuevos horizontes y personas, que la vida les va a dar muchas sorpresas y que algún día , ustedes van a mirar al cielo y van a ver las estrellas diferentes. Les enviamos un gran abrazo a todos ustedes, me gustaría escribirles más, pero tengo que alimentar a dos koaliatas huérfanos y un kanguro atropellado, desde la distancia con cariño, Johan & Christine Moller Foster”.