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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

La ley con la que Australia pretende igualar la cancha entre medios de comunicación y plataformas digitales

05 marzo 2021

La aprobación de un marco legal para promover que las grandes compañías digitales se sienten de igual a igual con los creadores de contenidos periodísticos del país oceánico, es fruto de un trabajo que se viene gestando desde hace años en búsqueda de una mejor regulación y retribución.

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En febrero de 2021 la Cámara de Representantes de Australia aprobó una ley para que Facebook y Google paguen a los medios de comunicación de dicho país por las noticias que se muestren en sus redes. Esta decisión se basa en el principio de que ambas plataformas son mucho más que meros distribuidores o intermediarios en la difusión de contenidos. Por el contrario, cuentan con prácticas y algoritmos especializados que incrementan sus posibilidades comerciales. Para conocer más de esta decisión, en la siguiente nota.

Una relación que debe legalizarse

Poco más de un año de haber sido aprobada la ley, el gobierno australiano ya había dado indicios de su preocupación. En diciembre de 2018, como una manera de resguardar a los ciudadanos del creciente poder que concentran las grandes plataformas digitales, la Comisión Australiana de Competencia y Consumidores (ACCC por sus siglas en inglés) publicó un informe preliminar donde entregaron 11 recomendaciones -mientras la investigación seguía su curso- para abordar los impactos negativos, tanto reales como potenciales en los medios de comunicación, y contribuir a generar un debate donde se discuta el nivel apropiado de supervisión gubernamental.

Más aún, el informe concluyó que tanto Google como Facebook tienen capacidad y potencial para favorecer a aquellos negocios con los que mantiene una relación comercial. “Esto se ve en el hecho que los algoritmos de las plataformas clasifican y muestran publicidad sin un mecanismo de transparencia claro que permita a los anunciantes comprenderlos”, expresa el informe. Lo mismo sucedería con las organizaciones encargadas de producir noticias.

De tal manera “organizaciones como Google y Facebook son más que meros distribuidores o intermediarios en el suministro de noticias en Australia y cada vez más realizan funciones similares a las empresas de medios al seleccionar, curar y clasificar contenido”, señala el comunicado de lanzamiento del informe, además de enfrentar muchas menos regulaciones en comparación a las empresas de comunicación. Es por ello que la ACCC considera que ambas plataformas requieren de una justificada supervisión regulatoria.

La idea de que se estaría produciendo un desequilibrio de poder y la necesidad de regular la relación con las plataformas tecnológicas, llevó el 20 de abril de 2020 al gobierno a través de la ACCC a crear un código de conducta, donde se establece que la industria de las comunicaciones está bajo presión debido a una disminución considerable de los anuncios publicitarios. Es por ello que el código permite que las empresas australianas puedan negociar individual o colectivamente con Google o Facebook sobre el pago que requieren las noticias que producen y que se despliegan en sus servicios.

Ley para que Facebook y Google paguen por el contenido de los medios

A finales de febrero de 2021 la Cámara de Representantes aprobó una ley para obligar a las plataformas tecnológicas a establecer una relación directa con los medios de comunicación australianos. Una de las vías para ello fue establecer la obligatoriedad de pago por parte de Facebook y Google a las empresas editoras de noticias por los contenidos que generan y que luego son difundidos por sus redes.

El sentido de esta ley es proteger a los medios de comunicación y que las grandes compañías digitales no sean las únicas en percibir los beneficios monetarios que la información producida a través del trabajo periodístico. Días después de aprobada la ley, Josh Frydenberg, ministro del Tesoro, dijo a través de Twitter que Australia está liderando a nivel mundial el camino para la protección del periodismo de interés público. “Nuestro código de medios noticiosos trata de nivelar la cancha y garantizar que los gigantes digitales paguen a las empresas de medios noticiosos por generar contenido original”, expresó.

Sin embargo, las compañías digitales no se quedaron de brazos cruzados frente a la embestida australiana. La primera acción tomada por Google fue la amenaza y anunció que podría detener sus funciones en el país oceánico. Algo similar sucedió con Facebook, quienes bloquearon durante una semana el contenido de los noticieros australianos. No obstante, en ambos casos las amenazas y decisiones fueron revertidas a tiempo, luego de conseguir acuerdos con el gobierno australiano.

Estos acuerdos consisten en una disposición a negociar para compensar económicamente por el contenido de noticias, por parte de Google, además de trabajar en conjunto para desarrollar una plataforma informativa de suscripción que permitiría compartir ingresos por publicidad. En el caso de Facebook, si bien no se revelaron los detalles financieros del acuerdo, si comunicaron que trabajarán en una nueva modalidad de periodismo premium con contenidos previamente pagados.

Beneficios al periodismo de calidad en entredicho

En relación a la forma como esta ley beneficia realmente al periodismo de calidad, en una columna publicada en The New York Times, Lizzie O’Shea, presidenta de Digital Rights Watch y activista de derechos humanos en Melbourne, Australia, afirmó que es un paso adelante, sin embargo se demuestra que aún existe una posición de superioridad por parte de las gigantes digitales, pues ante la amenaza de retirar contenidos, el gobierno hizo enmiendas a la ley para moderar el impacto de sus planteamientos.

Esto, en opinión de O’Shea, demuestra que las empresas tecnológicas actúan de manera inescrupulosa si no se hacen leyes a su medida. En segundo lugar, ceder ante las presiones de Facebook y Google es indicador que el gobierno no pone en primer lugar a los ciudadanos. Por último, plantea que aunque la regulación obliga a las plataformas a negociar con los medios de comunicación australianos, estos no están obligados, a su vez, a destinar más dinero a la producción y desarrollo de un periodismo de calidad.

Análisis desde la realidad chilena

Un interesante análisis sobre la ley aprobada en Australia tuvo Alexis Apablaza Campos, doctor en Comunicación de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y profesor asociado de la Universidad de las Artes, Ciencias y Comunicación (Uniacc). En su opinión, la relación entre las compañías digitales y los medios de comunicación en Australia ha sido compleja desde hace algunos años. “Ya había distintas organizaciones periodísticas en Australia que se habían juntado con representantes de Facebook en Australia, quienes en algún momento tuvieron comentarios poco afortunados del estilo “si ustedes quieren estar fuera de Facebook a nosotros nos da lo mismo porque vivimos mejor que ustedes”. A partir de aquí los medios locales, muchos de ellos de propiedad de Rupert Murdoch, empezaron a presionar en paralelo, como lo hacía la News Media Alliance en Estados Unidos, para pedir una mejor repartición de los ingresos”, detalló.

Estas conversaciones se llevaron a cabo en el contexto de una transformación de las comunicaciones, causada principalmente por cambios de tendencia en la forma de consumir contenidos. “Hay una crisis que venía desde antes de la pandemia y que lógicamente se ha agravado más en los últimos meses. Esta crisis se ve en formatos como la televisión, el periodismo impreso, un poco menos la radio -que se ha mantenido relativamente estable en puesto a números de audiencia y ha venido con una caída publicitaria- lo que lógicamente complicaba la opción para hacer periodismo. Por lo tanto, el digital era el escenario, pero desde el punto de vista del anunciante, lógicamente hoy en día al pensar en llegar fácil y masivamente a las comunidades, es mucho mejor crear un anuncio en redes sociales para aparecer en distintas páginas web de distintas partes del mundo, que una página de periódico o un anuncio de 30 segundos de transmisión en televisión o en radio”, explicó.

De tal manera, señaló que el periodismo más que depender de un entorno digital para la construcción de contenido, depende de otros factores. “Las reglas del juego las imponen algoritmos de redes sociales, o bien políticas de SEO y posicionamiento web que están indicados, señalados por grandes plataformas. Por lo cual, si el periodismo entendía que no se unía como tal, no era capaz de buscar conjuntamente estas soluciones, iba a ser muy difícil estar en esta tan anhelada sostenibilidad financiera. Yo creo que lo que hemos visto en el caso de Australia es que la unión ha hecho la fuerza. Los líderes de los medios de comunicación han tenido buena gestión asociándose, buscando gestiones políticas que le han transmitido políticas de salvataje y eso ha ayudado un poco a que el periodismo, en este caso, pueda encontrar una mejor forma de poder conseguir una mejor repartición de la torta”, agregó.

En relación a la situación de los medios de comunicación en nuestro país, Alexis Apablaza comentó que al igual que en Australia, estamos frente a una crisis causada por una disminución considerable de anunciantes. "El problema de los medios chilenos venía desde hace más de un lustro con una caída generalizada de ingresos. El estallido social aumentó este problema, pero no por un tema ideológico sino de algo muy sencillo: las marcas entendían que era contraproducente aparecer en algún espacio publicitario mostrando sus productos, cuando en realidad la situación país requería otra cosa. Por lo cual, las marcas contrajeron la publicidad. Eso lógicamente aceleró y atenuó el problema de los medios de comunicación que luego se agravó con la pandemia”, afirmó.

En este escenario, planteó que es necesario aprender de lo que está sucediendo en otras realidades, como en Australia, o un fondo de ayuda a los medios de comunicación impulsado por la Unión Europea. Sin embargo, en el caso de nuestro país haría falta algo más que una iniciativa que venga del Congreso. “Antes de pensar en los parlamentarios, una primera acción debería venir de las asociaciones. Me gustaría escuchar a la Asociación Nacional de la Prensa, o a alguna otra agrupación de medios de comunicación conversando con algún representante de Facebook o Google en Chile, y que definitivamente les den a entender que estamos en un escenario complejo. Los principales medios de comunicación del país llevan años hablando del concepto de transformación digital, pero la realidad muestra que ninguno ha sabido implementarla adecuadamente y sin reducir la calidad de su oferta informativa. Para algunos es simplemente crear un muro de pago, para otros es una posibilidad de reducir las plantillas de sus formatos nativos y mandarlos todos a la web, pero no existe una estrategia clara y ese ha sido principalmente el problema que ha reducido la calidad del periodismo y ha generado que muchos de los periodistas de grandes medios se fueran a medios independientes”, sentenció.

 

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl

 


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