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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

María Betteley: “Ser dueña de casa en China es parecido a Chile pero más burocrático”

07 abril 2009

Vivió en China durante casi dos años junto a su marido y sus dos hijos. Ahora está de regreso en Chile y el Portal Chile Asia Pacífico conversó con ella acerca de cómo vive una madre chilena en uno de los países más cosmopolita y con costumbres que muchas veces pueden resultar chocantes.

Vivió en China durante casi dos años junto a su marido y sus dos hijos. Ahora está de regreso en Chile y el Portal Chile Asia Pacífico conversó con ella acerca de cómo vive una madre chilena en uno de los países más cosmopolita y con costumbres que muchas veces pueden resultar chocantes.

La experiencia de viajar a China


La idea de ir a China venía dando vuelta hace tiempo en nuestra familia, ya que queríamos buscar la experiencia de irnos fuera de Chile y coincidentemente la empresa donde trabajaba mi marido, estaba abriendo el “sourcing” desde China.

Una, forma de partir era viendo la posibilidad de que él estudiara en China "auspiciado" por la empresa. Pensamos que en "preguntar no había engaño" y mi marido le planteó a su jefe todo esto, mientras preparaba el GMAT, para poder entrar a estudiar. Su jefe pensó que era una muy buena iniciativa y le entregó todo su apoyo.

Decidimos irnos a Shanghai -aunque en algún minuto apareció como opción Hong Kong- pero queríamos vivir una experiencia más China. Allá la vida es totalmente diferente. Desde la llegada…no sabes ni asentir con el gesto, ya que hasta eso es distinto.

Una estadía accidentada


La primera semana de estadía -pleno verano y mucho calor- fuimos al supermercado en familia y dentro de lo que compramos había una botella de vidrio. Mi hija mayor que en ese tiempo tenía 4 años, se puso a jugar con el coche donde estaba mi otro hijo durmiendo. El coche se cayó y la bolsa con la botella de vidrio le cayó en el brazo el que quedó con un tajo abierto y sangrando muchísimo.

No sabíamos qué hacer y ni siquiera teníamos ropa o algo para parar la sangre. Pero sí encontramos un pañal desechable con el cual hicimos presión para detener la hemorragia. Lamentablemente no sabíamos pedir ayuda en mandarín y sólo nos salía la palabra “help”. Los chinos nos miraban con cara de locos y no entendían nada, afortunadamente “un gringo cayó del cielo” que tenía un chofer que nos llevó a un hospital internacional y le pudieron coser el brazo.

De pasadita, “nos sacaron los dos ojos con los precios” y nosotros no teníamos seguro. En fin… fueron minutos de total incomunicación. (Quiero que quede claro que si uno va a China de otra forma, como expatriado tal vez, son otras las vivencias, ya que se cuenta con chofer, tal vez traductor, nana filipina o ayuda por el lado de la empresa que te manda).

Otra cosa que fue insólita, es que nos demoramos como dos o tres meses en poder pedir agua (allá no se puede beber porque tiene muy mal sabor, olor y color)… el aroma debe provenir de los químicos que le echan para descontaminarla. En todo caso, igual te lavas los dientes con ella y te bañas por lo que no es que te vas a enfermar con una diarrea si la tomas.

Otro tema que nos marcó fue el idioma, un claro ejemplo de ello es que luego de un tiempo en el país contratamos a una nana china que conseguimos a través de una agencia, y por un poco más dinero ella nos traducía lo que quisiéramos.

Siguiendo con lo último, al poco tiempo tomamos algunas clases en la universidad de mi marido para poder armar frases y comunicarnos. La vida se hizo más fácil y la primera vez que pudimos pedir agua y entender lo que nos respondían por teléfono… saltábamos de alegría…y también nos dimos cuenta que ya no necesitábamos de la agencia porque la comunicación con nuestra nana pasó de gestos a frases e incluso pude enseñarle a cocinar comida occidental.

El factor escupos


Existe un comportamiento que a uno le choca, y esos son los escupos por todas partes. Por ello es muy sano sacarse los zapatos cuando entras a la casa. Eso fue algo que nosotros comenzamos a hacer, ya que estás constantemente tratando de no pisar los gargajos en la calle; incluso a veces cuando vas en tu bicicleta, tienes que esquivarlos porque si vas detrás de un chino y éste escupe, te puede llegar en la cara.

Pero debo decir que al final uno se acostumbra y las reacciones para esquivarlos (los escupos) son más rápidas. Lo otro que llama harto la atención son las uñas del dedo pulgar y meñique que acostumbran tenerlas más largas y le dan un “uso práctico” (entendiéndose para la higiene corporal). Todo esto que describo, no es para hacer un juicio de valor, sólo es para describir un tema cultural que viene de otra época.

Hacer familia en China


En China fui en gran medida dueña de casa y la verdad es que es bien parecido a serlo en Chile pero algo más “burocrático”. Cuando ya te comunicas un poco, cuando ya sabes llegar a los lugares, cuando sabes dónde comprar por ejemplo; cuando ya sabes decir palabras básicas y logras preguntar ¿dónde están las cosas del supermercado?… en fin luego de eso, todo te resulta más familiar

El tema de la familia es algo más complejo y no hay receta para lograrlo con éxito, pero sí es importante tener la comunicación interna familiar, conversar y compartir todo lo que te sucede, aprovechar todos y cada uno de los minutos como familia, armar panoramas comunes…se crean códigos que te hacen tener el sello familiar. Necesitas el apoyo constante y mutuo de la pareja y de padres a hijos, ya que sin él, muchas veces puedes caer en crisis sobre todo al principio que es cuando estas más desorientado.

Un tema no menos importante es la educación de tus hijos. Tenerlos en un jardín o colegio internacional es algo carísimo, por lo que no te queda otra que ponerlos en otro lugar. Nosotros tuvimos a nuestra hija mayor en un kindergarten bilingüe, donde sí podían estudiar niños chinos, a diferencia de los internacionales, en los que sólo pueden entrar niños con pasaporte extranjero.

Dicho lugar era más barato, aunque igualmente caro para nosotros, pero necesitábamos que ella hiciera prekinder y kinder en un lugar bueno (Victoria kindergarten, de Hong Kong). A mi otro hijo, lo metimos a un jardín completamente chino, de buena infraestructura pero totalmente distinto en su manera de enseñar y trabajar. Para esto el apoyo de la familia es incondicional porque los niños se exponen a vivencias y tratos completamente distintos.

Practicar Yoga rodeado de chinos

Soy profesora de yoga y practicarlo en China tiene su cuento. Es algo diferente a hacerlo en Chile, pero depende de donde lo hayas practicado. En Shanghai no es posible practicar Iyengar por ejemplo. Shanghai al ser una ciudad tan grande, todos los días se abre un nuevo centro de yoga. En varios de ellos contratan profesores internacionales para dar clases en inglés.

El yoga en China, también es algo nuevo y cada día está más “de moda” por sus beneficios. Algo que me gustó es que la variedad de profesores para elegir es bastante buena y la experiencia de varios de ellos es enorme. Lo que sí, la oferta de cursos de yoga es buenísima … sólo hay que saber dónde tomarlos y con quién. Lo que no es nuevo en Shanghai es la devoción que tienen por su cultura milenaria y hay cosas que intrínsecamente las practican a diario. (Todavía puedes ver a los más viejitos practicando Tai Chi en las calles, y a todos tomando té desde el estudiante hasta el barrendero)
En definitiva, la experiencia de ser profesora de yoga allá fue una excelente experiencia para mi, ya que tuve alumnos chinos, japoneses, "gringos" e indios , lo que me entregó un muy buen feedback de parte de ellos.

 

El trato a los extranjeros


El tema de cómo se trata a los extranjeros es todo un cuento, porque te miran a ti y a tus hijos como “bichos raros”… te sacan fotos, sobre todo a tus hijos. Que no exista tu espacio…siempre te aprietan, te empujan, sobre todo en los medios de transporte y espacios públicos. El tono con que hablan siempre como que estuvieran enojados aunque no lo están. Lo “naif” o “ingenuos” que son en algunas cosas como en el humor por ejemplo. (de esto te puedes dar cuenta en la publicidad, vía pública, etc)

Ser mujer en China


No es para nada difícil ser mujer en China, incluso nunca me había planteado la pregunta. La vida en Shanghai es demasiado entretenida; las oportunidades son variadísimas y hay muchas. La comunidad latina es gigantesca y la chilena cada vez más grande…no te aburres en ningún minuto porque no tienes tiempo para ello; estás constantemente aprendiendo y viviendo cosas nuevas.

Si vas en familia, puedes ver todos los días el desarrollo de tus hijos…es impresionante como aprenden el idioma. Las mujeres que están o han estado allá, han experimentado esta increíble y a veces muy difícil experiencia.

Una recomendación para los que están pensando en viajar


Les recomendaría ir a China a todos quienes quieran vivir una experiencia distinta y llena de desafíos. Si pudiera lo haría sin dudarlo pero no para siempre. Me gustaría volver con buenas condiciones y beneficios…tal vez como expatriada. Volvería para aprender a escribir y hablar mejor el mandarín.

Si me dicen vuélvete ahora, sí lo haría, aunque con mejores condiciones que un estudiante para hacer las millones de cosas que uno puede acceder allá … tomar clases de mandarín, cursos de yoga, ir a restoranes, viajar más, etc.

Como recomendación dejaría que para saber más de China puede inscribirse en la página que fundó mi marido con otros dos compañeros (www.latinoamericanosenchina.com). Aquí pueden hacer todo tipo de preguntas y contactarse con las personas que les interesen mirando el perfil de ellas.

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