María del Pilar Ostos: “China tiene una clara visión para sacarle el máximo provecho a su vínculo con Latinoamérica”

María del Pilar Ostos es politóloga y una de las principales expertas en geopolítica y relaciones internacionales en su país, con una amplia trayectoria en estudios navales. Iba a ser una de las conferencistas centrales en el Seminario Internacional China y América Latina en una nueva fase: Desafíos en el siglo XXI que se realizaría el 23 de octubre de 2019. Sin embargo, aquí su análisis sobre la posición de América Latina frente a la nueva ruta de la seda y una proyección de las oportunidades que ambas partes generarán a futuro, en la siguiente entrevista.

América Central y el Caribe en el mapa geoestratégico de China

”Es interesante observar en detalle como ha sido el devenir de la ruta de la seda en su manifestación marítima, como se viene impulsando desde Beijing y como esto atraviesa la parte continental de países lejanos, particularmente los centroamericanos que van en dirección a Panamá. Mi consideración es que se está abriendo una nueva posibilidad de conexión naviera y, por ende, la posibilidad de desarrollar obras de infraestructuras pensadas para continuar este recorrido, que incluye también a la región del Mar Caribe.

Este recorrido aporta una inmensa posibilidad de intercambios, que van desde frutas tropicales hasta petróleo y sus derivados, manufacturas, minerales y toda suerte de aprovisionamientos que acompañan la condición de China como gran factoría mundial. Esto implica, además, un amplio recorrido global para el aprovechamiento de materias primas. Bajo esa línea, es interesante comprender el fondo del diseño geoestratégico que está desarrollando China en relación a América Latina.

La ruta de la seda es un proyecto marítimo que busca presencia global, pero además toca puntos claves que son de influencia hegemónica en sus adversarios, tales como los de Estados Unidos. Siguiendo a autores geopolíticos como Mahan, se concibe a toda la región del Mar Caribe como el Mediterráneo Americano”.

México mira a China a través del Pacífico

"México vive un momento coyuntural paradigmático, particularmente en medio de un cambio de gobierno que va a cumplir un año en el poder, y que se muestra reticente a dar continuidad a lo que gobiernos anteriores concibieron como un activismo notable en materia de política exterior. Esto mismo ha llevado a tener un bajo perfil en la discusión de acuerdos y en cooperación internacional, lo que se nota de manera precisa en el contenido del propio Plan Nacional de Desarrollo, que se ha circunscrito a un México centrado en su relación estricta con los miembros de América del Norte, principalmente Estados Unidos y de manera mesurada con Canadá.

Lo que en el pasado resultaba atractivo a partir de los vínculos que se establecieron con China, superando la tradicional vinculación de los gobierno de derecha, casi que exclusivamente por motivaciones relacionadas al Dalai Lama, durante el gobierno de Peña Nieto se motivó la búsqueda de acercamientos más formales con China para licitar la construcción de rutas ferroviarias que al final fueron canceladas. Se habló también de que China fuera el posible proveedor para el financiamiento de la obra del llamado Tren Maya, una propuesta del gobierno Andrés Manuel López.

Sin embargo, las perspectivas de acercamiento entre China y México hoy se pueden observar de manera muy mesurada y sin mucho avance a pesar de una visita hecha por el canciller Ebrard al país asiático hace un año, justo un mes antes de la toma de posesión del actual mandatario mexicano. Desde esta perspectiva, los avances en la relación sino-mexicana se pueden calificar de moderados, sin avances que trasciendan a un activismo comercial distinto al que sigue conservando México respecto a su vecino colosal y natural como es Estados Unidos”.

México en la guerra comercial China-Estados Unidos

”Para muchos se ha percibido de cierta manera como positiva, particularmente para el sector empresarial y de servicios que siguen en su dinámica comercial y de ensamblaje. Con las sanciones establecidas entre China y Estados Unidos se ha buscado maximizar ventajas operativas y logísticas de aprovechamiento en tiempo y distancia para la exportación desde México hacia varios de los estados en Estados Unidos, quienes siguen dependiendo de las adquisiciones, materias primas y maquila que se realice desde México.

En ese sentido, la guerra comercial le ha permitido a México mantener el ritmo de sus exportaciones, a pesar también de las posibilidades de incluir impuestos a las exportaciones mexicanas por parte de la Casa Blanca. No obstante, este tema tomó un tiempo de espera y se evitó que se aplicará un 25 por ciento. Una vez el que Trump hiciera patente su idea de que de no atender y poner freno desde México a la llegada masiva de migrantes a la frontera norte, era más que posible una imposición paulatina de dicho porcentaje al conjunto de las exportaciones mexicanas. De este modo, el panorama comercial viene de la mano, entre México y Estados Unidos, y alternativamente con China, mediado por el factor de la seguridad nacional y hemisférica”.

China y América Latina a futuro

"China seguirá avanzando en la construcción y definición de sus campos de poder. Su dirigencia política tiene una visión clara para sacarle el máximo provecho a sus aspiraciones como nación, establecidas por el propio Partido Comunista Chino. Esto implica seguir avanzando en sus planes de avanzada y de aprovisionamiento de recursos naturales, mineros, alimenticios, energéticos, entre otros, que hacen parte sustancial de su propia sobrevivencia como Estado.

Se trata de una nación de más de 1.400 millones de habitantes, pero además, como una necesidad apremiante de obtener un reconocimiento global como potencia. Sus aspiraciones son grandes, como la de convertirse en potencia ecológica, hecho que los lleva a ver a América Latina como un espacio territorial propicio para sus investigaciones en materia aeroespacial. En ese sentido, el caso de su base de investigación lunar en la Argentina para los despegues a la luna y con ello obtener de allá Helio 3, son una muestra del interés latente de seguir teniendo presencia en el continente americano y desde ahí, obtener los medios en su imperativo de potencia con relevancia regional y mundial.

López Obrador frente al Asia y a la Alianza del Pacífico

”Como ya he señalado anteriormente, la prioridad del gobierno mexicano se centra en su relacionamiento directo con Estados Unidos y las posibilidades de aprobación del llamado T-MEC (USMCA por sus siglas en inglés) por parte del congreso estadounidense. Todo ello con alcances en materia migratoria y comercial con los países del antes mencionado Triángulo Norte, y en este sentido, la Alianza del Pacífico sigue su ritmo, tal vez no con el mismo activismo del pasado, pero quizás con otros matices que pueden seguir privilegiando las aproximaciones y los vínculos naturales con los socios de México sobre el litoral del Pacífico, propiamente con Colombia, Perú y Chile.