Medidas sanitarias de Australia y Nueva Zelandia para una nueva normalidad turística

La crisis sanitaria no ha dado tregua a los países del hemisferio sur, ni siquiera en temporada estival. Ello ha quedado en evidencia al revisar los casos de Australia y Nueva Zelandia, naciones que han decidido que lo óptimo es prohibir la entrada de visitantes que no cumplan con ciertos requisitos para mantener controlado los contagios. A continuación revisamos en detalle estas medidas.

Australia y sus criterios de ingreso

Australia es un gran destino turístico por su gran biodiversidad, en especial en las fechas de verano. Debido a lo anterior, desarrolló un plan para controlar la circulación de turistas locales e internacionales.

A través del sitio del Departamento de Salud del gobierno australiano, se comunicó que las fronteras del país se encuentran cerradas a gran parte de los visitantes internacionales, permitiendo el ingreso solo a ciudadanos australianos, residentes, miembros de la familia directa o viajeros que hayan estado en Nueva Zelanda durante los últimos 14 días. En este último caso, se les exige iniciar de manera inmediata cuarentena de dos semanas.

Según lo informado en el sitio web Australia, perteneciente a Tourism Australia, en el caso de los turistas nacionales, existen limitaciones dependiendo la lejanía de su destino. Para movilizarse de manera intraestatal, no hay mayor complejidad ya que está permitido, en la gran mayoría de territorios, el libre traslado. Sin embargo, en el caso del desplazamiento interestatal, se encuentran algunas fronteras cerradas. Dependiendo de cada estado, los viajeros deben someterse a las propias normas de entrada, las restricciones de estadía y salida.

Además, se expuso una lista de consejos para quienes deseen viajar, ya sea de manera nacional o internacional, con el fin de evitar la propagación del virus. Dentro del manual, se mencionan apartados que explican y detallan: la mantención de una buena higiene, la práctica del distanciamiento, la comprensión del aislamiento al iniciar cuarentena, y por último, el uso de la mascarilla.

Dentro de los apartados se sugiere que en caso de presentar síntomas de Covid-19 durante el viaje, se acuda a un médico o a la clínica respiratoria gratuita más cercana. Además, quienes quieran hablar respecto a cómo se sienten físicamente pueden optar por llamar a la línea de ayuda nacional sobre el coronavirus.

En otro aspecto, se comenta que tanto líneas aéreas, empresas de renta de autos, buses de largas distancias, alojamiento y servicios de trenes, poseerán sus propias políticas de cancelación.

Para finalizar, se advirtió que en relación a reuniones y eventos, las restricciones son diferentes en los ocho territorios y dependen de cada estado.

Las exigencias de Nueva Zelandia

En 2020, Nueva Zelandia fue reconocido por su gran manejo de la crisis sanitaria, logrando una de las menores cifras de muerte a causa del virus. En este sentido, el gobierno ha tenido que tomar medidas respecto a sus fronteras para lograr mantener el control de la pandemia.

Según la información entregada por el sitio del Ministerio de Salud del país, el ingreso está restringido para extranjeros, con la excepción de los trabajadores imprescindible o por motivos médicos.</p>

En caso de quienes sean residentes y ciudadanos de Nueva Zelandia o parientes directos de ellos, tienen permitido el ingreso. Además, existe esta posibilidad de igual manera para personas provenientes de países del Reino (Islas Cook, Niue y Tokelau), ciudadanos australianos y residentes permanentes que normalmente viven en Nueva Zelanda. Luego del ingreso al país, las personas deben contar con 14 días de aislamiento administrado, además de una evaluación de salud y dar negativo en el examen de Covid-19, para posteriormente incorporarse a la comunidad.

Vinculación entre Australia y Nueva Zelandia: Bubble travel

Si bien Australia y Nueva Zelandia han sido tajantes en el cierre de sus fronteras para controlar el ingreso de los turistas, en ambos países existe cierta facilidad para movilizarse entre uno y otro, gracias al plan “Bubble Travel”. Se espera generar una unión directa entre ambos países para poder iniciar lo que sería el retorno a la normalidad tras varios meses de fronteras cerradas.

A pesar de los rebrotes surgidos en Australia últimamente a causa de los viajes interestatales en Queensland, Nueva Gales del sur y Victoria, el plan no detuvo su marcha. A enero 2021, según el sitio The Guardian, está permitido que los neozelandeses puedan viajar a Queensland, Nueva Gales del Sur y el Territorio del Norte, sin la exigencia de cumplir con cuarentena.

Chile y las medidas de la nueva normalidad

Al igual que los dos países expuestos, Chile se encuentra en temporada de verano, lo que llevó al gobierno a implementar un permiso vacacional que está disponible para las comunas en etapa de transición. Para Jaime Burrows médico y director de Medicina en la Universidad Autónoma de Chile las medidas adoptadas con el fin de manejar la pandemia han sido contradictorias. “El mensaje no ha sido claro y la comunicación respecto al riesgo ha fallado. Ahora estamos viendo como están en aumento los casos producto de la mala gestión en relación con los desórdenes y fiestas de fin de año, por lo que nos estamos enfrentando a un alza muy significativa de casos”, expresó.

En esa misma línea, Burrows puntualizó el origen de las complicaciones que se están presentando. “En el último tiempo, el error más grave ha sido no tener una conducta más estricta, al contrario, se ha visto una muy permisiva, en especial respecto a las fiestas de fin de año, permitiendo grandes aglomeraciones, además de una gran cantidad de personas haciendo compras. Evidentemente eso traería sus consecuencias, tal como estamos viendo. Países como Alemania, por ejemplo, cuentan con 8 médicos más por cama que nosotros, y a pesar de esto al celebrar fiestas colapsaron el sistema", señaló.

Finalmente, respecto al manejo de la crisis sanitaria 2020 enfatizó que se podría haber tenido un mejor manejo. "No me corresponde compararnos, pero hay países que tienen más deficiencias crónicas estructurales en su sistema de salud y en ese sentido nosotros tenemos nuestras fortalezas, por lo mismo teníamos expectativas de que la gestión fuera mejor. No quiero decir que estemos frente a un fracaso, aún hay cosas que se deben mejorar y que han quedado en evidencia”, sentenció.