Las medidas de Singapur para crear un sistema de transporte amigable con el adulto mayor

A propósito del proyecto para impulsar rebaja en los pasajes para adultos mayores en el transporte público, buscamos en la región Asia Pacífico una experiencia que aporte luces en esta materia. En este ejercicio, encontramos el caso de Singapur, que a su ya conocido Fondo de Pensiones, se suma una completa sistematización del servicio de transporte terrestre con el fin de hacerlo más económico y amigable. Más detalles de esta experiencia, en la siguiente nota.

Una tarjeta personalizada para lograr más independencia

”Queremos que todos los singapurenses envejezcan con dignidad y se mantengan activamente envueltos en la sociedad”. Esta fue una de las frases con las que concluyó el Comité Interministerial sobre Envejecimiento de la Población, formado en 1999 para proyectar las políticas de la tercera edad del comienzo de siglo. Su propósito fue resaltar que los adultos mayores forman parte fundamental de la familia singapurense y de la cohesión entre generaciones.

Aunque el tronco principal de las políticas orientadas a la tercera edad es el Fondo Central de Previsión de Singapur (CPF por sus siglas en inglés), se han puesto en marcha otras políticas que permiten que los adultos mayores lleven adelante una vida más activa y sientan que la ciudad Estado es un lugar grato para vivir y pasar sus años dorados.

Una de ellas es la del transporte público, que apunta a ser un servicio más económico más amigable para los adultos mayores. Para ello, se impulsaron medidas para que tanto trenes y buses entreguen tarifas diferenciadas a los mayores de sesenta años, pero también que se adapten a las necesidades especiales de las personas con más edad, a modo que se sientan independientes, seguros y confortables.

De tal manera, la Tarjeta de Concesión para Ciudadanos Mayores es una vía efectiva para abaratar el costo de los mayores. Consiste en una credencial plástica con chip de color morado con una foto tamaño pasaporte que permite un cobro diferenciado en todo el sistema de transporte público. Las rebajas se expresan en la cantidad de kilómetros recorridos. Por ejemplo en los buses, cuando la distancia es menor a los cuatro kilómetros, la diferencia es de un 50 por ciento, mientras que cuando aumenta a más de siete, la rebaja disminuye al 35 por ciento aproximadamente. Es preciso señalar que las distancias dentro de la Singapur son cortas. En el caso del tren, la rebaja en las distancias puede llegar hasta una tercera parte del recorrido en todos los horarios.

Aunque también existen tickets de concesión, la tarjetas son recargables en las taquillas de TransitLink -el sistema de transportes singapurense – y en kioskos habilitados. Pero también la tarjeta sirve si no se ha recargado y se necesita pagar en efectivo. En tal caso se recibe el descuento al mostrarla a los conductores. También, la tarjeta cuenta con la posibilidad de ser recargada a través de una aplicación desde el celular.

Medidas para hacer un servicio amigable

Además de hacer del transporte público un servicio más barato, la preocupación del gobierno singapurense se ha centrado en que sea más amigable y armónico, sobre todo cuando existen necesidades especiales. Esto se demuestra en un plan de acción para el envejecimiento, impulsado por el Ministerio de Salud del país asiático, llamado “Me siento joven en mi Singapur”. Este plan, publicado en 2016, propone diez distintas áreas a desarrollar para entregarle una mejor calidad de vida a las personas mayores.

Uno de estos temas es la movilidad por la ciudad, lo que apunta directamente al transporte, donde se propone redefinir la experiencia de viaje para las personas de la tercera edad. Con esto se busca que los mayores sean independientes y más activos gracias a un servicio amigable. Esto es, que recorrer Singapur sea más fácil, seguro y confortable. Para ello, se han impulsado una serie de modificaciones en la infraestructura.

Una de ellas es la mejorara de la señalización en las estaciones de metro y tren, con el fin que las personas se puedan orientar de mejor manera, así como reducir la velocidad de apertura y cierre de las puertas de los vagones, o la rapidez de las escaleras mecánicas. La idea propuesta por el plan es que las personas mayores puedan desplazarse de manera segura en todas las estaciones del país, pero también que su acceso a los vagones y su circulación sea amigable con sus limitaciones naturales.

En relación a los autobuses, el plan propuso que se instalen sistemas de información por altavoces para ayudar a que las personas mayores se mantengan al tanto de la ruta y sepan con claridad cuando han llegado a sus destinos, o cuanto les falta para llegar. Asimismo, el plan propone que se capacite a los choferes para que frenen y aceleren con lentitud, a modo de no desequilibrar a quienes con dificultad se desplazan por el interior de los vehículos.

Rebaja de pasajes para adultos mayores en Chile

En avance al segundo trámite está el proyecto que contribuirá a rebajar los pasajes para adultos mayores en el transporte público. La iniciativa, aprobada por unanimidad en la Cámara Alta, pasó a la Cámara de Diputados con el fin de pronunciarse sobre la ampliación, desde el año 2022 al 2025 del subsidio que establece rebajas para adultos mayores de todo el país.

Una valoración de esta iniciativa tuvo César Galleguillos, experto en políticas previsionales de la Universidad de Chile. En su opinión, este es un proyecto que trae importantes avances en la calidad de vida de las personas mayores. “Es un avance que puede sumarse a otros que vayan en un mismo sentido. Muchas veces a la hora de pensar en mejorar la calidad de vida de tercera edad, inmediatamente pensamos en mejorar las pensiones, algo que es correcto, pero también es necesario que se complemente con otras medidas que ayuden a que el ingreso rinda más. Esta es una de ellas”, señaló.

En esta línea, agregó que junto a esta medida se tomen otras que apunten en la misma dirección. “Bajar los precios de todo el transporte público es una medida que se hace más valiosa cuando se integran a buses interurbanos. Hay mucho tránsito desde las regiones hacia hospitales y visceversa, que más que pasajes rebajados deberían contar con buses de acercamiento gratuitos para los ancianos y personas con movilidad reducida. Esto es algo que existe en otros países y que se podría implementar aquí”, añadió.

Por último, en alusión al caso de Singapur, valoró la posibilidad de mejorar la infraestructura pública para hacerla más amigable con el adulto mayor. “Todo eso tiene sentido porque se enmarca en una cultura de respeto a los adultos mayores, eso es algo que se ve en otros países asiáticos. Aquí podríamos capacitar a los choferes de micros y buses para que frenen con cuidado, pero nada asegura que los recambios de choferes mantengan esa preocupación. Es importante que toda la ciudadanía se sensibilice con la dura realidad de los adultos mayores, porque la experiencia de ellos en el transporte evidencia más problemas que ese, y muchas veces son problemas culturales que espero que con este tipo de iniciativas, vaya cambiando”, sentenció.