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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

La Misión Nacional de Hidrógeno Verde que pretende posicionar a India en un hub global

16 noviembre 2023

El fin de esta estrategia es que para 2030 este sector energético tenga más capacidades y sea más competitivo, sobre todo en los precios, con el fin de expandir su uso a nuevos sectores y consolidarlo como la fuente de energía principal. Además, el desarrollo de la industria del hidrógeno verde permitiría reducir la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles.

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El hidrógeno verde es una fuente de energía limpia que puede ayudar a reducir la contaminación del aire en un país con altos niveles de polución, lo que es especialmente importante dado que la contaminación del aire podría reducir la esperanza de vida del 40 por ciento de la población india en más de nueve años. Más detalles de esta iniciativa, en la siguiente nota.

El hidrógeno verde como solución y vía de desarrollo

Es uno de los cinco mayores consumidores de hidrógeno en el mundo, pero también podría ser uno de los mayores productores de hidrógeno verde para el año 2030. Un artículo del Economic Times en su sección de energía, señala la creciente demanda de esta gran potencia, pues actualmente se cifra en seis millones de toneladas métricas por año, pero para 2030 esta cantidad podría duplicarse, ya que existe una creciente necesidad de reducir las emisiones de carbono.

Según datos de Statista, China es el principal consumidor de hidrógeno en el mundo, seguido por Estados Unidos y la India en tercer lugar. Este hidrógeno es utilizado actualmente para dar marcha a refinerías y a la industria de fertilizantes, sin embargo, se trata de hidrógeno gris, es decir, alimentado por fuentes no renovables y contaminantes.

Un informe sobre el hidrógeno verde en India, elaborado por la agencia de inversiones del País Vasco, se refiere precisamente a esta necesidad de cambiar la matriz, debido a la creciente demanda de hidrógeno para impulsar la economía de gran escala donde se incorporaría el transporte pesado y la industria siderúrgica, se hace necesaria la conversión de hidrógeno gris a hidrógeno verde.

De hecho, esta publicación destaca el papel gravitante que cumple la Misión Nacional de Hidrógeno Verde, una política del gobierno indio para convertir a este país de un Hub mundial de hidrógeno verde y producir más de cinco millones de toneladas para 2030, objetivo que va de la mano con el desarrollo de la capacidad de energía renovable.

¿Cuáles son las principales acciones que propone esta misión? ¿Qué dice sobre el desarrollo de infraestructura y el establecimiento de regulaciones para fomentar el desarrollo de esta industria?.

De ser un gran consumidor, a un hub global en la producción

El hidrógeno verde es considerado una pieza clave en el objetivo de India de ser carbono neutral, sin embargo, llevar a cabo acciones que se vean traducidas en la práctica puede ser un proceso complejo. Un artículo de Varsha Meghani en Forbes India formula una interrogante que busca responder a este desafío ¿Cuánto tiempo podría pasar antes de que se vea un impacto real?.

En efecto, además de la necesidad de contar con el respaldo de energías renovables, la autora alude a que la India aún es altamente dependiente de los combustibles fósiles, además de la necesidad de infraestructura adecuada para la producción. Todo esto, va de la mano de disponer de un marco regulatorio que sea favorable al desarrollo de un ecosistema productivo de alto nivel. Todo esto lleva a dejar abierta la interrogante sobre cuánto tiempo pasará antes de superar tales desafíos.

Independientemente del nivel de confianza o escepticismo entre expertos y la opinión pública, la Misión Nacional de Hidrógeno Verde contempla en sus objetivos la formulación de políticas para crear un marco adecuado para el desarrollo de energías. Para ello, propone la exención de cargos de transmisión de energía entre estados y facilitar la creación de un banco de energía renovable, además de facilitar la conectividad a los proyectos de producción de hidrógeno.

Además, reconoce que cualquier industria emergente requiere una sólida arquitectura regulatoria, códigos de seguridad y estándares relevantes de calidad y rendimiento. Estas reglas de juego no solamente guían el desarrollo tecnológico, sino también promueven la inversión a largo plazo del sector privado. Desde esta perspectiva, es fundamental la armonía de las regulaciones y estándares con las normas internacionalmente aceptadas para garantizar la interoperabilidad de las tecnologías y la incorporación de las mejores prácticas globales.

En relación a la infraestructura, propone la disponibilidad de tierras y políticas que faciliten el levantamiento de instalaciones productivas a gran escala, no solo de hidrógeno verde sino también de sus productos asociados, sin los cuales la misión no tendría éxito. En complemento de esta facilidad, se están explorando iniciativas para garantizar el acceso a fondos de bajo costo a través de programas de finanzas verdes, bonos verdes y otros mecanismos financieros innovadores para los proyectos.

¿Pero cómo se despliega temporalmente este conjunto de políticas para el desarrollo de India como un Hub productivo en hidrógeno verde?

Dos fases para la formación de una potencia verde

Para el logro de todos sus propósitos, la Misión Nacional del Hidrógeno Verde se despliega en dos fases. El período inicial se extiende desde 2022 hasta 2025, donde el foco estará puesto en el desarrollo de una industria competitiva con base en las capacidades. Esto más que suponer la formación de recursos humanos, tiene como fin la reducción de los costos actuales de la producción de hidrógeno verde.

Asimismo, durante este período se realizarán esfuerzos para desarrollar la demanda interna, mediante la consolidación de India como un centro para la producción de electrolizadores y pilas de combustible, pero también la promoción del consumo de hidrógeno verde en sectores productivos estratégicos. A esto se suman fondos de investigación para apuntalar las principales industrias demandantes de energía.

Luego, la segunda fase, está prevista para el período 2026-2030 y se enfoca en expandir el uso de hidrógeno verde hacia nuevos sectores y en consolidarlo como la fuente más importante de energía. Para asegurar que todo ello se concrete, se considera la creación de nuevos grupos interministeriales respaldados por comisiones de expertos. Asimismo, la necesidad de aumentar la capacidad eléctrica se considera el diseño de políticas para contar con fuentes renovables en cualquier lugar del país y tratar de desarrollar la capacidad de almacenamiento por 30 días del exceso de hidrógeno verde producido por cualquier empresa.

Todas estas acciones forman parte de la Misión Nacional de Hidrógeno Verde y si bien aún no es posible determinar el éxito de esta iniciativa, comprender sus acciones desde una perspectiva sistémica resulta interesante para comprender desde otras realidades como han sido pensadas las estrategias de desarrollo de este tipo de energía. De igual forma, esta política y sus énfasis permiten observar comparativamente qué es lo que estamos logrando en la realidad chilena.

Experto advierte sobre los avances y desafíos del desarrollo del hidrógeno verde en Chile

En consideración de las necesidades de infraestructura necesaria para la producción, almacenamiento y distribución de hidrógeno verde, Matías Vásquez, ingeniero y consultor experto en seguridad y medioambiente, destacó algunos avances en nuestro país, pero también desafíos. “Chile ha sido uno de los pioneros en la región en desarrollar un plan de acción para el hidrógeno verde. Aunque aún no está completo sí se han logrado ciertos avances como la implementación de políticas de ordenamiento, sin embargo, aún existen preocupaciones a nivel comunitario, especialmente en lo que respecta a la planificación territorial”, señaló.

De igual forma, comentó que uno de los aspectos clave donde hay discusión es en la infraestructura compartida. “Esto permite reducir costos, acelerar los tiempos y aprovechar el conocimiento de las infraestructuras ya existentes, como tanques, ductos y puertos. Sin embargo, es importante mencionar que estas infraestructuras no se pueden utilizar de inmediato, sino que requieren adaptaciones y reparaciones. Por ejemplo, en el caso de los puertos, es necesario ampliar y modificar las concesiones marítimas”, agregó.

Asimismo, destacó el bajo costo previsto por kilogramo de hidrógeno producido, expresado en dólares y las dificultades para ello. “El desafío importante radica en los altos costos de generación eléctrica, que representan más de la mitad del costo total del hidrógeno verde. A pesar de los avances en granjas solares en Antofagasta y proyectos piloto en Magallanes, se requiere mantener la competitividad a nivel internacional”, explicó.

Sobre esto, comentó que Chile ha firmado tratados y acuerdos internacionales para mostrar su apertura y competitividad. “Por una parte, ha enviado señales positivas a los mercados internacionales, sin embargo, es importante que estas políticas públicas y los discursos sean coherentes con la política interna del país. Es decir, si buscamos ser un país abierto a esta industria, no se pueden enviar señales contrarias a los mercados, ya que esto ahuyenta la inversión y genera incertidumbre sobre la capacidad de Chile para mantener bajos los costos”, añadió.

En relación a la seguridad y huella ambiental, aseguró que aún son necesarias las certezas. “He participado en las audiencias públicas del plan de acción de hidrógeno, incluyendo el plan estratégico de energía que abarca más allá del hidrógeno. Una preocupación importante es el aspecto ambiental y territorial, tanto a nivel privado como comunitario. A nivel internacional, aún no existe una red clara de regulaciones y estándares. Pero algunos países ya han establecido regulaciones, no hay un acuerdo conjunto que compile todo y genere un consenso. Esto afecta temas ambientales y tributarios a nivel internacional, aunque la certificación internacional del hidrógeno verde es otro aspecto relevante. Es importante que el comprador tenga la certeza de que el producto que adquiere es 100 por ciento verde, ya que existen diferentes tipos de hidrógeno”, sostuvo.

Por último, se refirió a la importancia de que nuestro país tenga mayor certeza jurídica en los procesos ambientales. “La retirada del estudio de impacto ambiental por parte de HIF debido a la falta de claridad en la regulación fue una mala señal. Es fundamental establecer reglas claras para que los inversionistas y empresas puedan planificar y realizar sus estudios de impacto ambiental, conocer los controles y el tiempo de evaluación. Sin esta certeza, no se puede realizar ninguna planificación ni proyección de costos. Además, es hora de pasar de las consultas y participaciones ciudadanas a la toma de decisiones. El Ministerio de Energía, junto con Corfo, debe sentarse y cerrar el proceso, tomando decisiones aunque no todos estén completamente satisfechos. Esta señal será poderosa a nivel internacional, demostrando que Chile cuenta con una regulación seria y que respeta las normas. Liberarse de esta incertidumbre será beneficioso para el país”, sentenció.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl


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